Salud mental en el ejército

Ejercito de Chile

Una nueva afección entre los nuevos reclutas.

39 conscriptos no continuarán su servicio militar obligatorio tras el fallecimiento del recluta Franco Vargas, principalmente por salud mental. El caso ha tenido una serie de polémicas, debido a, según la familia, obstrucción por la parte militar.

Un sistema tan hermético y arcaico en el cual cuestionamos si en este ámbito se resguardan los derechos humanos de los soldados rasos, como conservan su salud mental, su dignidad como personas y ¿por qué no? Que sus versiones de los hechos con respecto a este caso en particular sean relevantes para la descripción de los sucesos.

Quizás esto último no conviene, ya que estos soldados relatan una serie de humillaciones y malos tratos durante su entrenamiento militar, tales como retirarse el abrigo durante estas caminatas y degradaciones en conjunto. Evidenciando una despreocupación abismal de parte de los altos mandos, quienes niegan estas versiones de los hechos.

Según declaraciones de los testigos, aseguraron que al joven Vargas lo trataron como un saco de papas y que en una serie de ocasiones advirtió que no se podía continuar con la caminata. Después del fallecimiento existieron numerosos ataques de pánico e inclusive dos intentos de suicidio.

¿Un cambio dentro del ejército?

¿Por qué no hay especialistas de la salud mental dentro de estas instituciones? O, por último, una claridad en los testimonios de los altos cargos, cuestionamos seriamente la poca transparencia del caso. Es lamentable que pasen estas cosas y queden impunes por el Tribunal Militar, ya tenemos casos como el de Antuco, por ejemplo, en el cual hubo bastante obstrucción en el hecho.

Vargas no fue el único en recibir acoso de sus superiores, quizás cuántos incidentes más existen que se desconocen por la poca transparencia de la milicia en situaciones como esta ¿Cuál será la cantidad de casos que han sido callados?

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