Este delicioso plato surgió de la fusión entre las técnicas gastronómicas asiáticas y las preparaciones tradicionales criollas de Perú, a fines del siglo XIX.

Cuando pienso en gastronomía peruana lo primero que se me viene a la mente es el lomo saltado. Debido a su sabor y simpleza, esta preparación ha traspasado las fronteras del mundo, convirtiéndose en un emblema de la cocina mundial.

Un buen lomo saltado se distingue por su elaboración. Esta receta contiene tiernos trozos de carne de vacuno, sazonados con especias y salsa de soya, que luego son salteados junto con cebolla morada, gajos de tomate y pequeños bastones de ají amarillo. Todos estos ingredientes se juntan en un wok a alta temperatura para conservar la jugosidad de la carne y mantener crujientes las verduras. Para terminar de coronar este platillo, se agrega una porción de arroz blanco y papas fritas.

Pero ¿cómo algo tan sencillo puede lograr un sabor tan único? La respuesta está en la sazón peruana. La gastronomía de Perú es un verdadero tesoro culinario que ha invadido las cocinas del mundo. Con productos de fácil acceso se puede preparar una diversidad de recetas para enamorar al paladar. El lomo saltado es la definición de aquello. Todos sus componentes potencian el plato, creando una expresión cultural simplemente con sus sabores.

Si bien el lomo saltado destaca por su sabor, también simboliza una fusión culinaria. Antiguamente, las técnicas orientales de cocina, como el salteo de los productos a fuego alto, se combinaron con los productos orgánicos de Perú para dar vida a una de las gastronomías mejor valoradas mundialmente. El lomo saltado peruano es el reflejo de que con cosas muy sencillas se pueden hacer maravillas.