Isn’t This A Lovely Day? la canción para el amor de invierno

 Isn’t This A Lovely Day? es una canción escrita por Irving Berlin durante el año 1935.  Desde entonces ha sido interpretada por una gran cantidad de artistas, pero es sin duda la versión interpretada por Ella Fitzgerald y Louis Armstrong en 1956 la que más ha dado de qué hablar.

Solo basta con oír los primeros 28 segundos para que te transportes a un día nublado en el que gruesas gotas comienzan a resbalar con elegancia por tu ventana, las ves y sabes que son la advertencia de algo, una gran tormenta.

 

Isn’t This A Lovely Day? es un viaje inmersivo, quizá mucho de esto se lo debemos a la voz de Ella, siempre he creído que su voz es como una máquina del tiempo. En esta ocasión nos hace viajar a un romance favorecido por el clima, donde dos incipientes amantes evitan la separación por la tormenta que inicia cuando estaban por decirse adiós, obligándolos a permanecer juntos.

La belleza que esconde la tormenta para los enamorados es el leitmotiv que se aprecia en los versos de esta canción, pero el  mérito de erizar el corazón del oyente no solo se lo lleva tan prodigiosa historia, es el trabajo de dos voces tan fuertes con una melodía tan dulce, pero aun así sensual, el que te hace cerrar los ojos y decir “and everything’s okay”, casi sintiendo como el calor de una casa cerrada te ruboriza las mejillas cuando afuera pareciera caerse el cielo.

Esta hermosa canción pareciera haber llegado a su límite cuando discretamente toda la escena empieza a ser robada por la trompeta de Louis, quien con la imponente melodía de su instrumento, aun habiendo anunciado su aparición, irrumpe de un segundo a otro y desde el pecho pareciera levantar al oyente sobre las nubes. ¡Que llueva, que siga lloviendo!, con tanto romance estás en un plano superior.

Foto: Spotify.
Foto: Spotify.

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