El riesgo inminente del cierre de la corporación cultural de la siderúrgica Huachipato despierta preocupaciones para el área cultural de la zona. Ante un eventual cese de funciones, ¿cuáles serían las consecuencias?

Los orígenes de Artistas del Acero se remontan al año 1958, momento en el que un grupo de trabajadores de la Compañía Siderúrgica Huachipato con habilidades artísticas impulsó una humilde exhibición de las obras que habían creado durante su tiempo libre. Fue tanto el interés que despertó esta novedosa instancia, que lo que comenzó como una instancia de relajación para trabajadores y familiares de los obreros de Huachipato.

Faro cultural

Hoy se rige como un “faro cultural” de la zona que opera a nivel nacional. Hoy estos 65 años de trayectoria corren peligro; tras el cierre de la siderúrgica, el centro cultural anunció que sin el presupuesto de Huachipato, sólo podrá operar hasta diciembre de 2024.

Destaca por su trabajo colaborativo e integrador a través de alianzas con comunidades educativas, migrantes, artistas, e incluso con juntas de vecinos. Según Natalia Groth, licenciada en Artes Visuales de la Universidad de Concepción y titulada en Producción Artística, Artistas del Acero tiene un rol social y educacional muy importante que cumplir en la zona: “Permite que artistas con experiencia tengan un espacio expositivo que reciba y resguarde sus obras”. Más allá de esto, sus actividades también le dan la bienvenida a creadores emergentes, e incluso estudiantes de arte para que sigan perfeccionando sus técnicas, por lo que nadie se queda afuera: el interés es suficiente.

Con una gran variedad de talleres en los que se imparten clases a alrededor de 600 personas en este momento, “es un espacio educacional y de referencia para las personas que habitamos esta región”, sentencia Natalia. Mauricio Castro, director del departamento de Cultura en la Municipalidad de Concepción, se suma a estas palabras: “Sin duda que ha sido un pilar fundamental en el desarrollo de la cultura en la ciudad, ha permitido facilitar el acceso a mucha actividad y educación artística”.

Un legado que corre peligro

Ante el posible cierre del centro, comenta que se trata de un prospecto doloroso. “Cada vez que cierra una corporación cultural, muere una parte de la ciudad, porque hay un patrimonio vinculado a ese trabajo”. La presencia de este centro ha significado la consolidación de lazos cimentados en el trabajo artístico y educativo que se ha cultivado a través de varias generaciones. “El trabajo de Artistas del Acero está muy arraigado en la idiosincrasia y la identidad local, y sería muy difícil reemplazar lo que ellos hacen”.

En el caso de un eventual cese de funciones, para continuar con el legado de esta organización, las maniobras de salvataje no son imposibles, pero sí resultan engorrosas. Entre instituciones privadas y públicas debieran acoger tanto a los profesionales que se desempeñan ahí. Según el director de Cultura, lo más complicado sería “paliar el déficit de educación artística para los niños que estudian ahí. Sería un doble desafío si sumamos el aporte que realiza a las artes escénicas y visuales con su salsa de espectáculos y galería de artes”. Aun así, el trabajador municipal afirma con confianza que ve difícil que esta entidad deje de funcionar.

Biobío al rescate

Es fácil estar de acuerdo con Castro tras el anuncio hecho por el Gobierno Regional: ahora forma parte de la comisión de Artistas del Acero, con tres directores habilitados. Así, de acuerdo con la Ley de Presupuesto, se podrá disponer del 5 % del presupuesto fiscal para cubrir gastos de entidades asociadas. Rodrigo Díaz, gobernador regional del Biobío, afirma sobre el centro cultural que es bueno para la región que exista, ya que es el mayor desarrollo económico y cultural de la región. “Es importante mantenerla por la red de conexiones culturales que brinda. Artistas del Acero es un aliado estratégico para la región. Si no se tiene funcionando esta entidad no tendrían futuro instancias como la Orquesta Sinfónica Juvenil o Corredor Biobío”.

Pero no todo es desgracia, porque al igual que muchos otros actores y dramaturgos, Valentina Durán, de la compañía Teatrhoy, se suma a las campañas que han surgido para salvar a la agrupación. “Hay que moverse e insistir para que se mantenga este espacio. Es muy importante devolver la gestión, la colaboración y la ayuda para que no se cierre Artistas del Acero y que continúen con su gestión”. Por todas partes es un espacio muy vigente que aporta permanentemente al sector.

Salvemos Artistas del Acero

La comunidad de artistas y trabajadores de teatro, actores y actrices, están en deuda con Artistas del Acero. “Ha acogido múltiples estrenos, distintas compañías, procesos de teatro ha sido espacio de ensayo. También es un lugar de formación para distintos talleres e instancias de ese tipo”. Esta inclusión se extiende tanto para artistas que están recién formándose como para profesionales que han podido perfeccionarse. Por supuesto, estas instancias de formación van más allá de las artes escénicas, e incluyen espacios de perfeccionamiento para las artes visuales y musicales.

De vuelta al área escénica, el cese de funciones tendría consecuencias inmediatas en la zona: “Perjudicaría para estrenos, ensayos, funciones, para talleres de perfeccionamiento, y encuentros teatrales. Muchas compañías a nivel nacional tienen espacio para mostrar sus trabajos en Concepción únicamente por la gestión de esta entidad cultural”. Es importante mencionar la constante presencia que tiene este centro en el sector público, al estar constantemente apoyando con cartas de respaldo para incentivar la postulación de proyectos culturales y artísticos a nivel local y nacional.

Un trono sin sucesor

En estos momentos el centro cultural se ve en la necesidad de cosechar todo lo que ha sembrado durante décadas, y hasta el momento, ha podido sortear los obstáculos a corto plazo sin mayores problemas. De momento, la asociación puede estar tranquila, puesto que cuenta con apoyo a nivel sindical. En el pasado ha servido de espacio para realizar asambleas, votaciones, encuentros, y otros eventos para el Sidarte.

Incluso si se delegasen las labores que cumple la organización a otros centros culturales activos en la región como Corredor Biobío, Balmaceda y el Centro Artístico Cultural. “Ninguno de ellos podría cumplir el mismo rol que Artistas del Acero, no tienen comparación”, sostiene Carlos Soto, presidente del sindicato de actores y actrices de Chile Sidarte. Esto porque el centro cultural cuenta con un equipo enteramente dedicado a la producción y gestión de instancias que incentiven la cultura y la expresión artística. Constantemente se está buscando generar instancias de vinculación con establecimientos educacionales o con otras comunidades.

Desde Sidarte están al pendiente de la decisión que dictamine el destino de Artistas del Acero, y que de ser necesario. “Estamos listos y dispuestos a salir a manifestarnos con mucha más importancia dentro de las calles de Concepción, Santiago, Valparaíso y en donde sea necesario para resguardar su existencia”. Para apoyar la causa desde casa, es posible firmar una carta abierta al presidente Boric para la campaña “Salvemos Artistas del Acero”, organizada por el mismo centro cultural.

Escrito por Antonia Ferrada y Sofía Cifuentes

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