Si ya está demostrado que el chileno habla mal, es muy difícil que éste lea mejor, y bien existen diversos estudios que prueban que en Chile, no son ávidos por la lectura. En Concepción, la situación no podría ser muy diferente.

En el 2012, una investigación que realizó Cerlac-Unesco, para medir los hábitos de lectura en seis países de Latinoamérica, concluyó que después de los argentinos con un 70% de lectores, Chile es el segundo país donde más se lee en la región latinoamericana (un 51% de la población).

Sin embargo, de las cifras anteriores (5,4 libros al año), se demuestra que en el país se lee mayormente por obligación, por motivos académicos o laborales, a diferencia del resto del continente y, sobre todo, de vecinos como Argentina, donde existe un gusto adquirido por la lectura.

“Todo país necesita incorporar la cultura como elemento estratégico a sus políticas de desarrollo, para alcanzar los niveles de bienestar que sus ciudadanos necesitan”, dice en sus primeras páginas la Política Nacional de la Lectura y el Libro 2015-2020. En el documento, aparece además, que “para lograr este objetivo, no basta con acceder a a la tecnología de la sociedad y la información, sino que necesitamos también contar con ciudadanos críticos, participativos”. Para esto, concluye “es fundamental la lectura y el libro”.

 

Una  primera evaluación estructural

En lo que es la frecuencia lectora, los hábitos de lectura, “Chile está mejor en comparación con sus vecinos, pero está muy mal en contraste de los países desarrollados«, María Eugenia Cartes, coordinadora de la unidad de fomento de industrias creativas de la CNCA (Concejo Nacional para la Cultura y las Artes), aparte de seremi y directora subrogante de la entidad.

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El Plan Nacional de la Lectura es una de las campañas más importantes que se desarrolla hoy por parte del Consejo, y que tiene una vigencia de 5 años hasta el 2020, fecha a partir de donde se estima medir la efectividad del proyecto, cómo ha cambiado el comportamiento de los ciudadanos en torno a la lectura y si ha aumentado la frecuencia lectora.  En el fondo, “el plan pretende que Chile, sea un país de lectores y lectoras”, declaró Cartes.

El Consejo no sólo tiene iniciativas que fomenten la lectura, sino que además, considera políticas de desarrollo en torno a la artesanía, danza, teatro, artes visuales, entre otras actividades. Todas estas acciones, relató Cartes, “son evaluadas por las mismas personas, es decir, que en el caso del libro y la lectura, es la misma gente que está vinculada la que evalúa el cumplimiento de las metas del Plan, entonces, alguien puede levantar después de la evaluación, un tema que no haya estado presente dentro de la política.

No más de 16 años tiene según la coordinadora, el Concejo, pero aclaró que “antes, el aporte a la cultura desde el Estado se realizaba a través de la división de cultura del Mineduc, previo a la creación del Concejo”. Destacó además, María Eugenia Cartes, que “el aporte cultural más importante que se ha instaurado desde la institucionalidad, tuvo lugar el año 93’ con la creación de El Fondo del Libro y la Lectura”, que ha contribuido por más de 20 años en fomentar la creación literaria y aportar financieramente a la escritura de libros, fondos a la poesía y el desarrollo de editoriales para, “en el fondo, incentivar la profesionalización”, agregó.

En la región del Biobío, La CNCA cumple al igual que en el resto del país, con entregar fomento y apoyo financiero a la creación literaria, y editorial, pero además, “tiene un sello en la formación de mediadores, proceso a través del cual se educa en lo esencial al parvulario, al bibliotecario e incluso, al quinche mapuche, entre otros grupos educadores”, relevó María Eugenia Cartes. Además, agregó la coordinara que “este año el Concejo, se interesó en focalizar la formación de monitores profesional para un programa que trabaja con jóvenes de entre siete y 17 años, cuyos padres estén privados de libertad”.

El Plan Nacional de la Lectura, es una parte importante de La Política Nacional de la Lectura y El Libro, que coordina las acciones del Consejo y que, entre otras cosas, le dice a todos los demás agentes del estado y ministerios, que se hagan cargo de diferentes iniciativas. “Le dice al Ministerio de Educación, que incluya el Fomento al Lector en sus planes de estudio. Le pide al Dibam, que cree más bibliotecas y que aumente las colecciones”, ejemplificó Cartes.

“Una forma de avanzar en este país y reducir la inequidad, es poder generar precisamente, un acceso a la cultura. Por eso es fundamental incentivar por medio del Plan Nacional de la Lectura, el gusto por leer desde el primer momento”, concluyó María Eugenia Cartes.

 

Sociedades, Talleres y Tertulias

En la Universidad Católica de la Santísima Concepción, la dirección de extensión que dirige Gloria Varela con la escritora Violeta Cáceres, se encarga de estructurar y convocar las Tertulias Literarias, que cada martes, por lo general, elige un tema en particular.

“El título ‘Tertulia’ evoca un diálogo entre pocas personas, para poner en práctica  una cosa que antes se daba en todos lados, que es la conversación”, precisó Tulio Mendoza, destacado poeta y escritor, además de profesor del Taller Literario de la UCSC, quien hoy se extraña de que a pesar de estar todos cada vez más conectados, existe una tendencia a la incomunicación total.

Por lo general, la instancia que ofrecen las Tertulias es la conversación en torno a uno o varios autores. Otras veces, consiste en la presentación de un libro, la lectura de cuentos y de poesía, que muchas veces, se acompaña de un café. “De a poco se ha conformado una audiencia que asiste permanentemente, desde personas que asisten sólo a una sesión hasta aquellos que vienen siempre. Sin importar el número de asistentes, se realiza de todas formas”, relató Mendoza, quien es uno de los principales impulsores de la actividad, donde ha participado en múltiples lecturas y presentaciones.

Fuera de la UCSC, Tulio Mendoza tiene un Taller Literario que fundó en 1982, “uno de los más antiguos del país y que después del 2008 se transformó en un Centro cultural que fue capaz de difundir la literatura y donde además, funciona todos los miércoles la Sociedad de Escritores de Chile, filial Concepción”, puntualizó el poeta y escritor.

Al referirse a la Lectura en general, Tulio Mendoza definió al libro “como un vehículo de comunicación, un objeto artístico y la única manera de acceder al conocimiento, según Roger Chartier”. En palabras del poeta, se le ha enseñado al chileno a leer, a conocer el significado de las letras, pero “no todos son lectores en el sentido denotativo, de lo que significa ser lector, que es la persona que tiene el hábito de tomar un texto y de entenderlo de forma creativa. “Hay que fomentar esto en los niños, de enseñarles el sentido lúdico de las palabras”, agregó.

“Hoy todos están conectados, pero hay existe una mala calidad de la educación, y cualquier cambio que se proponga en ese sentido debería tratar de despertar el apetito por la lectura, como diría Gabriela Mistral”, reiteró Tulio Mendoza, quien además destacó la importancia de “romper moldes, destruir las bases de lo aprendido previamente para incentivar a los niños a leer, como ocurre en La Sociedad de los Poetas Muertos”.

Concluyó finalmente, el poeta y escritor que “el problema de base podría estar efectivamente en aumentarle el sueldo a los profesores, que por no poder suplir las necesidades más básicas, pierden incluso, y al final de una lucha eterna, su vocación”.

 

Lectores del acero

En el área de la lectura, la corporación cultural Artistas del Acero, tuvo siempre dos espacios definidos. El primero, considera todo lo que es la difusión de la lectura en sí, entregar las herramientas para que un autor o escritor difunda se obra por medio de la institución y a través de exposiciones o lanzamientos.

Destacó Arnoldo Weber, gerente de Artistas de Acero, que “igualmente, la corporación desde hace mucho tiempo atrás, ha aportado económicamente a la generación de libros y de revistas como la Mocha, y por cinco años  ha apoyado la Feria del Libro en Concepción”, acciones que, en el fondo, buscan incentivar el acercamiento de los libros, el arte y la cultura en sí, al público.

Fue después del terremoto del 27-F, según Weber, que la corporación invitó a Omar Lara, a ser parte de Artistas del Acero, “quien trajo su editorial a la corporación, entonces, se abrió un nuevo servicio cultural que es la librería a cargo del poeta”, quien imparte hoy el taller literario al que, en palabras del mismo Lara,  “se agregaron con el tiempo integrantes de todas las edades. Este año en particular, hay tres nuevas estudiantes muy jóvenes, vinculadas entre sí, por un gran talento”.

De las iniciativas que más impacto han tenido en el área de la lectura, Arnoldo Weber enfatizó el trabajo de Pacián Martínez, periodista y escritor fallecido hace unos años atrás, y “que recogió la biografía de artistas destacados locales, como Daniel Belmar y Eduardo Meissner. Por lo tanto, uno de los mayores aportes de esta obra para Artistas del Acero, es haber dejado un patrimonio”.

“Los textos que recogen el patrimonio en sí, material histórico y regional, han tenido una llegada tremenda. Esto corresponde al archivo cultural de Artistas del Acero” agregó, Arnoldo Weber.

La motivación por leer, debe provenir de un sistema o proceso  complejo para mantener a los más jóvenes en permanente excitación por la lectura, pues el niño, afirmó Omar Lara,  “es esencialmente ávido por la lectura, es decir, se motiva fácil y felizmente, sobre todo cuando esta última se le acerca tempranamente. Es después cuando esta diversión y fantasía parece pervertirse, quizás por la televisión y las nuevas tecnologías”.

“Son mundos enteros los que se proponen a los niños a través de la literatura, que son mucho más complejos, más ricos, más extenuantes que las imágenes ya configuradas en la televisión, por ejemplo, donde no existe participación de quién lo mira. La imagen se agota en sí misma”, afirmó el poeta, convencido además, de que la lectura propone “un juego mucho más complejo y profundo, donde se concibe la imaginación y existe una propuesta de diálogo con aquello que se lee. Conversación que es muy difícil lograr si el niño abandona el hábito de leer”.

Para mejorar la base cultural, falta según Omar Lara, “que todas las escuelas tengan bibliotecas y bien definidas, que el sistema educacional cambie de tal forma que el niño quiera ser partícipe de la lectura frecuente, sin sentirse atosigado por las infinitos deberes escolares, que para peor, proponen el estudio espacios muy restringidos del conocimiento”. Junto con esto, el poeta también enfatizó acerca de mejorar el sistema para la formación de profesores y directores de escuela, ambos fundamentales para él.

Relató finalmente, Omar Lara, que en su vida nunca se ha preocupado directamente de fomentar la lectura, pero ha participado en ello indirectamente “por ser parte de un círculo literario, por ser editor y por ser escritor”, donde ha quedado un esfuerzo por dejar un patrimonio legible, entretenido y de calidad. “Yo no he generado propuestas para fomentar el hábito de leer, pero he acentuado facetas del mundo literario, y espero que a eso se le dé un buen uso a futuro”.

 

La Universidad de Concepción y su propia ‘Semana del libro’

Como una manera de evidenciar el compromiso con el fomento de la lectura, La Facultad de Educación de la Universidad de Concepción lanzó la ‘Semana del libro’, que comprendió desde el 25 hasta el 29 de abril. La iniciativa acogió diversas instancias donde convergieron la literatura y la poesía, con el afán de promover abiertamente la riqueza de estar sumergido en el ‘mar de las letras’.

Literatura: Una sólida ciencia blanda

La presentación de la revista literaria ‘Circe’ fue la que dio fin a la actividad y el legado concreto del proyecto. En ella, mediante el concurso ‘cumpliendo fantasías textuales’ los mismos estudiantes de la Universidad, perfeccionaron sus inventivas y las compartieron en la página de Facebook de la revista.

Las mejores fueron distinguidas y escritas en la publicación impresa de ‘Circe’. Uno de los momentos más emotivos de la presentación aconteció cuando los universitarios seleccionados proclamaron sus creaciones. La primera en expresar su obra fue una estudiante ciega, quien dio una sensible recitación.

Marco Canales, colaborador de la revista, dio hincapié a la fuerza de la literatura en la sociedad, pese a ser menoscabada por el rótulo de ciencia blanda: “El lenguaje construye realidades; los textos literarios ayudan a mostrar una cultura y también a reflejan la visión que nosotros tenemos actualmente de una cultura”.

A nombre de los 400 años del fallecimiento de William Shakespeare y de Miguel de Cervantes, Canales resaltó el hecho de que pese a la distancia temporal, estos hombres siguen en el imaginario colectivo porque sus obras literarias desentrañan al ser humano en profundas dimensiones.

Finalmente, Canales comentó la trascendencia de estar abocado a la lectura para una sociedad, y de la fuerza que también tiene la misma creación literaria: “La visión de la historia siempre es funcional al poder. Como la función del derecho. Se mantiene el status quo, permanecen los poderosos. En ese caso la literatura es más provocativa, da mayor libertad al escritor. Muchos de los grandes escritores han tenido que huir de los territorios donde han escrito”, al desmadejar el  inicuo contexto histórico en que han vivido.

Uno de los ‘guiños’ de la DIBAM a la lectura

Otro de los organismos encargado de la difusión de la cultura es la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM). La entidad mantiene una especie de vorágine cultural, la cual busca expresar mediante la interconexión de los diversos museos y bibliotecas del país, y a partir de ello entregar material atractivo y gratuito al público.

Para este 2016, DIBAM ofrece una serie de cursos básicos y sin costo en el sitio Biblioredes. Uno de ellos se llama Estrategias de Innovación en Fomento Lector y Escritor, que busca promover la literatura con herramientas efectivas.

El teatro busca incentivar la lectura

 

 

En el año 2007, la compañía de teatro La Otra Zapatilla comenzó con su trabajo artístico y teatral en Concepción. Han transcurrido nueve años y el grupo de artistas ha logrado posicionarse dentro de la región y el país. Esto se debe a que el trabajo realizado por los 11 actores ha logrado un profesionalismo que  se destaca en cada obra de teatro.

A pesar de los pocos años de actividad en el escenario, el grupo de actores ha logrado crecer dentro de la comuna penquista y a la vez, ha conseguido una de las tareas más difíciles para un conjunto teatral que es, encontrar una propia identidad. 

Luego de haber adquirido una identidad, la compañía de teatro La Otra Zapatilla se atrevió a trabajar con novelas históricas, donde está presente la literatura. Oscar Cifuentes Cerdeira, actor y director de La Otra Zapatilla, comenta que la iniciativa de realizar obras de teatro que provengan de libros reconocidos, se debe a que es importante mostrar que el teatro permite una cercanía a la lectura.

El Principito, Ana Frank, Rojoberto, El Quijote de la Mancha y Geografía del Mito y la Leyenda son las obras literarias que trabaja la compañía de teatro, las cuales son llevadas a diferentes establecimientos educacionales de Concepción y de la Región del Biobío. Marcia Orellana Kroyer, Directora Regional del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, reconoce que «el teatro es una de las iniciativas que fomentan la lectura y esto se debe al trabajo realizado por las compañías que elaboran este tipo de obras en Concepción, ya que es una excelente herramienta para que niños se incentiven con la lectura».

 

 

¿DÓNDE LEO EN CONCEPCIÓN?

Sebastián y Alime, luego de vivir en Antofagasta volvieron a Concepción a cumplir su sueño relacionado a la lectura, y trajeron la franquicia Qué Leo a Concepción. 

 

Casi un año llevan instalados en la Plaza Perú, donde se  genera un espacio de encuentro entre diversas personas, desde los estudiantes hasta adultos mayores, vecinos y transeúntes de la ciudad. Al tener un flujo de público recurrente y de todo rango etario, pueden indicar si los penquistas realmente están interesados en la lectura.

Además de de vender libros en esta librería, realizan otro tipo de actividades relacionadas a la lectura. Es así como nace el proyecto “Cuenta Cuentos”, los sábados a las 12 horas, actividad que está dedicada a los más pequeños para que conozcan los libros y el manejo de éstos.

En este espacio los niños se encuentran con autores locales y nacionales, con quienes tienen la oportunidad de leer sus libros. Además de la lectura, se da el espacio para dialogar con los autores, lo que permite enseñar el proceso de creación y edición de un libro.

 

A continuación, la muestra de los libros más vendidos, que si bien no representan fielmente las tendencias de compra y venta de libros en Concepción, exponen una muestra del interés que tienen los chilenos por la lectura. Algunos de estos títulos, incluso están relacionados con diferentes áreas de la salud, ingeniería, entre otras: 

 

 

 

• «Un veterano de tres guerras» de  Guillermo Parvex

•  «Historia universal freak » de Jose Joaquin Barañao

 

 

 

 

 

 

• «Sudor» de Alberto Fuguet   

• «Historias de una canalla» de Julia Navarro