Omar Lara: vida, obra y legado

Dentro de los autores destacados que han pasado por la octava región de Chile, encontramos nombres como el de Baldomero Lillo y Gonzalo Rojas, dos escritores que han alcanzado gran respeto en el panorama de la literatura chilena. A esos nombres, se le puede añadir el de Omar Lara, quien a pesar de haber nacido en la región de la Araucanía, dejó, en su paso por Concepción, una importante huella cultural y artística que han hecho de su nombre un importante recuerdo de la historia, no solo de la ciudad, sino que a nivel nacional.

Este 2025, se cumplen cuatro años desde el fallecimiento de Omar Lara, poeta chileno que destacó por su rol en la poesía y por su contribución en el ámbito de la creación y difusión literaria. Considerado por muchos uno de los principales promotores de la escena literaria nacional, Lara es recordado por su obra y, principalmente, por su labor en el campo de la cultura. 

Nacido en 1941 en la Región de la Araucanía, desde pequeño mostró gran interés en la escritura. Gracias a una escueta pero intensa biblioteca que tenía un compañero suyo del colegio, Lara encontró sus primeras lecturas y escrituras en la infancia.

Primeros pasos

Omar Lara pertenece a una generación que comenzó a desempeñar su tarea literaria en la década de los sesenta, poco antes de que iniciara la dictadura militar que afectó a muchos autores y autoras de su generación, quienes además de ser perseguidos y/o torturados, encontraron en el exilio la única salida al régimen militar encabezado por Pinochet. Tal fue el caso del autor oriundo de la región de la Araucanía, y es que luego de entrar a estudiar pedagogía en castellano en la Universidad Austral en 1963 y fundar la revista Trilce en ese mismo año, Lara vio su vida interrumpida por el golpe de Estado de 1973. 

En medio de este contexto político, Omar es arrestado y encarcelado durante tres meses. Al conseguir libertad, el poeta que en ese entonces tenía 32 años, viajó a Perú, país desde donde abandonaría latinoamérica con destino a Europa, concretamente a España y Rumanía. En esta última, el escritor vivió casi diez años y cursó sus estudios de filología, en la Universidad de Bucarest. No obstante, la distancia nunca obstruyó su relación con Chile.

La influencia de Teillier

Mientras residió en Europa, varios de sus colegas que permanecieron en Chile continuaron con su labor literaria, actividad en la que Omar Lara seguía presente. Un ejemplo de aquello, son los versos dedicados a él por su amigo Jorge Teillier, en su obra titulada El poeta en Valdivia y publicado en su libro Muertes y maravillas.

Teillier creó la estética conocida como la “poesía lárica”, de la cual Lara también formó parte, pero con su propio estilo. Tal como destaca Edson Faúndez, escritor, investigador y doctor en Literatura Latinoamericana de la Universidad de Concepción:

“Teillier vuelve a la aldea, a los lares de la infancia, y si bien hace eso, Omar Lara también elige un nuevo territorio. Él construye un nuevo territorio, que es un espacio soñado y creado por él mismo, entonces va más allá de lo que hace Teillier. Aunque uno podría decir « la aldea que construye Teillier en su poesía es también una ilusión». Pero es una ilusión patente en el caso de Lara, pues él crea este universo -que es Portocaliu- donde él puede vivir con la hospitalidad que no tiene a veces en el contexto de la realidad social chilena. Recordemos que la dictadura, a su generación y, a él en particular, lo golpea muy fuerte”.

Con respecto al vínculo entre Lara y Teillier, Edson Faúndez destaca que, por más que sí se hayan considerado entre ellos, la lírica de Lara no es una sombra de la del poeta de la generación del 50.  “Está ese encuentro de gran afecto personal entre Teillier y Omar Lara, mucho afecto personal. Pero también de vínculos de afinidades escriturales, de afinidades poéticas. Marcando eso sí la diferencia. Omar Lara no es un poeta que reitere la estética de Teillier”, afirmó.

Y es que fuera de la dimensión de la poesía lárica, Lara consiguió extrapolar su obra lejos de la de Teillier. Su trabajo llegó a países como España y Rumanía, pero también en Perú, Cuba y territorios aledaños. Se reconoció la calidad de su obra y, en 1975, obtuvo el prestigioso Premio Casa de las Américas. Este hito, terminó por consagrarlo como un autor de primer nivel en lengua española.

(Fotografía: Biblioteca Nacional) Jorge Tellier y Omar Lara en la casa de Jorge Aravena.

El retorno a Chile y su paso por Concepción

En 1981, Omar dejó Bucarest para pasar una temporada en Madrid. Allí, volvió a poner en circulación la revista Trilce, que había desaparecido luego de que su fundador partiera al exilio. Más tarde y con el plebiscito de 1988 cerca, decidió volver a Chile y asentarse en Concepción, donde desarrolló su última etapa creativa.

(Fotografía: Memoria Chilena) Artículo publicado por el Diario El Sur de Concepción, julio de 1984.

En la ciudad penquista, Lara potenció enormemente la escena literaria de la zona. No sólo con la presencia de un autor de su relevancia, sino también, aportando significativamente en el desarrollo de la editorial LAR (Literatura Americana Reunida). Este sello, alcanzó gran importancia durante los años en que se mantuvo activo y publicó a autores como Antonio Skármeta, Niall Binns y Jorge Teillier. En Concepción, Omar también concretó la última etapa de Trilce y abrió la librería Alas ubicada en la calle Ongolmo 139. 

Asimismo, Lara fue un autor que ayudó y compartió la obra de otros autores pertenecientes a regiones cercanas a la del Biobío. Gracias a él y su influencia, se pudieron organizar proyectos culturales, ferias del libro y talleres que antes eran bastante escasos.

La poetisa Taty Torres, ganadora del premio Ceres de Artes Literarias Región del Biobío en 2014, trabajó muy cercanamente con Lara durante su estadía en Concepción y hoy destaca su gran contribuci. “Omar Lara indudablemente aportó muchísimo a la literatura. Era un poeta cercano y muchos se nutrieron de sus palabras, ya sea en talleres o conversatorios. Su librería siempre tenía las puertas abiertas para recibir a quien quisiera ir a saludarlo y hablar de los autores que conocía, y conocía muchísimos. Ser director y fundador de la revista Trilce, con los diferentes  encuentros internacionales, nos permitió a muchos de nosotros conectarnos con poetas y narradores. No solo de Chile, sino también de muchas partes del mundo”, declaró. 

Y es que el escritor nacido en La Araucanía, también se desempeñó como traductor de poetas en lengua rumana y como gestor cultural. Fue esto, lo que le otorgó una amplia ventana para conectar autores foráneos a Chile. En ese sentido, su aporte con talleres o con la primera Feria del Libro de Artistas del Acero fue fundamental, tal como lo destaca el también poeta y gestor cultural, Jorge Foss. “Me acuerdo que lo escuché declamar algunas veces y que me gustó mucho. Yo sabía de su importancia, que era muy conocido, pero realmente cuando lo escuché leer, ahí me agradó, ahí me gustó su poesía”, expresó. 

La huella imborrable de su legado

Daniela Guerrero, poetisa y editora, también destaca lo que Lara hizo por la cultura. “Mi opinión sobre él como gestor cultural es desde el agradecimiento y reconocimiento. Omar tenía la firmeza y claridad de reconocer los trabajos poéticos que él encontraba valiosos, fueran sus cercanos o no. En mi caso, hace muchos años me escuchó en una lectura y de ahí en adelante me fue moviendo en espacios literarios de renombre e invitándome a leer con autores ya muy consagrados. Siempre fue generoso, al menos conmigo, en ese sentido, sin ser yo de su círculo”, manifestó.

De esta manera, el poeta consiguió crear un nombre que resonó durante muchos años en Concepción. Lamentablemente, su fallecimiento en 2021 dejó muchos proyectos inconclusos, pero todo apunta a que su figura no ha desaparecido. En este sentido, Edson Faúndez subraya que “estamos todos todavía. Quienes lo conocimos, quienes lo leemos o leímos, quienes hemos escrito sobre él; yo he escrito varios artículos y prólogos sobre la poesía de Lara. Estamos todavía vivos, entonces está en nuestra memoria. Yo creo que es una poesía que va a perdurar.”

Justamente, son las generaciones futuras, las que han de conocer los poemas y a los poetas que han marcado un antes y un después. Tal como lo señala Celeste Chamorro, profesora de lengua y literatura, “ellos muchas veces se sienten identificados con sus obras y eso los acerca a la literatura». En la misma línea, subrayó que eso, en el contexto actual, «se agradece muchísimo, porque cada día hay menos interés por la lectura”.

(Fotografía: Archivo TVU) El día del deceso de Omar Lara, el canal penquista TVU, preparó un reportaje sobre el poeta a modo de homenaje.

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