Cuenta con una colección de 1 800 libros a disposición de la comunidad penquista y un sistema de fomento a la lectura en base a actividades destinadas a la ciudadanía.

La Biblioteca Municipal José Toribio Medina fue fundada en 1983 en Concepción. Durante sus 40 años de funcionamiento ha operado como un espacio para fomentar la lectura. En un inicio era un establecimiento cerrado en donde los usuarios penquistas acudían a pedir libros. Pero con el pasar del tiempo se propuso ir abriendo este lugar a la ciudadanía. En 2015 se empezó a trabajar la idea de acercar la literatura a la comunidad y se comenzó a crear un ambiente amigable que motivara a los habitantes de la ciudad a participar de esta instancia.

Identidades culturales

Las instalaciones de la biblioteca se convirtieron en un apoyo al desarrollo educativo y social de la comuna y provincia de Concepción. Existían dos identidades en el edificio. La primera era la de ser un centro de consulta y préstamo bibliográfico destinado al estudio y el conocimiento. La segunda era disponer de un lugar físico para sostener actividades culturales y recreativas para la comunidad penquista.  Pero ¿es posible que ambas personalidades se interrumpan entre sí?

Se dispone de un calendario de eventos mensuales. Ejemplos serían charlas científicas, talleres literarios o de ajedrez, exposiciones sobre temas patrimoniales y clubes para conversar sobre diversas materias sociales. Las personas visitan las instalaciones motivadas, en un inicio, por estas instancias, pero luego sienten curiosidad por la colección literaria y se acercan a explorarla. “Una de las estrategias para atraer público variado, es ofrecer una cartelera de actividades con diversas temáticas, permitiendo que se sumen socios que van desde niños hasta adultos mayores”, señaló Carlos Navarrete, gestor cultural de la biblioteca.

Finalidad compartida por este espacio

Entonces, se intenta fomentar la lectura a través de estas actividades recreativas ya que funcionan como un apoyo a la finalidad principal de la biblioteca. Si bien se puede distraer a los visitantes a causa del ruido de algunos eventos, normalmente eso no resulta en inconvenientes. “Por lo general solo me quedo estudiando en el segundo piso. Pero no me molesta el ruido. Es que no se escucha tan fuerte, además uso audífonos cuando estoy leyendo”, indicó Claudia Martínez, usuaria de este espacio. También se notifica por diferentes medios, como redes sociales, sobre el funcionamiento de estas instancias para que el público lector tenga noción sobre el uso del lugar.

Avistamiento accidental

“La biblioteca tiene un promedio de 600 personas diarias, entre las cuales se encuentran visitantes que buscan un espacio de estudio, de los que solo un mínimo porcentaje se inscriben como socios”, explicó Carlos Navarrete, gestor cultural de las instalaciones. La ubicación permite que exista un flujo de personas que transiten cerca del edificio. Se encuentra cerca del centro de Concepción y al frente del Parque Ecuador. En días de lluvia funciona como un refugio, si bien este hecho se puede presentar como una oportunidad para la lectura, por lo general estos pasajeros solo ocupan los sillones y el lugar por unos minutos y luego lo abandonan después de pasear por los diferentes rincones literarios.

Dentro del perfil mayoritario de asistentes se encuentran estudiantes, tanto de educación superior como enseñanza media. “La primera vez que vine fue hace unas semanas, antes del temporal de la otra vez. Había salido de clases y me pilló la lluvia así que entré nomás. Luego fui a ver los libros y me quedé un rato”, relató Francisco Escobar, quien ahora frecuenta la biblioteca.  Por otra parte, la institución contempla un horario extendido de lunes a domingo que brinda accesibilidad para mantener un servicio vigente y prolongado a la comunidad. Esta característica es fundamental para llegar a toda la ciudad.

La provincia de Concepción tiene un espacio equipado para almacenar y difundir la cultura. Cada elemento de la biblioteca responde a cumplir su objetivo de fomentar la lectura. Existen rincones literarios enfocados a diferentes rangos etarios, salas donde se realizan clubes y charlas orientadas a públicos específicos como en el caso de temas científicos o sociales. La ciudad cuenta con un lugar maravilloso para motivar a que familias lo visiten y le presenten a sus hijos este mundo. Que estudiantes puedan encontrar tranquilidad para repasar y adquirir conocimientos. También para aquellas personas que simplemente busquen leer una historia clásica o contemporánea.