Las dos caras de la Plaza Perú: historia y transformación

Desde la década de los 40 a la actualidad, la Plaza Perú es un destacado centro cultural y gastronómico a nivel nacional. Pero ¿cómo ha solucionado las dificultades del último tiempo?

En el corazón del barrio universitario de Concepción se ubica la Plaza Perú, un espacio que fusiona el estudiantado y la bohemia. Es el punto de encuentro entre algunos de los lugares más icónicos de la ciudad. Entre ellos, la avenida Paicaví, la Diagonal Pedro Aguirre Cerda y la Casa del Arte José Clemente Orozco también conocida como Pinacoteca UdeC.

El sector es pieza fundamental para la comunidad desde sus inicios en los años 40, albergando a muchos inmigrantes europeos que se asentaron en la capital regional en busca de mejores oportunidades. Con su arquitectura parisina y su fuente en medio de la explanada, el Barrio Plaza Perú alberga uno de los centros gastronómicos más grandes del país.

La otra cara del barrio

Plaza Perú en 1950 cuando funcionaba como punto de reunión de extranjeros.
Créditos: Alejandro Mihovilovic.

Sin embargo, pese a su gran potencial y al valioso espacio de reunión entre estudiantes y comerciantes, fue duramente consumido por la delincuencia en los últimos meses.

Desde hace tres años, Tomás San Martín, estudiante de Geofísica en la Universidad de Concepción, recorre a diario la zona para poder llegar a sus clases. “Cuando uno salía tarde y le tocaba pasar por la plaza, lo hacía con miedo. El año pasado me tocó ver varias veces cómo asaltaban gente y uno ahí prefiere ni meterse porque los delincuentes nunca andan solos”, comentó el joven, recordando los fríos días de invierno en los que su jornada terminaba sin la luz del sol.

“A mí me tocaba estar harto tiempo en la universidad porque tengo muchas ventanas en la semana, y la verdad (los asaltos) eran más tema en las noches o los días viernes, cuando hay más gente”, agregó el universitario.

Un caso similar es el de Antonia Newman: “Se me apretaba la guata cuando salía de clases tipo siete y me tocaba caminar a mi casa”, confesó la estudiante y vecina del Barrio Plaza Perú. “Pensé hasta en arrendar en otra parte porque la situación me tenía incómoda, sentía que debía estar alerta todo el tiempo, vivir así es inviable”, concluyó.

Ambos estudiantes concordaron en que la falta de seguridad era notoria. La escasa presencia policial y de seguridad ciudadana fueron factores determinantes en el aumento de hechos delictuales en el lugar.

Revitalizando el barrio

Al igual que Tomás y Antonia, muchos transitaban el sector con miedo, hoy ese sentimiento es de tranquilidad.

El Barrio Gastronómico Plaza Perú fue beneficiado por el Programa Especial de Barrios Comerciales (PREAVS), la iniciativa busca mejorar la protección del espacio público, el turismo y la sustentabilidad. En términos simples promocionar la zona como un destino gastronómico, mejorar las condiciones de seguridad e implementar medidas de gestión sustentable de desechos.

Algunas medidas ya están en desarrollo, como la implementación de una zona de reciclaje y la reactivación de las redes sociales oficiales del Barrio Plaza Perú donde constantemente se está subiendo contenido para invitar al público a participar de los eventos culturales y por supuesto, consumir en los restoranes.

Representantes de Subdere, Sercotec y Barrio Plaza Perú en el lanzamiento del programa.
Créditos: Seremi Economía Biobío.

Los cambios iniciaron en octubre de 2024 y la eficacia de las acciones se ven reflejadas en la percepción de la comunidad. Antonia Valderrama es estudiante de Medicina y vendedora de tabaco en sus tiempos libres, antes debía llegar temprano a vender pues después de las seis el ambiente se tornaba complicado, hoy goza de sentirse segura en el lugar.

“Ahora se ve más gente y tengo más ventas, los viernes de batallas en la Plaza Perú y para el REC, se notó un cambio. Aparte la gente anda mucho más tranquila, está todo más agradable”, expresó la joven.

Antonia Newman también quiso opinar de los cambios. “Creo que a todos nos beneficia sentirnos escuchados y que estas quejas de los distintos robos hayan sido recibidas por parte de las autoridades, que ahora sí se vea cómo las mejoras influyen en nuestra vida cotidiana”, comentó la residente del sector.

Hacia una mejor versión

La zona de comercio local, pymes y ambulantes sigue a su ritmo mejorando sus condiciones, el programa está recién comienza a cosechar los frutos del esfuerzo de meses y este es el primer paso hacia un barrio más seguro y vivo.

“Yo creo que primero mantener las medidas que se han estado implementando, pero algo por mejorar es quizás la iluminación y también la limpieza. Algunas partes donde los locales dejan sus bolsas de basura a veces huele mal”, comentó la vecina del sector.

De esta forma se dan luces de los desafíos y obstáculos que aún persisten, los vecinos esperan que los cambios sean sustanciales y no solo un buen inicio.

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