La danza es más que movimiento: vivencias y detalles en torno al escenario

Existen diferentes disciplinas artísticas para todos los gustos. En este caso, la danza se caracteriza por otorgarle libertad al cuerpo para expresar lo que desee.

Respiración, pasos, el corazón agitado y las ganas de darlo todo. El baile forma parte del estilo de vida de miles de personas, que buscan comunicarse a través de la corporalidad y gozar de la libertad que otorga moverse sobre el escenario.

El valor del movimiento

La danza es el disfrute de los cuerpo en movimiento. (Fotografía de Captureye.cpp)

La danza es mucho más que seguir una coreografía. A través de este arte se puede aprender sobre coordinación y flexibilidad. El cerebro se encarga de entregar movimiento, mientras que a través de la música se puede demostrar el lado más creativo y libre del bailarín.

En cuanto a la danza en la antigüedad, es considerada como un acto de socialización entre seres humanos. A través de la respiración y los latidos del corazón, las personas involucradas van encontrando su espacio y su expresión. Antes esto se demostraba en tribus, ahora se demuestra sobre el escenario.

Además de ser una forma de expresión, también es útil para mantener una vida saludable, a nivel mental e incluso cardiovascular. Como expresó la coreógrafa Paz Salgado “te ayuda a no ser una persona sedentaria, si estás triste pon la música que quieras y tu cuerpo va a vibrar solo”.

Para gustos, colores

El vestuario es un punto importante al momento de querer aprender un estilo. (Fotografía de Diego Aravena).

Si deseas poder desarrollar esto, hay miles de opciones para cada estilo. Es cosa de dejarse llevar por el vestuario y la actitud de los bailarines, para animarse a seguir sus pasos y disfrutar. Desde ritmos urbanos llenos de rapidez, hasta precisión para volar sobre las zapatillas en punta del ballet. 

“La verdad es que siento que el flamenco te atrapa por lo profundo que es. La conexión con las emociones a flor de piel cuando lo conoces por primera vez. Cuando lo vas aprendiendo ves que es infinito y que hay demasiado por conocer. Es inabarcable”, La bailaora de flamenco, Raisa Ortiz, explicó qué tiene de particular el flamenco, diferenciándolo de otros estilos gracias a su profundidad.

En cuanto a la bachata, género musical lleno de sensualidad y energía, la bailarina Cindy Parraguez explicó qué tiene de especial. “Son ritmos alegres, es un baile que puedes disfrutar solo, en pareja y en grupo. Tiene esa plasticidad que no todos los ritmos tienen”.

También existen estilos que aprovechan lo mejor de otras formas de danza, como lo es el caso del reguetón. La coreógrafa Paz Salgado explicó más sobre este punto. “Si bien no tiene fundamentos, como el dancehall, el vogue, tiene la fusión de todos estos estilos que existe y lo convierte en una danza bien completa, aunque muchas veces es mirado en menos, por ser comercial” Expresó.

Salud mental y danza

“Para mí la danza es una necesidad en cierto aspecto, bailo desde siempre y la costumbre de hacer algo más aparte de lo académico se me hizo necesidad ahora en la u, me ayuda mucho a desestresarme y conectarme conmigo misma y el espacio que me rodea”, expresó Fernanda Schenke Sepúlveda, bailarina de danza moderna de la Universidad de Concepción.

También explicó qué sucede dentro del organismo al bailar: “Se libera oxitocina al momento de moverse con otras personas, esta hormona está presente durante las relaciones interpersonales. La música también es muy importante, ya que se encarga de activar todas las áreas del cerebro que tienen relación con los recuerdos y emociones, por lo que lo hace una buena combinación para proteger la salud mental”, detalló la profesional.

Bailar es la mejor forma de expresarse y cuidar la salud mental. (Fotografía de Marcos Oyarzún – Captureye.ccp)

No es casualidad que esta disciplina artística tenga relación directa con la salud mental. Isabel Puga, psicóloga de la Pontificia Universidad Católica de Chile, expuso la importancia de hacer este tipo de actividades a nivel neurocientífico.

“Durante la actividad física se liberan endorfinas, hormonas que se encargan de que te sientas bien. Como esta actividad en específico requiere de atención y coordinación, aumenta mucho el sentido de autosuficiencia”, detalló.

Es así como los mismos bailarines confirman los dichos de la psicóloga. Según Cindy Parraguez “es totalmente una terapia complementaria, porque si bien no reemplaza la terapia psicológica, pero sirve mucho para re conectar conmigo misma. El pararse en el escenario y dar el todo por el todo, aumenta mucho la autoestima”.

La danza es para todos

Cualquier persona que tenga ganas de expresarse y liberar energía puede aprovechar su corporalidad para moverse libremente. Como explicó la bailaora Raisa Ortiz “yo creo que el flamenco siempre me ha ayudado a conocerme mejor. Me demuestra de lo que soy capaz, me conecta con una energía que en el día a día no es fácil explorar. Te impulsa a salir de tu zona de confort, a empoderarte y confiar en ti”.

Después de leer estas historias, es momento de perder el miedo y atreverse a bailar.

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