Mascota de compañía, un integrante más de la familia

Se entiende como animal de compañía a cualquier animal que convive con un grupo humano o persona y comparte el día a día y la rutina, pero es más que eso. 

La relación entre los seres humanos y los animales ha sido estrecha desde el inicio de la domesticación, hace aproximadamente 20 000 años, según lo indica “Conexión Animal”, un sitio web que tiene como objetivo restablecer el vínculo humano con el mundo natural.

Una mascota de compañía, sea o no legalmente certificada como tal, es un importante soporte emocional que acompaña, consuela y contiene a su dueño en los momentos más frágiles, sentimental y emocionalmente hablando.

Joaquín Viveros, por motivos de estudios tuvo que dejar su ciudad natal e irse a vivir a Concepción, no sólo tuvo que dejar atrás a su familia, también a su gran compañera de aventuras, Akira. Al referirse a ella, da a conocer la existencia del fuerte vínculo que forjaron: “Nunca la he visto como un animal, para algunos sonará ridículo, pero es mi hija, mi compañera, mi todo”, asegura también que a pesar de ser él quien la adoptó, toda la familia comparte el sentimiento de cercanía con ella. “Cuando hay eventos familiares, ella, al igual que las mascotas de mis hermanos, son consideradas dentro del plan, sea lo que sea, siempre va con nosotros”, agregó.

Destaca dentro de todas las aventuras y momentos vividos que, en situaciones en particular donde se sentía solo y buscaba compañía, Akira especialmente lo buscaba más de lo usual para acompañarlo. “Tuve una ruptura amorosa que me dejó muy débil, no salía y apenas me levantaba en el día, pero ella siempre supo que estaba mal y la necesitaba, iba a mi pieza, me llevaba juguetes o solo se acostaba a mi lado, no sé si hubiera podido recuperarme sin ella”, resaltó.

Para gran parte de la sociedad, las mascotas juegan un papel crucial. No tan solo ayudan en aspectos personales, sino que también pueden colaborar a desarrollar las habilidades sociales. 

En los niños, los animales de compañía son empleados para fomentar su sentido de responsabilidad respecto al cuidado a los demás. Además de concientizarlos acerca de lo que significa estar a cargo de una vida que requiere de atenciones específicas, lo que favorece al desarrollo de hábitos sanos que pueden ir más allá del autocuidado.

Si se habla de apoyo y amor incondicional, la sociedad ha impuesto el lugar del mejor amigo del hombre al canis lupus familiaris, o mejor conocido como perro doméstico. Estos cumplen un rol fundamental en distintos aspectos de nuestra sociedad, incluyéndose así en las filas de rescatistas, policías o terapeutas.

En este último aspecto los perros contribuyen positivamente tanto a las personas con dolencias físicas diversas, por ejemplo, las personas no videntes, como también a individuos con padecimientos mentales, así como la depresión u otras enfermedades.

Pero no solo son los perros quienes acompañan, es cualquier mascota con quien se forme el vínculo, en el caso de Rodolfo Aedo, su gata Bonita. “Es esquiva con todos, menos conmigo”, así describió el lazo formado en los cuatro años que llevan juntos. 

Si bien, socialmente se cree que los gatos son más fríos e incluso suelen ser considerados traicioneros, Bonita llega a desmentir la creencia, ante esto, Rodolfo comentó que “en momentos tan casuales como una discusión con mi mamá, Bonita me ve tenso y se me acurruca en las piernas, es un apoyo incondicional que jamás esperé recibir de ella”.

Dentro de todos los procesos difíciles que se viven a lo largo de la vida, sin duda uno de los más difíciles es superar la pérdida de un familiar o ser querido. Cada proceso es diferente, hay quienes prefieren sentirse acompañados y quienes consideran que solos están mejor.

“El duelo de la pérdida de una mascota es tan fuerte y doloroso como el de un familiar”, aseguró Jorge, quien perdió a su mascota de nueve años hace unos días. “Fue fuerte, un sentimiento horrible y vacío emocional que dudo poder superar tan fácil. Además veo a mi hermana que no para de llorar y sufrir, así solo confirmo que las mascotas son más que solo eso”, destacó.

“Cuando Joe estaba con nosotros, mi hermana por medio de sus terapias intentó certificarlo como mascota de compañía, pero el proceso fue muy largo y claramente no lo logramos a tiempo, a pesar de eso, legal o no, Joe siempre estuvo para nosotros, sobre todo en los malos momentos”, añadió.

La importancia de valorar, respetar o apreciar a los animales y mascotas como animal de soporte emocional o de compañía merece ser validado ante la necesidad de cada persona de poder sobrellevar las situaciones, rutinas o viajes con la compañía necesaria.

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