Héctor Berroeta, del Estrecho de Magallanes a la promoción del triatlón en el Biobío

Berroeta

Berroeta vio por primera vez la natación como algo más grande que la recreación de verano sólo tenía 20 años, hoy entrena a más jóvenes y adultos para ayudarlos a crecer en la pasión que enamoró su vida.

El recinto deportivo que colinda con la Laguna Chica de San Pedro de la Paz se encontraba a punto de cerrar, a eso de las doce de la tarde. En el lugar solo había tres o cuatro personas, entre funcionarios del lugar y público. Allí estaba Héctor Berroeta, de aspecto amable y enérgico, quien por ningún motivo aparentaba haber estado entrenando a nadadores desde las seis de la mañana. Tito, como es apodado, es nadador y profesor de educación física radicado en el Gran Concepción, que desde hace nueve años ha combinado estas habilidades, convirtiéndose en un destacado entrenador de natación.

La creación de un equipo deportivo especializado

En el año 2015 fundó Team ADP, un club deportivo de triatlón el cual inicialmente era conformado por no más de ocho miembros sobresalientes. Hoy, tras nueve años de Berroeta en la dirección del ADP, cuentan con cerca de sesenta socios. En palabras del deportista, cada uno de ellos cuenta con diferentes estilos de vida, y perciben a su agrupación como un ambiente familiar que les proporciona crecimiento y aprendizaje. Gracias a las labores que desarrolla en Team ADP, Héctor ha logrado potenciar a aquellos deportistas de proyección de la región del Biobío, que él observaba constantemente. Así, se ha realizado personalmente al transmitir su experiencia a través de la docencia, junto con construir su carrera profesional.

Su experiencia reflejada en el entrenamiento

La Laguna Chica es usada como centro de recreación para la comunidad y para la preparación deportiva en el ámbito de la natación.
Fotografía por Constanza Parra.

La pasión de Tito por el deporte se deja notar mientras habla de los avances que percibe en los socios del club, quienes se dedican al ciclismo, la natación y a correr. Al parecer uno de los mayores orgullos del nadador es el perfeccionamiento progresivo de los miembros luego de ingresar al equipo, quienes luego de sus avances comienzan a animarse y a confiar en sus capacidades, en muchos casos, llegando a tener como objetivo la conquista de su primer triatlón. Berroeta siente una gran apreciación a su rol de entrenador, “con el paso del tiempo los deportistas pueden ir planteando nuevos objetivos y metas”, contó en relación con el crecimiento personal de los miembros, mientras unos jóvenes deportistas se abalanzaron a las aguas de la Laguna Chica.

Él es consciente que, para la gran mayoría de los miembros del equipo, el deporte no es una actividad de tiempo completo. Y en un futuro lo más probable es que tampoco lo sea, sin embargo, Tito cree que las horas semanales que ellos destinan a entrenar son de un gran beneficio para su desarrollo personal.

El nacimiento de su pasión por la natación

Berroeta, obviamente usando su tenida deportiva, remontó su relato a dieciséis años atrás. Época en la cual la Laguna Chica no era parte de su rutina diaria, ni mucho menos conocía su extensión al revés y al derecho, como lo hace hoy por hoy. En el 2008, el deportista cursaba su segundo año en la carrera de Pedagogía en Educación Física, cuando tomó un ramo de natación el cual amplió los horizontes de su carrera profesional. Gracias a tal suceso, Tito descubrió que dedicaría su vida y su tiempo a desarrollarse en los deportes no sólo de manera recreativa, sino de forma más profesionalizada. Desde entonces comenzó su destacada carrera como nadador, representando a su universidad en variadas competiciones, convirtiéndose en un deportista destacado de su casa de estudios.

No fue hasta el año 2011, con la primera versión del triatlón de Talcahuano, que tuvo la oportunidad de participar por primera vez en tal hazaña deportiva. Tito hace hincapié en el esfuerzo que consistió el participar en el triatlón, pues tuvo que prepararse muy bien físicamente. Sumado a aquello, no contaba con los implementos necesarios para participar, por lo que la bicicleta pistera y el traje de neopreno (usado para soportar el frío en el agua), los pidió prestados especialmente para la competición.

Durante los siguientes tres años, previos a la fundación del Team ADP, Tito reforzó su entrenamiento en las disciplinas del triatlón. Este periodo fue fundamental para forjar la experiencia que hoy lo hace ser un sobresaliente entrenador. Además, tal época dio vida también a una de sus mayores proezas, la cual hasta el día de hoy parece llenarlo de emoción.

“Fue una travesía”: un orgullo personal y profesional

Cruzar el Estrecho de Magallanes a nado consiste en recorrer cinco kilómetros, distancia que para un nadador experimentado no suele ser mayor desafío. Sin embargo, las condiciones naturales hacen que este lugar sea visitado por quienes se proponen cruzar las álgidas aguas donde converge el océano Pacífico y Atlántico. Berroeta no quedó exento del entusiasmo que supone esta experiencia única, y plasmó toda su pasión por la natación en prepararse para cumplir la hazaña.

Tito viajó a fines del año 2012, junto a un grupo de cinco nadadores quienes pretendían realizar el cruce a nado del Estrecho de Magallanes, una real “travesía”, como él le llama. El equipo pasó cerca de dos semanas esperando a que se concretaran todas las gestiones y el acompañamiento necesario de parte de la Armada de Chile. Con el paso de los días, los deportistas deciden retirarse con destino al Biobío, puesto a que no podían sostenerse para seguir esperando las condiciones propicias.

La motivación de Tito para quedarse en el sur del país

Héctor Berroeta y parte del equipo que intentó cruzar el Estrecho de Magallanes a fines del 2012.
Fotografía de AIEP.

El esfuerzo de Héctor había sido tan magno, para poder así enfrentar algún día las corrientes de los dos océanos, confluyendo bajo el frío magallánico. Y en esa posición se encontraba igualmente su amigo Erwin Inostroza, quien alentó a Tito para que se quedara unos días más. Él cuenta que Erwin le recordó lo primordial, ellos habían llegado muy lejos como para en esas instancias dar un paso atrás. Gracias a aquella conversación, los dos amigos deciden quedarse en Punta Arenas, hasta el día en que por fin pudiesen desarrollar la gran hazaña.

El esperado momento se desarrolló un domingo 20 de enero de 2013, en el que Inostroza y Berroeta pasaron a la historia de la natación y el Estrecho de Magallanes. Con mucha emoción el nadador retrata lo que sintió luego de concluida la hora y doce minutos que demoró en cruzar el Estrecho, llenándose de alegría al ser recibido por quienes los esperaban en la orilla, alegres y expectantes de darle apoyo a Tito y a Erwin.

Nunca es tarde para aprender

Héctor Berroeta es un convencido de que la edad no es un límite en lo absoluto, al menos en lo que respecta el deporte. Él reconoce lo conveniente que es el perfeccionamiento de los deportistas desde la juventud, puesto a que tienen la posibilidad de forjar sólidamente su carrera a una temprana edad. No obstante, el entrenador resalta la idea de que el desarrollo de habilidades deportivas puede iniciar en la vida adulta, y aun así llegar a un nivel sobresaliente. “Que las personas se animen, que se desafíen y es así como van a encontrar personas que las puedan guiar en ese proceso”, indicó Tito, quien transmite esta visión en su labor de entrenador.

Héctor Berroeta en la Laguna Chica, espacio que es usado por el Team ADP para el entrenamiento en la disciplina del triatlón.
Fotografía por Constanza Gutiérrez.

Héctor Berroeta y su amor por el deporte

La historia de Héctor da cuenta de una vivacidad en su carrera profesional, reflejando sus logros en su labor constante en el Team ADP. Siendo para él no sólo un trabajo como cualquier otro, sino que también una noble labor en beneficio de quienes terminan siendo sus alumnos. Así Berroeta recalca la importancia de percibir al deporte no como algo que hacen sólo los profesionales en el área, sino que también tiene beneficios importantes en la vida de las personas. Él está feliz de ayudar a quienes estén dispuestos a embarcarse en el camino del deporte, confía en que todos pueden darle un espacio a la actividad física en sus vidas y se enorgullece de los logros a pequeña y gran escala de su querido Team ADP.

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Por Constanza Gutiérrez y Constanza Parra.

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