Independencia en el periodismo como herramienta de la verdad OpiniónPor Héctor Abarzúa Robles - 18 octubre, 2024 En múltiples ocasiones la publicación de una noticia se encuentra sesgada por quien financia el medio, pero por más realista que sea esta situación, no responde a la finalidad de la profesión. Se dice que el periodismo es el cuarto poder. Una entidad legisladora que, a través de la información, moldea y retrata la realidad. Pero, ¿es posible que esta disciplina solo se deba a sí misma? Es decir, que el Gobierno depende de una constitución, impuestos y de funcionarios que siguen las guías del proyecto presidencial vigente. ¿Será que también lo hacen los medios de comunicación respecto con su base y regla primordial? La cual es indagar. El dinero. La manera de financiar estas empresas de la comunicación es la base en un país con raíces neoliberales como lo es Chile. La prensa del Estado se debe a esta. La privada a sus inversores. Pero, ¿qué hay del libre periodismo? El compromiso de este llega a un estado casi filosófico, en donde cada profesional profesa con su teclado el deber de informar, pero repentinamente es controlado por una línea editorial que protege los intereses de quien entrega el sueldo. No llega a materializarse esta idea, pero sí ocurre en el cerebro investigador de cada colega. Dentro de las formas mas comunes para financiar medio independientes se encuentran las donaciones. Sumas que varían desde los 5 000 hasta 20 000 pesos chilenos. Foto autoría propia. Entonces, la profesión se debe a los ciudadanos. Un derecho a expresar todo lo que ocurre de relevancia y un deber de emitir veracidad en cada producto periodístico. CIPER y los medios regionales más acotados mueven la batuta de la disciplina con orgullo. Si los grandes medios no quieren o no pueden, aquella empresa idealista impulsa su espíritu independiente y este trabajo deja de ser una idea, ya que se transforma en aquel cuarto poder de manera veraz. Una herramienta pura de la verdad. Pero, lidiar con el financiamiento es la principal problemática. La única opción que queda es que la ciudadanía sea el sostén de quienes buscan el bien común con la información. En ese caso, la pregunta es si dejaría de ser independiente a ser un medio estatal. O el apoyo económico solo tiene la finalidad que se planteó en el primer párrafo: hacer que el periodismo dependa para sí mismo y para con sus lectores.