Salir para no volver: el valor de la reinserción social y la red de apoyo en la rehabilitación de los condenados a prisión SociedadPor Scarleth Vásquez Cárcamo - 7 junio, 2025 En un país donde el sistema penal mantiene elevados niveles de población carcelaria, la reinserción social surge como una determinante oportunidad para reinsertar a exreclusos a la sociedad. La reinserción social de personas que cumplieron pena en cárcel en nuestro país es un debate constante cuando se habla de la efectividad del Estado al momento de reducir los niveles de delincuencia. Si bien el Estado y organizaciones civiles realizan programas de acompañamientos para el proceso postpenitenciario, muchas veces no es exitoso. Esto es debido a que muchas veces los exreclusos son juzgados por la sociedad, deben enfrentar estigmas, falta de oportunidades y una red de apoyo que muchas veces se rompe, o bien no existe. En la mayoría de los casos los expresidiarios vuelven a los entornos conflictivos que los llevaron a cometer delitos, aunque algunos pocos corren con suerte y logran rehacer sus vidas, rearmando sus vidas en el ámbito social y laboral. En Chile, como en muchos países de América Latina, la reinserción social es una gran tarea pendiente. Mauricio Aicon, de 28 años, cumplió una pena carcelaria de seis meses a raíz de un robo con intimidación. “Uno piensa que salir es un nuevo comienzo, pero lo que no se sabe es como la sociedad te da la espalda, condenándote aún en libertad”, opinó al respecto. Reinserción exitosa Alejandro Aguilar estuvo nueve meses tras las rejas en la cárcel de Punta Arenas por el delito de microtráfico de drogas. Sobre su paso por prisión, reconoce que “me sentía mal, nunca pensé estar ahí”. Según Gendarmería de Chile (2023), más del 40% de los liberados vuelve a cometer delitos en un plazo de 5 años. Fotografía: Biobiochile.cl Al interior del recinto, su experiencia no fue del todo desmotivadora, pues recibió el apoyo de sus compañeros reclusos, de su familia y de instituciones estatales. “Siempre había gente que te ayudaba a tirar arriba”, asegura. Su salida de la cárcel fue repentina y su reinserción pacífica. Cuenta que “fue raro porque no sabía que iba a salir” y que lo primero que hizo fue “pensar en lo que hice y lo que pasé”. Pese a su tranquilo regreso a la sociedad, reconoce que es mirado con prejuicio por su historial, aunque por otro lado asegura que el adaptarse a la nueva vida fue fácil porque “siempre fui así. Me defino como una persona buena todavía”. Mirando a futuro, mantiene su sueño de “hacerme un lavadero de autos y estudiar el otro año”. A la vez, aconseja a las personas para que “siempre se guíen por el buen camino y que hagan las cosas bien”. Red de apoyo como aspecto determinante Gerardo Gallardo estuvo un año y medio tras las rejas por cuasidelito de homicidio en la capital magallánica. Su pérdida de la libertad en la cárcel fue especialmente traumática. “Mi primer día estando en la cárcel fue una sensación de tristeza y angustia al no asimilar que estaba privado de libertad”, comenta. Por lo mismo, al salir sintió “una felicidad inexplicable de volver a recuperar el tiempo perdido con mi familia. Lo primero que hice fue juntar a los que estuvieron en mi proceso de privado de libertad y agradecerle a cada uno por su tiempo que me dedicaron”. Su reinserción en la sociedad fue rápida, pues contó con una fuerte red de apoyo que lo mantuvo lejos de entornos conflictivos, y encontró trabajo casi de inmediato en un rubro que ya conocía. “Encontrar trabajo no me fue tan difícil por el motivo de que yo me desempeñaba en construcción y obras menores independientemente. El entorno familiar y laboral está bien ya que tenía todo listo cuando saliera para ponerme a trabajar enseguida”, explica. A pesar de su exitoso regreso a la vida social y laboral, reconoce que “las miradas de las demás personas se notaban al saber que uno estuvo privado de libertad. Varias personas comentaban cosas negativas mías”. Por otro lado, uno de los puntos que critica es el tiempo que tarda el sistema chileno en limpiar el historial de quien cumple su condena. En su opinión dificulta la reinserción. “Lo que me gustaría que cambiará es que uno ya cumpliendo se limpie los papeles, ya que el procedimiento de limpiar los papeles son 5 años más después de cumplir una condena”, sostiene. Hablándole a la sociedad, expresa que «todos pueden cambiar independiente el delito cometido la vida siempre da oportunidades de ser mejor en la vida y hacer las cosas bien. Cada uno ve el camino que elegir”. Solo un 30% de las personas que egresan del sistema penitenciario en Chile acceden a programas de reinserción social. Fotografía: blogspot.cl. Para no regresar a prisión, afirma que ”mi plan es mejorar para no volver a caer. Hoy en día soy una persona de familia y ya no estoy haciendo las cosas que hacía antes, y no quiero volver a caer a la cárcel”. Finalmente, así es como la cárcel marca, pero no define. Afuera, la libertad no siempre viene con segundas oportunidades, y la reinserción es muchas veces un camino solitario. Continúa leyendo: https://tiemporeal.periodismoudec.cl/2025/06/06/el-celular-una-extension-del-cuerpo-crucial-en-la-sociedad/