Detrás de la batuta: el valor de la música clásica

La música clásica trae consigo matices, formas, emociones y expresiones. Detrás de cada obra se esconden historias de dolor, aventura, e incluso amor. Cualquier parte de ti que quiera ser entendida, puede verse reflejada en alguna pieza musical.

¿Pero qué es la música clásica? Cuando hablamos de este género, podemos adentrarnos en el mundo de los compositores, los instrumentos, los intérpretes e incluso la luthería. Para cada punto anteriormente mencionado, se pueden encontrar variadas visiones según la época de la que se esté conversando. 

Por ejemplo, ¿sabías que las primeras cuerdas creadas para instrumentos de cuerda frotada estaban fabricadas con tripas de gato? En el siglo XVII era una práctica común, que fue quedando atrás gracias a la revolución industrial y la búsqueda de nuevos materiales, para así poder proyectar mejor calidad de sonido.

Cantidad según repertorio

Esta es una de las obras más populares entre cellistas (Fuente video Youtube: Stealth banning and comment ghosting is despicable).

Tal como han cambiado los materiales para construir instrumentos, también se ha renovado el repertorio y la cantidad de personas que se necesitan para tocar. En algunos casos, solo se requiere de un intérprete solista, como se puede ver en la primera Suite de Bach para violoncello. En el caso de la Pequeña Serenata Nocturna de Mozart, sólo se necesita un cuarteto de cuerdas. 

Pero existen casos como el Requiem de Verdi, que exige la participación de cuatro solistas, una orquesta compuesta por 175 músicos y un coro con más de 200 cantantes. Es considerada una de las obras más ambiciosas de la música clásica. Actualmente, los directores suelen dirigirla con una orquesta que posea máximo 150 integrantes, y un coro de hasta 100 cantantes.

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¿Toda la música clásica es igual?

La apreciación sobre este tipo de música cambiará junto a la historia. En la época medieval, según el sitio web pianobook, durante el siglo V hasta el XV, los compositores utilizaban la monofonía (es decir, una sola melodía sonando) para escribir cantos gregorianos.

Durante el periodo renacentista, en el transcurso de los siglos XV y XVI, los arreglistas optaron por el uso de la polifonía. Es decir, la utilización de muchas líneas melódicas que suenan al mismo tiempo. Básicamente son las bases de la música como la conocemos hoy.

También se utilizaban escalas modales, que a diferencia de las escalas occidentales (mayores y menores) que se utilizan en la actualidad, estas son más flexibles para poder improvisar.

El resultado del trabajo en equipo siempre se verá reflejado en los conciertos (Foto: Arindam Mahanta en Unsplash).

En el barroco, (siglo XVII y XVIII) se alcanzó el esplendor de la música de cámara. Esto a través de la expansión de la orquesta con la inclusión del violín, la viola, el violoncello, la flauta traversa, el órgano y el clavecín. Con esta fusión de instrumentos se buscaba escribir en torno a la fe católica, por lo que los conciertos en honor a Dios solían ser en iglesias.

En cuanto al periodo clásico, en el siglo XVIII, la inspiración para crear era la imitación de la naturaleza, por lo que en cada sonido se buscaba la semejanza estética. Para esto se requirió de la ampliación de la orquesta, pasando de tener a 30 músicos en el escenario a tener hasta 100 si la obra lo amerita. Por esto mismo, surge la figura del director, para poder dirigir la orquesta.

En el romanticismo del siglo XIX, la revolución francesa llega para cambiar la mentalidad de los compositores. La iglesia pierde el poder sobre el hombre, este se vuelve dueño de su emocionalidad y busca representarla en la música. Gracias a esto la orquesta sinfónica se consolida, e incluso se incluyen más instrumentos como el trombón, el arpa, y el favorito de los compositores románticos, el piano.

Siglos de historia para crear la orquesta que conocemos hoy

Según el sitio web academiasolfeando.com, a través de la historia la música evoluciona, respondiendo a las ideas filosóficas del momento, contextos culturales, sociales e incluso políticos. Gracias a esto, tenemos la conformación actual de la orquesta sinfónica, que suele variar según lo que se esté tocando. Revisa la imagen interactiva para seguir aprendiendo.

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