El Ballet Folclórico, conocido por los funcionarios y estudiantes de la Universidad de Concepción como BafoUdeC, es una función que pertenece a la Unidad de Actividades Extraprogramáticas de la misma casa de estudio, en donde participan varios universitarios de diferentes carreras. 

Un estudio de la Universidad de las Fuerzas Armadas de Ecuador señala la importancia de realizar actividades recreativas saludables en alumnos de educación superior, pues estas acciones promueven y generan un impacto significativo en la salud física, mental y social de los jóvenes estudiantes. Por consiguiente, participar activamente contribuye al desarrollo de una vida más saludable acompañada de buenos hábitos duraderos. 

La carga académica que enfrentan los estudiantes en la universidad es mayor a la de la educación media. Trabajos, presentaciones y certámenes son algunas de las tantas evaluaciones que realizan los universitarios durante sus semestres académicos. Sin embargo, varios jóvenes participan en actividades recreativas y extraprogramáticas como una forma de relajarse y desconectarse, aprovechando el tiempo libre que va quedando. 

Equilibrar los estudios con hobbies de interés personal es un gran compromiso que promueve BafoUdeC. Asimismo, la disciplina y la constancia son factores importantes que requieren los jóvenes universitarios que deseen entrar al curso de Ballet Folclórico. 

Motivaciones e intereses para practicar  

Son miles los jóvenes que desean participar cada semestre de las actividades extracurriculares de la Universidad de Concepción. Los diversos cursos artísticos de la Dirección de Servicios Estudiantiles, conocida por las siglas DISE, acaparan la atención de aquellos que buscan realizar actividad física, tiempo de recreación e interacción social, pero ¿qué sucede con BafoUdeC?  

El Ballet Folclórico de la Universidad de Concepción tiene un funcionamiento diferente en comparación con los otros talleres que se ofrecen en la Casa del Deporte. En lugar de inscribirse a través de la Tienda Virtual UdeC, se debe asistir a alguno de los ensayos y hablar directamente con el director José Antonio Cortés. 

«Cuando estaba en el colegio, vi muchos excompañeros y jóvenes de mi comuna que participaban en algún tipo de coreografía similar al que se realiza en BafoUdeC. Comencé bailando cueca y danza chilena, así me di cuenta de que me hubiera gustado aprender desde niña bailes latinoamericanos e inclusive, una de las razones por las que entré a la casa de estudio fue por el ambiente grato que posee la agrupación».  

Loreto Carrasco, estudiante de Bioquímica de la UdeC, señaló que los motivos por los cuales decidió ingresar al Ballet Folclórico fueron el interés por la música latina y la admiración por los expertos.

Como Loreto, hay muchas más. Scarlet Mayorga, alumna de Ingeniería Civil Matemática, destaca su trayectoria de años en esta actividad dinámica junto con la satisfacción que experimenta al dedicarse a lo que le apasiona: «Siempre he estado conectada al baile mucho antes de entrar a BafoUdeC. Poder seguir mi pasión y balancearlo con mi carrera es la mejor decisión que he hecho». Monserrat Lobato, estudiante de Ingeniería Comercial, también señala lo mismo. Aunque posee un largo recorrido en la danza, inició su camino en las coreografías latinoamericanas con las clases de Ballet Folclórico.  

«Mi amiga me mostró la información. El año pasado vimos las muestras de los talleres y de ahí surgió la idea de ver una clase. Desde entonces continuamos aquí hasta el día de hoy. Es una vivencia nueva que me gusta bastante. Jamás había bailado ninguna de estas danzas y es muy entretenido. Además, te mantiene activo, te obliga a trabajar la memoria y la reacción de respuesta rápida sin gastar dinero, ya que el curso es gratis». 

La práctica del baile durante años no es un requisito para ingresar a BafoUdec según Paulina Montes, estudiante de Traducción/Interpretación en Idiomas Extranjeros, resalta el fácil acceso que poseen los alumnos de la universidad, con o sin experiencia, a los cursos extracurriculares.

La clave para mantenerse en el ritmo 

«El compromiso con el baile sirve para organizarse. Mi carrera demanda mucho tiempo, la mayor parte del cual se destina netamente al estudio. Cuando tengo momentos libres, saco la vuelta, no hago nada y esas horas disponibles no son productivas. En cambio, el curso me ayuda a ordenar mejor mis tiempos y ser más productiva en esos ratos». 

La planificación es fundamental para equilibrar las responsabilidades y exigencias que implican tanto la universidad como el BafoUdeC por lo que afirma Scarlet Mayorga.

Muchas de las participantes del BafoUdeC aseguran que, antes de los ensayos, realizan todas sus responsabilidades académicas. Al termino de la clase, regresan a sus casas solamente a descansar tranquilas.  

Siempre hay excepciones, como Monserrat Lobato, quien, además de bailar para el Ballet Folclórico de la universidad, participa en otros talleres de la Casa del Deporte y es la vicepresidenta del centro de alumnos de su facultad.

«A veces sacrifico mis estudios para poder rendir al nivel que el BafoUdeC exige. No nací con un talento natural para el baile, por lo que en ocasiones dejo de estudiar para practicar y practicar correctamente». 

Monserrat Lobato respecto al tiempo dedicado al Ballet Folclórico.

El mentor del Ballet Folclórico  

Gran parte de este curso se debe a la mano guía del director de Unidad de Actividades Extraprogramáticas, José Antonio Cortés, quien ha liderado durante varios años de su carrera la agrupación folclórica.

«El BafoUdeC es para crear bailarines, no es simplemente un taller más que ofrece la Universidad de Concepción. Esto es para aquellos que la danza los mueve y motiva», comenta el responsable del grupo. 

José Antonio Cortés respecto a la misión del Ballet Folclórico.

Al estar a cargo del taller, se ha desarrollado una reputación que, para los externos, no tiene la mejor luz y que para muchos, aleja a las personas del BafoUdeC. Algunos lo perciben como un hombre brusco, estricto e incluso verbalmente violento. Por ende, para varios bailarines y estudiantes con ganas de aprender, termina de ser una razón de peso para no intentarlo. En cambio, las bailarinas defienden férreamente que no es así, «esa es una visión de aquellos que no saben controlar sus frustraciones y no aceptan críticas. Uno no es perfecto y se une a la agrupación para instruirse, si no estás dispuesto a las correciones del profesor, no es el ambiente más adecuado para ti», señala Monserrat Lobato. 

Al preguntarle a Scarlet Mayorga, ofreció una respuesta clara y tajante al respecto: «Con el profesor tengo una relación bastante buena. Estoy en el BafoUdeC desde el 2021 cuando teníamos ensayos online. Mis avances en la danza bajo su guía han sido muy positivos y al momento de hacer críticas, escucho solo lo relacionado con el baile, que es lo importante». 

Experiencias mágicas 

Todas las bailarinas tienen una presentación especial guardada en el corazón. Scarlet Mayorga afirma que la más memorable para ella es «el concierto de Navidad en donde nos presentamos con el BafoUdeC. Fue una de las mejores experiencias que he tenido bailando. Había miles de personas esperando para vernos. estaban incluso en la parte de atrás del escenario». 

Cada una de las integrantes del curso señala la importancia de las presentaciones de manera diferente. Las mariposas en el estómago que las entusiasma antes de bailar, los aplausos verificando que habían hecho un buen trabajo, lo bien que sienten al subir al escenario. Sentimientos y emociones que las motivan a seguir practicando. 

«El prestigio que tiene el BafoUdeC es algo que no se compara. Me motiva subir al escenario sabiendo que el nombre de por sí me da una posición, además de que la sensación de estar ahí es incomparable», comenta Monserrat Lobato al momento de preguntarle que se siente representar a la universidad a través del baile. 

El Ballet Folclórico de la Universidad de Concepción es un pilar en el área cultural de la región. Es una razón de orgullo para los bailarines y la institución, tiene un valor emocional para muchos, incluso para aquellos que no participan directamente. Sin lugar a duda, una de las trayectorias más importantes dentro de la casa de estudio. 

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