La nueva versión de Cómo entrenar a tu dragón lanzada por DreamWorks, cumple con una de los reclamos más grandes de los espectadores actuales: una buena adaptación en live-action.

Una nueva película live-action en los cines reviviendo un éxito animado, lo cual no representa una novedad ni para la industria ni para los espectadores. Lo importante es que Cómo entrenar a tu dragón (2025) dio una cátedra de cómo realizar una correcta adaptación al material original, incluso superándose en algunos tramos de esta historia sobre hachas, vikingos y dragones. 

Uno de los puntos más fuertes de la película es el casting, ya que ningún personaje se siente fuera de lugar; se destaca el protagonista Hipo, encarnado por Mason Thames. Las representaciones del elenco principal en el live-action están bien logradas, incluyendo escenas que no estaban presentes en la original, las cuales otorgan un tono más realista a nuestra vuelta a la isla de Berk. 

Y si bien no está aportando ninguna idea nueva a la época de la nostalgia de la industria cinematográfica, DreamWorks supo adaptar —Disney, toma nota— su material original, estilizando la película que en su tiempo no se sentía tan vikinga como ahora. Los creadores de esta nueva entrega supieron llevar un paso más allá y expandir el universo que el gigante de la animación mostró en los cines en 2010. 

Mientras la película avanzaba, se sentía una mejora progresiva. Se puede atribuir a que los efectos digitales mejoraron a medida que pasaban los minutos, ya que las escenas de introducción se percibían más inverosímiles que el último acto. Esto apunta a que guardaron el presupuesto para el final del filme, que termina siendo totalmente justificado, con un final contundente y fiel al estilo de estos mundos fantásticos.

Entonces, si como yo, no podías dejar de pensar en la enciclopedia de dragones de la original, esta película podría materializar todo lo que imaginaste en ese entonces. Sin embargo, dejando el factor nostálgico de lado, es una cinta disfrutable para cualquier persona, incluso si vives en una tierra donde no se permiten esos animales fabulosos.