Historias de resiliencia y estrategias efectivas para equilibrar la vida laboral y la maternidad.

Conciliar la vida laboral y familiar es un gran desafío en la actualidad, especialmente para las madres solteras. En la sociedad de hoy en día, donde la participación femenina en el mercado ha crecido exponencialmente, las mamás trabajadoras enfrentan retos complejos. Según un estudio del Centro de Políticas Públicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile realizado en 2022, las mujeres con hijos menores de tres años en Chile tienen un 14 % menos de probabilidad de participar en un empleo comparado con los hombres. Además, si están casadas, enfrentan un 32 % menos de opciones. Tema importante que no solo se refiere al ámbito personal, sino también a la economía y al bienestar social del país. Pese a los avances, las madres empleadas siguen encontrando muchas barreras que evitan la conciliación de sus tareas respecto al trabajo y a la maternidad.

Los desafíos de la conciliación

El camino para equilibrar trabajo y familia está plagado de obstáculos. Las políticas de apoyo son insuficientes, el estrés y la culpa son constantes, y las dificultades económicas exacerban la situación. Otro punto importante que mencionar es el estado de salud mental en la que se encuentran algunas madres solteras, Roxana relata su experiencia: «En ese tiempo para mí no fue fácil porque estaba sola, mi abuelita había fallecido hace poco, el papá de la Valeska se había mandado a cambiar, entonces igual fue un proceso complicado porque debido a esto estuve con depresión, pero dentro de todo salí adelante».

Uno de los mayores retos es el problema económico. Las madres solteras, como Gabriela , enfrentan la difícil tarea de asegurar el sustento familiar mientras buscan trabajos, ella mencionó que: «Uno de los desafíos más complejos es encontrar pega con horarios flexibles. Por el tema de ir a dejarlos al colegio y ver quién me lo puede retirar».

Falta de apoyo judicial

La falta de apoyo judicial también es un problema, como señala Andrea que: «Lo más complicado fue el tema económico, que tenía que afrontar todos los gastos, casi un 90 % yo… Lo que fue difícil fue enfrentarme a tribunales porque lamentablemente, como yo estaba sola con mi sueldo, no podía contratarme una buena defensa, en cambio, él con su señora tenía mucho mejor salario y contrataban a uno bueno. Yo nunca pude ganar ningún juicio en cuanto a la pensión alimenticia, siempre salí para atrás con las visitas y las retenciones. Eso fue la parte más injusta porque yo llevo todo el peso de estar con Valentina en cuanto a lo económico. Se dice que aquí en Chile se da siempre el favor a la madre, eso es mentira porque se da el favor al que lleve el mejor abogado».

La discriminación es otro obstáculo no menor. Andrea relata una de sus experiencias relacionada con este caso: «Otro desafío también fue por el tema del colegio, no sé si por esta época aún se hace, pero en el 2008, más o menos, cuando ya la quise poner en algunos no me dejaban. En dos establecimientos no me dejaron matricularla porque eran católicos. Me pidieron certificado de matrimonio y ahí yo no tenía así que me dijeron que no la podían tener porque era madre soltera».

Estrategias y soluciones

A pesar de estos desafíos, muchas madres encuentran maneras de manejar sus responsabilidades. Roxana destaca la importancia del apoyo de los servicios de cuidado infantil mencionando que su hija iba al jardín porque estaba a una cuadra y eso hacía que ella pudiera trabajar tranquila. Las políticas de apoyo en las empresas también juegan un papel importante. Compañías que implementan horarios flexibles, trabajo remoto y facilidades para el cuidado infantil han mostrado ser efectivas para ayudar a conciliar sus roles.

En Chile, es necesario el apoyo institucional para mejorar las condiciones laborales de las madres trabajadoras. Conciliar la vida profesional y familiar es una tarea compleja para ellas, llena de desafíos económicos, sociales y personales. Las experiencias de Gabriela, Roxana y Andrea muestran las dificultades cotidianas y la resiliencia necesaria para superarlas. Es necesario que tanto el sector público como el privado tomen medidas concretas para apoyar a estas mujeres, implementando legislaciones de conciliación laboral y ofreciendo el soporte necesario para que puedan desempeñar ambos roles sin sacrificar su bienestar.

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