Educación ambiental: la herramienta efectiva contra los fenómenos climatológicos

Lluvias en Concepción.

En la última década, los frentes de mal tiempo han aumentado su fuerza, generando preocupación en la sociedad. Expertos coinciden en que una efectiva educación ambiental podría generar cambios culturales importantes y de esa forma combatir las consecuencias del cambio climático.


Desde feroces incendios hasta inundaciones y vientos tormentosos. Ya es una realidad que los fenómenos meteorológicos han aumentado su intensidad durante los últimos años. Y es que la ciencia lo confirma.

A través del satélite Grace, la National Aeronautics and Space Administration (NASA), que en español se refiere a la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio, se encarga de seguir el movimiento del recurso hídrico en la Tierra y monitorear los cambios en los cuerpos de agua.

Recientes datos provenientes del satélite revelaron que ha aumentado la intensidad de los fenómenos climáticos, incluso duplicando el promedio de los últimos 17 años.

Así lo indica también el sexto informe de evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Este señala que los eventos meteorológicos extremos han alcanzado valores que nunca se habían visto.

Un ejemplo de esto es la Región de Antofagasta. De acuerdo con el reporte de la evolución del clima en Chile en 2024, el territorio norteño alcanzó el mayor número de jornadas que contemplan una ola de calor compuesta con 54 días consecutivos.

“Es cierto que los fenómenos climatológicos han aumentado su intensidad en comparación a 10 o 15 años. Los datos reales lo confirman. Tenemos mayores efectos críticos en lluvias, temperaturas y otro tipo de afectaciones”, afirmó Alejandro Tudela, director del programa UdeC+Sustentable.

La importancia de la información

Dentro de este contexto surge el término ecoansiedad. La psicóloga de la Unidad de Apoyo Psicosocial al Personal Universitario (UAPPU) de la UdeC, Colomba Godoy, dijo a Noticias UdeC que esto se refiere “a una sintomatología que viene desde las problemáticas ambientales del cambio climático que se hacen cada vez más evidentes en nuestra cotidianeidad”.

A medida que incrementa la intensidad de los fenómenos, también aumenta la sensación de incertidumbre y angustia. “Se supone que llovería por seis días seguidos y al final fue uno. Esa ansiedad que se genera puede llevar a que personas más sensibles entren en depresión o no sepan cómo actuar”, advirtió Tudela.

En ese sentido, el director fue enfático en que las autoridades y los medios de comunicación deben entregar declaraciones claras y actualizadas. “Se tiene que dar información real de lo que está pasando con el apoyo científico apropiado. Y cuando hay un ajuste en el pronóstico, informarlo. De esa forma, la comunidad puede adaptarse mucho mejor”.

Prepararse para estos fenómenos climáticos extremos no solo implica limpiar las canaletas o juntar agua. También requiere de un cambio cultural profundo, donde la educación ambiental juega un rol fundamental al momento de generar conciencia y mitigar algunos impactos.

Festival Fungi de Concepción.
El Festival Fungi en Concepción incluyó ferias, paseos, charlas y bailes en su última versión. Foto: Museo de Historia Natural de Concepción.

La educación ambiental como contención

Desde la academia existe la creencia de que una forma efectiva de cambiar ciertos paradigmas en la sociedad es a través de experiencias prácticas, datos reales e identificación con el territorio.

Según el doctor Carlos Zamora, académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), la educación ambiental debe adaptarse al contexto para ser exitosa. También es necesario que reconozca la biodiversidad local, use las tecnologías de monitoreo ambiental e involucrar activamente a las personas.

Otro factor clave es medir el impacto de estas acciones. “Muchas veces hacemos charlas o festivales y no sabemos si realmente logramos cambiar la percepción o el comportamiento de quienes asistieron”, comentó Zamora.

El académico agregó que los festivales con enfoques científicos se posicionan como una herramienta valiosa de gestión sociocultural. Sostuvo que actividades, como la observación de aves, generan conocimientos significativos.

Paulina Medina, coordinadora de Formación Continua de la UCSC, coincidió con los dichos. Y es que recordó que, la Ley 19300 sobre Bases del Medio Ambiente, incluye a la educación ambiental como un instrumento de gestión.

“Debemos generar conciencia, conocimientos y habilidades desde una edad temprana, con un enfoque integral que promueva conductas responsables”, señaló Medina.

Segundo Festival de Aves en Concepción
El segundo Festival de Aves en Concepción reunió a 500 personas aproximadamente. Foto: UdeC+Sustentable.

Adaptación geográfica

La educación ambiental es una herramienta efectiva para concientizar sobre el cambio climático y generar acciones cuanto antes. Sin embargo, Alejandro Tudela propuso ir más allá de los marcos administrativos.

“Más que pensar en la dirección administrativa, debemos pensar en los territorios asociados con la geografía de los lugares, como las cuencas, el sector costero y la precordillera”, argumentó el director de UdeC+Sustentable.

Tudela apuntó a que las soluciones no pueden definirse solo por comuna o región. “Las comunidades deben estar informadas para actuar según su realidad. Por ejemplo, en sectores costeros la falta de lluvia implica sequía, la cual afecta a los cultivos. Por otro lado, en zonas precordilleranas, las fuertes lluvias pueden provocar deslizamientos. Son desafíos distintos que requieren respuestas diferentes”, concluyó.

Montserrat Serra
Estudiante de 4to año de Periodismo UdeC. Gusto por temas ambientales, arquitectónicos y culturales, siempre con un enfoque sustentable.
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