Educación cívica en Chile: el gran ausente en nuestra democracia Opinión SociedadPor Francisca Alvear Golle - 21 abril, 2025 La falta de educación cívica en Chile ha generado un hueco en nuestro país, dejando una ciudadanía empobrecida e incapaz de confiar en sus políticos. Las personas no saben acerca del funcionamiento de nuestras instituciones, la participación electoral es demasiado baja y no hay interés en los debates políticos. La desaparición de esta asignatura en las mallas curriculares en 1998, bajo el gobierno del expresidente Eduardo Frei, tuvo consecuencias a lo largo de todo nuestro país. En 2016, se volvió a incorporar de manera formal, durante el segundo periodo de la expresidenta Michelle Bachelet. Implementarla no ha sido fácil. En tiempos de desafección política, abstención electoral y creciente desinformación, nos queda claro que hemos sido responsables de criar generaciones que no entienden ni confían en la democracia. La educación cívica debe ser un punto clave en cualquier sociedad. Transmite valores éticos, cívicos y nacionales. Funcionaria muestra un voto al final de las elecciones presidenciales, el 2021 en Santiago. Fotografía: Marcelo Hernández. Un país sin educación cívica es un golpe fuerte y dañino a todos los civiles y al Estado. Impide la correcta formación de sus valores y además no da a conocer los derechos y deberes de cada civil dentro de una república democrática. ¿Sirve de algo que hablemos tanto acerca de derechos humanos o justicia social si los ciudadanos no comprenden las bases del Estado? Sin entender cómo se toman las decisiones en nuestro país, qué significan los poderes del Estado o qué relevancia tiene realmente votar, la población se transforma en individualista y se desconecta de lo colectivo. La educación cívica no debe estar en segundo plano; debe ser fundamental. La democracia se cuida, se aprende y se defiende, pero para esto necesitamos incentivar a todos y así poder formar una ciudadanía consciente y comprometida. Francisca Alvear Golle.