La película del 2014 ha generado un seguimiento en internet, gracias a su combinación de una rebuscada historia y personajes interesantes, aunque detestables.

En los últimos años, ciertas películas y series que siguen a personajes femeninos en parejas disfuncionales y situaciones extremas han ganado notoriedad. Ya sea con lanzamientos modernos como Pearl o Fleabag, u obras más antiguas que han aumentado en fama como The virgin suicides. Lo cierto es que quizás la más aclamada dentro de esta especie de subgénero es Gone Girl.

La película, basada en el libro del mismo nombre de Gillian Flynn, es protagonizada por los ya consagrados Ben Affleck y Rosamund Pike, quienes interpretan a Nick y Amy, una pareja casada de buen pasar. La problemática del filme yace en la repentina desaparición de la esposa. La película intercala la perspectiva de Nick, quien es el principal sospechoso del suceso, y los relatos pasados de Amy, procedentes de un diario de vida.

La historia es indudablemente intensa e interesante, y sus giros, aunque en algunas ocasiones pueden ser predecibles, en otras te encuentran completamente desprevenido. De igual forma, los personajes están perfectamente interpretados, destacando sin lugar a dudas la labor de Rosamund Pike.

El mayor pecado de la cinta es lo repetitiva que se puede tornar. Esto se debe a que el filme entra en ciertas dinámicas una y otra vez, profundizando demasiado en ciertos elementos y dejando completamente de lado otros. Esto genera que los personajes, si bien complejos, no resulten entrañables, lo que hace que el espectador pierda interés a lo largo de la cinta. Ya pasadas las dos horas, el deseo por que la película termine es más que el interés por el desenlace de su trama.

Gone girl es definitivamente un buen filme, pero denso como el solo. Es recomendable si buscas un buen drama o misterio, pero no si lo que deseas es una obra para despejar la cabeza.