Las selvas más amenazadas del mundo: conocer para conservar

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El desarrollo humano, la expansión de las poblaciones, el calentamiento global, los incendios forestales, la agricultura, la extracción de materias primas, la deforestación, etc. Son muchísimos los peligros que hoy enfrentan los ecosistemas, tantas que enumerarlos todos representa un verdadero desafío. En este sentido es indispensable conocer las selvas más amenazadas para aportar a su conservación.

Los bosques y las selvas son lugares importantísimos para el mundo, sobre todo en el contexto actual. No son solo áreas que albergan flora y fauna únicas, sino que también aportan a contrarrestar el calentamiento global, absorbiendo carbono. Además, son una fuente de servicios para la humanidad, controlando la erosión y proveyendo agua dulce a los asentamientos humanos. Como el caso del Bosque Atlántico de Brasil, lugar del que proviene el 60 % del suministro de agua potable para dicho país. 

El problema de las selvas más amenazadas

Aunque la importancia de este ecosistema es gigante, la reducción de estos no disminuye, al contrario, sigue aumentando cada año. En un artículo de National Geographic se señala que, aunque los bosques aún cubren alrededor del 30 % de la superficie terrestre del planeta, su degradación es preocupante. Y es que, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) desde 1990 más de 420 millones de hectáreas de bosque se han perdido, sobre todo en África y Sudamérica. 

Lejos de solucionarse, el problema se sigue agravando. Un claro ejemplo de esto es el caso de la selva amazónica, donde la deforestación y el cambio climático están provocando alteraciones en su capacidad de absorber dióxido de carbono. Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil señaló que entre el 2010 y el 2019 la selva brasileña emitió un 20 % más de dióxido de carbono de lo que absorbió.

Este es un problema en el que la población tiene poca injerencia. El resguardo y la protección de estos lugares fundamentales dependen casi por completo de los Gobiernos y las autoridades, pero conocerlos y apreciarlos es un gran primer paso hacia su conservación.

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