La radio no sale de su propio radio

Mientras la música independiente queda fuera del dial, la radio insiste con las mismas cuarenta canciones. ¿A qué se debe la resistencia a lo nuevo?

¿Por qué será que la radio siempre suena igual? Todo se reduce al rock: se habla de rock, se celebra el rock, y hasta lo que no lo es también se le cataloga así. ¿Será una obsesión? Los Beatles, por ejemplo, siguen estructuras claramente pop, aunque rara vez se diga.

La fijación por las mismas bandas es evidente: Iron Maiden, AC/DC, Los Prisioneros. Y siempre, una entrevista más a Claudio Narea en la que se le pregunta por Jorge González. Alguien debería avisarles a las emisoras que ya han pasado cuarenta años desde que no forman parte del mismo proyecto musical.

Llama la atención que un medio especializado en música no sea capaz de profundizar e indagar en otros géneros. Tampoco investigan a nuevos artistas ni difunden a músicos locales, a menos que estos paguen por la publicidad.

La primera estación en transmitir música de forma frecuente fue la Radio Chilena.

Aunque cambies de emisora, el panorama no varía mucho: los mismo estilos, el mismo ritmo fácil de digerir. Con uno o dos días basta para conocer el repertorio completo y memorizar las letras. ¿La responsabilidad es de los músicos, por repetir fórmulas, o de los medios, que solo dan cabido a lo conocido? Al final, el éxito parece nacer más de la familiaridad que de la calidad.

Los pocos nuevos artistas que aparecen suelen venir de la mano de una disquera, que además les indica qué decir y cómo sonar. Al final, es más de lo mismo: los empresarios comunican lo que creen que la gente quiere, una y otra vez, solo con un rostro distinto.

Lo único claro es que hay una deuda enorme con el arte, con la música, con los artistas independientes y locales. La radio no falla por lo que hace, sino por todo lo que decide no hacer.

Foto por Mediaventurados.

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