Los tatuajes no son solo rayarse la piel

Con el paso de los años este rubro artístico se ha consolidado en el país. Esto se refleja en eventos como el Cicaplast Summer Ink, que llegará en su décima edición el próximo 4 de mayo. Es la exposición de tatuajes más grande de Chile que reúne a importantes exponentes del área.

Hoy en día ver a personas tatuadas es algo cotidiano. Sin embargo, esto no significa que sean propios de la actualidad pues «el ser humano lleva tatuándose alrededor de 5200 años», según National Geographic. La historia de los tatuajes ha cambiado a lo largo del tiempo, junto con los prejuicios en torno a ellos y los significados que las personas les otorgan. Pero ¿qué hay detrás de la tinta?

El arte de tatuar

Cada 17 de julio se celebra el Dia Internacional del Tatuaje. Foto de Lucas Lenzi en Unsplash.

Elaborar un tatuaje implica crear el diseño, aplicar técnicas complejas, desarrollar un buen pulso y alta atención al detalle. Reunir todos estos elementos es esencial para ser un buen tatuador, además, del imprescindible talento que se necesita para este oficio poco valorado.

Sobre esto, Claudio Torres, tatuador desde el 2022, destacó que: «Creo que lo más difícil es llegar al diseño que el cliente se imagina, pero después de eso las ideas fluyen y quedan felices con el resultado».

Si bien no existe una carrera universitaria en torno al tatuaje, sí se necesita de mucha práctica, estudio de técnicas, colores y diseño. Cada tatuador busca sus propios medios para aprender, ya sea en institutos especializados o a través de plataformas online. Como es el caso de Camilo Aguilera, quien compartió sus inicios en este rubro: «En el 2020 estaba estudiando Licenciatura en Arte, ahí conocí a gente que tatuaba y enseñaba. Eso me motivó a seguir de forma autodidacta, ocupando varios medios como YouTube y otras plataformas de Internet«.

El precio y tiempo de los tatuajes

Existen múltiples estilos de tatuaje, entre ellos: blackwork, neotradicional y realista. Foto de Darren Nunis en Unsplash.

El valor de un tatuaje puede ir desde los veinticinco mil hasta los seiscientos mil pesos, este puede ir variando según lo que cobre cada tatuador. A la vez, hay otros factores que afectan el precio de cada trabajo, por ejemplo: «La complejidad, el tamaño y la cantidad de insumos, como las agujas que se van a usar. A eso le sumo cuántas horas me voy a demorar o si voy a usar varios colores», describió Camilo Aguilera, tatuador.

Del mismo modo que los escultores pueden demorarse hasta meses en completar una obra, a los tatuadores les puede llevar horas e incluso días realizar un diseño. Lo que cambiará según la complejidad de este y del tipo de tatuaje que desee el cliente. Sin embargo, el tiempo será relativo porque dependerá de las características de cada persona, por ejemplo la tolerancia al dolor.

También hay otras variables que influyen en la duración de una sesión, «desde clientes que se han quedado dormidos o que les da hambre e invitan a almorzar. Recuerdo a una chica que vino al estudio, le dio un ataque de risa y no paraba de moverse. Con ella me demoré dos horas y media, en un tatuaje de máximo una hora», relató Claudio Torres. Por ende, otro de los aspectos centrales es el tiempo que se requiere para plasmar un diseño sobre la piel. 

Lo barato sale caro

Es sabido que los tattoos son una inversión permanente en la piel lo que justifica el valor de estos, más aun si se busca un trabajo de calidad. «Hay que ser muy cuidadoso a la hora de cotizar el tatuaje y no realizárselo con la persona que va a cobrar más barato, sino buscar a alguien profesional», relató el tatuador Camilo Aguilera.

Poner como prioridad el ahorro de dinero puede traer graves consecuencias de salud a la hora de tatuarse. Por eso es recomendable procurar que el estudio se encuentre desinfectado y que la aguja que se utilizará sea nueva. De esta forma, se evitarán problemas como «una infección a raíz de una contaminación cruzada. Considero que es nuestra responsabilidad como tatuadores tener al día nuestro curso de asepsia, además de las vacunas contra la hepatitis B», recalcó Claudio.

Antes de realizarse un tatuaje hay que tener en cuenta todo lo mencionado anteriormente y no solo considerar el diseño que se elegirá. Por este motivo, Camilo aconsejó que «primero vean los trabajos que están en la página del tatuador y como quedan una vez cicatrizados. Segundo, que pregunten a alguien que se haya tatuado y ver el espacio donde se trabaja».

Más allá de la tinta

Sofía y Renata son estudiantes de Arquitectura de la Universidad de Chile. Foto de Sofía Rodríguez.

Decidirse por el tatuaje que te acompañará el resto de tu vida no es tarea fácil. Algunos buscan que sean un accesorio en la piel y otros desean simbolizar algo especial, ya sea para conmemorar la memoria de un ser amado, reafirmar el vínculo con alguna persona o simplemente llevar algo que los represente para siempre.

Sofía y Renata se conocieron en la universidad, desde ese momento formaron una amistad cercana que con el tiempo decidieron representar a través de un tattoo. «Creo que tiene un significado muy especial, ya que marca su presencia en mi vida. Ella llegó a sanar cosas en un periodo muy malo que tuve y me ha hecho sentir más querida que ninguna otra amistad», expresó Sofía Rodríguez.

Los seis de cada mes, Walter recuerda a su madre. Foto de Walter Aedo.

Aquel no es el único tatuaje importante para Sofía, debido a que en su muñeca derecha lleva el nombre de su madre Solange: «Ella es un ejemplo de vida para mí, ha estado en todo momento conmigo. Además, como buena foránea que extraña su casa, busqué durante mucho tiempo una forma de llevarla siempre conmigo y decidí tenerla en una parte que vea todos los días y me dé ánimo», relató.

Para Walter Aedo, su tatuaje representa otro significado, pues rinde honor a su madre que partió de este mundo hace un año. «Es solo otro recuerdo de que siempre la llevaré conmigo. Mi mamá era todo lo que tenía y la persona que soy es gracias a ella», recordó.

Los prejuicios de la sociedad

Víctor Peralta tiene el Guinness World Records por ser uno de los hombres con más tatuajes del mundo. Foto de Matías Arbotto.

La mayoría ha crecido escuchando una opinión negativa acerca de los tatuajes, ya sea de parte de abuelos, tíos o padres. No ha pasado tanto tiempo desde que una persona tatuada era juzgada como «delincuente». Walter, a pesar de ser joven, aún siente el peso de estos prejuicios: «Sobre todo la gente mayor tiende a pensar que uno es alguien peligroso o de malas costumbres solo por el hecho de estar tatuado. Lo mismo a la hora de buscar algún trabajo, no aceptar a la gente por eso, siento que no corresponde», señaló.

Un ejemplo de aquello, es la historia de Ash Putman, una mujer estadounidense que a través de las redes sociales contó su experiencia de haber sido rechazada en un trabajo por tener tatuajes en el rostro. Este testimonio impactó enfáticamente a los usuarios de las nuevas generaciones, quienes priorizan las capacidades personales por sobre el aspecto físico a la hora de contratar a alguien.

Acerca de esto, Tamara Salcedo, fonoaudióloga de 26 años, expresó: «Los jóvenes han dejado atrás ese prejuicio y se centran en la persona como tal más que en lo que lleva pintado en la piel». Con ella concuerda Isidora Subiabre de 21 años, estudiante de Obstetricia, que afirmó lo siguiente:⁠»Creo que actualmente ya no es tema, de hecho es muy común. Antes pensaba que en el área de salud sería mal visto, pero todo el mundo tiene tatuajes actualmente».

Marcando a las personas para siempre

A pesar de ser un tema controversial, no se puede negar la importancia que toman los tatuajes en la identidad de quienes los tienen. «Siempre he creído que transmiten cosas de la personalidad y por eso me cuesta decidirme por uno. Planeo tatuarme más este año, pero quiero pensar bien qué diseño hacerme para que refleje algo mío», finalizó Sofía.

Este arte va más allá de la piel, permite contar historias, homenajear memorias y reafirmar lazos.

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