La educación en Chile es un tema constantemente criticado debido a las deficiencias y precariedad de muchos establecimientos a lo largo del país. Según Ipsos en el país, solo un 15 % considera la calidad de la educación como “buena” y un 49 % como “mala”. Evidenciando la disconformidad de la población con la calidad del sistema educativo.

Durante el siglo XXI, diversas transformaciones legislativas y políticas han buscado responder a las demandas sociales para mejorar los aprendizajes y garantizar equidad e inclusión. La presión de estudiantes, familias, docentes y diversos actores sociales ha llevado al Estado a asumir un rol más activo. Sin embargo, estos avances parecen no ser suficientes para mejorar la realidad actual.

La educación fuera del mercado

Las reformas impulsadas desde el año 2000 han estado orientadas a reconfigurar el sistema educativo en múltiples dimensiones, como el financiamiento, perfeccionamiento docente y convivencia escolar, para lograr dejar atrás a visión de educación como mercado. En esta línea, la promulgación de la Ley General de Educación y la Ley de Inclusión, son algunos ejemplos de normativas que han intentado borrar las marcas de la dictadura en la educación chilena. Descentralizando diversas entidades y buscando eliminar el lucro.

A la vez, iniciativas recientes como la Ley TEA, a pesar de ser propuestas integrales, se enfrentan a desafíos en el aula. Por ende, al observar como el país ha transitado por un proceso de reformas, permite observar que aún quedan desafíos para que el sistema educativo logre ser completamente tanto accesible como adecuado para todas y todos.

En la siguiente línea de tiempo, puedes revisar los 10 principales avances legislativos y políticos del sistema educativo en Chile en orden cronológico y así comprender mejor su evolución.

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