Mermelada de alcayota, una preparación en peligro

La alcayota es una planta rastrera y trepadora de abundantes hojas, desarrolla una calabaza verde con líneas amarillas. No son estas las cualidades que la transforman en una planta digna de ser descrita.

Esta antigua planta, una planta a la que decirle antigua me hace todo el sentido, solía ser encontrada en la cocina de las abuelas. A simple vista es la criatura más aburrida del mundo de las calabazas, pero el hermoso aroma que desprende de su más emblemática preparación la ha hecho inolvidable.

La mermelada de alcayota es distinta en muchas formas a una mermelada más. La idea de comer tiras con apariencia de pelo transparente, similares a fideos de arroz, es sin duda un quiebre a todo lo que esperamos de una mermelada.

Si la mente logra desafiar lo esperado y disfrutarla con sus diferencias, se encuentra un sabor a caramelo, aromático y que genera relación con algo que aún no acaba de madurar, pero se mantiene cálido por sus infaltables ramas de canela. Para más sorpresa, entre su ya curiosa textura, una crocante y húmeda nuez que se quiebra en sabor se roba el escenario, detalle que levanta a esta mermelada sobre las otras, que por lo general se limitan al azúcar como único ingrediente no frutal.

Foto: Comidas Chilenas

Hubo un tiempo en que la mermelada de alcayota no era extraña. Hoy, en un mundo que cada vez se homogeniza más, esta fruta nativa de los países que están a lo largo de todo el cordón montañoso de América, esta calabaza desteñida y de poca pulpa, parece desaparecer. Desaparecer de la mesa, de las tostadas, de las empanadillas y las galletas, pero ojalá nunca de la memoria.


Si te interesa puedes leer Delivery y comida chatarra: el dañino estilo de vida universitario

Top