La mañana del día 24 de mayo, todos los medios de comunicación nacionales se disponían a informar la lamentable muerte de la grandiosa Teresita Reyes a sus 75 años.

Aproximadamente a las cuatro de la mañana, se confirmó por familiares el fallecimiento de la destacada actriz. Debido a un cáncer mandibular con el que Reyes llevaba luchando durante meses.

Teresita, como realmente le gustaba que la llamaran, tuvo una trayectoria de más de 40 años en la televisión nacional. Nombrada la reina de las teleseries y experta en roles de nana, es la actriz chilena con más papeles en teleseries chilenas.

Floreciendo en el corazón de Chile: Verdad y humor

La destacada actriz fue muy amada por el público chileno debido a su personalidad carismática y su carácter indomable, presentándose como una mujer fuerte pero dulce.

Teresita siempre tuvo una voz crítica, nunca tuvo miedo de conversar sobre el machismo en los medios, la discriminación por su peso y su género. Debido a esto, su franqueza y honestidad hizo que se ganara el respeto y la admiración de varios en el medio y espectadores.

Además, Teresa se mostró resiliente a la vida. Esto empieza desde el temprano abandono de sus padres, el crecer con su abuela y posteriormente entrar a sus estudios superiores. Aquí, Teresa obtiene la fuerza para estudiar teatro en la Escuela de Comunicaciones de Artes de la Universidad Católica, a pesar de todas las críticas y amenazas que recibió de su familia.

Tuvo una historia de amor sacada de un guion de película junto con el difunto Jorge Giacamán, con el cual dio a luz a cuatro hijos, consiguiendo uno de sus mayores anhelos: su propia familia.

Teresita Reyes construyó su carrera con mucho esfuerzo y sacrificio, empezando con papeles menores. No obstante, eso no la detuvo de regalarnos personajes entrañables en las telenovelas como Machos (2003), Brujas (2005), Papi Ricky (2007), Pobre Gallo (2016), Verdades ocultas (2018), entre muchos otros.

Reyes dejó tras su muerte un legado importante para la cultura del espectáculo. Una historia inspiradora sobre el amor propio, el bienestar personal, que nada se consigue del miedo y que el ser auténtico es el mejor talento.

Hasta siempre Teresita

Teresita no necesitó de papeles protagónicos para volverse inolvidable. Fue madre, abuela y tía de todos los chilenos que la dejaban entrar a su casa a través de la televisión. Bastó su verdad, su ternura, esa charla deslenguada y esa risa cómplice que aún se oye en cada escena.

María Teresita Reyes no se va, florece como su arte, en la memoria de un país que la amó y aprendió a quererla sin condiciones. Gracias por todo, Teresita, descansa en paz.