Redescubriendo el quillay: usos innovadores del árbol chileno  

El quillay (Quillaja saponaria) es una especie endémica, que solo se encuentra en Chile. Su ubicación va específicamente desde la Región de Coquimbo hasta la Región de la Araucanía, y desde el litoral hasta la Cordillera de los Andes. Es una especie de rápido crecimiento y longevo. Perteneciente al bosque esclerófilo, es decir árboles con hoja dura y quebradiza, estas especies son típicas de los lugares con clima mediterráneo. Gracias a sus características de adaptación es una especie que soporta muy bien los meses de sequía en el verano y las heladas en invierno.  

El extracto mágico del quillay: la saponina

El particular encanto de esta especie arbórea se debe gracias a su alto contenido de saponinas (compuesto tensoactivo que produce espuma), se ha empleado su producción en distintos tipos de industrias: alimentos, bebidas, vacunas, cosméticos, jabones, champús, entre muchos usos más.

Vídeo extraído de Programa Explora – youtube

Las acciones de la saponina son diversas y curiosas, un ejemplo de esto es que en Corea se comercializa una bebida con saponina chilena que ayuda a balancear el colesterol. Estos y más productos se encuentran certificados y con la autorización de la Food and Drug Administration (FDA), incluyendo sus registros en el Códex Alimentario de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). 

Si bien este árbol es rico en saponinas, esto ha generado una sobreexplotación provocando una disminución de la especie. Sin embargo, su extracción está regulada por la ley. En este sentido, se crearon ciertas prácticas que fomentan el manejo de hábitat, recolección, reproducción y propagación del quillay.  

Uso desde tiempos prehistóricos

Hojas y flores del Quillay
Quillaja saponaria Molina, Koehler (1887).

En las culturas ancestrales, el entorno es un lugar de pertenencia y de correspondencia, y la relación con la naturaleza está en el centro de la vida. Bajo este contexto, desde tiempos prehispánicos, cientos de años antes que llegaran los españoles a colonizar América, el quillay fue utilizado por los mapuches (pueblo indígena del centro- sur de Chile) para distintos usos como el lavado de ropa (por la saponina mencionada anteriormente), y por la medicina natural tradicional.

Según la Fundación Reforestemos, las hojas se utilizan para hacer infusiones y se emplean principalmente para el tratamiento de malestares respiratorios, sobre todo para tratar la tos y los resfriados. Por otro lado, La corteza se macera y se usa como tratamiento para el lavado de cabello, ya que ayuda a combatir la caspa y la seborrea.  

Sin embargo, según el Instituto Forestal, su extracción se remonta a principios del siglo XX debido a la obtención de corteza y material combustible, habilitación de terrenos agrícolas, entre otros. Hoy, las formaciones de quillay son cada vez más escasas, incluso llegando a ser eliminado de algunos paisajes determinados de su distribución, donde en conjunto con especies como el peumo, boldo y espino, se desarrollaban de forma abundante en las laderas, llanos y quebradas.  

La madera del quillay históricamente se ha utilizado como implemento agrícola y carbón. Además, es muy popular entre las abejas, ya que son estas las que polinizan sus flores desde octubre a enero.  

Por su follaje siempreverde, su bajo requerimiento de agua, capacidad de crecer de forma rápida y poseer bellas y perfumadas flores durante primavera-verano, el quillay se considera como un árbol de importante valor ornamental para plazas y parques. 

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