Handrolls para la nostalgia: Alexzaki Sushi

Handroll y cultura venezolana y chilena.

Desde Venezuela a Concepción, este local emerge como un refugio culinario en la ciudad para penquistas, extranjeros y por supuesto, para personas nostálgicas.

Llegué a vivir a Concepción hace dos años, volviendo a la presencialidad en medio de la incertidumbre. Me instalé en un departamento a 30 minutos de la universidad. En una noche de estudio, mi estómago clamaba por comida y no cualquiera: quería sushi.

Tengo la costumbre de advertir a quienes quieran comer junto a mí, que no me pregunten qué quiero, pues la respuesta siempre será la misma. Luego de esa noche, se sumó un “dónde”. A tres cuadras de mi casa, en Aníbal Pinto con José Joaquín Prieto, se encuentra Alexzaki. Con un aire caribeño y una estela a fritura que puede percibirse por toda la cuadra, el equipo del local me recibió con mucho entusiasmo. En la “u” el presupuesto es poco, por ende, busqué el producto más económico del menú y lo pedí: un handroll de pollo, queso y palta con una salsa agridulce.

El nombre surge de una mezcla de apodos, la hija del dueño se llama Alexza y a su hermano lo apodaron Kiki. El resto es historia. Sonará exagerado, pero ese handroll me cambió la vida. No sólo por el sabor del rollo frito, pues es maravilloso, rico y te deja satisfecho. Sino porque Alexzaki y sus handrolls me acompañaron cuando más lo necesitaba. A veces siento que los chicos del local entienden a la perfección lo que se siente estar fuera de casa. Para Concepción y sus alrededores, éramos extraños. Entre nosotros, había empatía y entendimiento. Ellos extrañaban el clima cálido y yo los inviernos fríos de Los Ángeles.

Llegaron hace ocho años a Chile en unas vacaciones, pero al ver una oportunidad de emprender, decidieron quedarse. Atienden de 16:00 a 23:30, por lo que a la hora que necesites, hay handroll, rapidez y buena atención. Los alimentos de alta calidad son su fuerte, utilizando productos locales y frescos. El costo de mi acompañante es de $3 990 e incluye una salsa, que puede ser soya o agridulce.

A veces, la vida del estudiante va tan rápido, que lo único que alcanzas a comer es, precisamente, un handroll.

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Sofía Meier Améstica
Estudiante de Periodismo UdeC. Periodista de Diario La Tribuna. Colaboradora Fundación Salvemos el Mundo Hoy. Mamá-gato, hermana, hija, novia. Hablante de alemán, inglés y español.
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