Concepción se ha convertido en una de las principales ciudades en la lucha contra el comercio ambulante en el país. El plan ‘Navidad Segura’, que se implementó en varias ciudades de Chile, tuvo la particularidad de que en la capital de la región del Biobío no sólo intentó resguardar la seguridad de sus ciudadanos, sino también de prohibir cualquier tipo de venta en las calles.

Esto ha significado varios enfrentamientos entre los vendedores y Carabineros, principalmente en las calles Maipú con Aníbal Pinto y Colo Colo con Barros Arana, en el que los uniformados utilizaron gases lacrimógenos para evitar cualquier tipo de venta ilegal. Esto en el contexto de la ordenanza municipal que rige en Concepción desde el 4 de julio del año pasado, en el que se multa con 137 mil pesos a quienes compren en el comercio ambulante.

El plan ‘Navidad Segura’ fue considerado un éxito por las autoridades locales, principalmente por el descongestionamiento de la calle Aníbal Pinto, a raíz de un enfrentamiento con 120 ambulantes que no poseen un permiso municipal para vender. El alcalde Álvaro Ortiz ya ha señalado que éste es sólo el comienzo al ser un proyecto a largo plazo. A este aspecto se suma que el presidente de la Cámara de Comercio de Concepción, Enrique Catalán, ha declarado que ni siquiera deberían autorizar a vendedores minusválidos en las calles.

El director de la Cámara de Comercio de Concepción, Víctor Muñoz, indicó que “como todos los años, las autoridades se preocuparon para que las fiestas de fin de año fueran seguras tanto para evitar la delincuencia y para evitar que los ilegales se tomaran las calles. Carabineros actuó a tiempo y lo hizo muy bien. Creo que cada vez que ocurran estos hechos, las policías deben tomar actitudes para despejar las avenidas.

El propio Muñoz cuenta también, como anécdota que “la ciudadanía ha tomado un poco de conciencia. Personas que son dueñas de locales en galerías me ha dicho que algunos de sus clientes han confesado que prefieren pagar mil pesos más para no pagar una multa. Mientras esto se publicite mucho más, va a existir más conciencia”. Hasta mitad de diciembre se tenía la proyección de 400 infracciones.

“Lo que deberían hacer para terminar con esta situación es lo mismo que pasó con los vendedores de pescados y mariscos en Caupolicán. Les construyeron un lugar y ahora trabajan como corresponde, pagando arriendo. Las autoridades y la Cámara de Comercio deben seguir trabajando, pues no pueden permitir que esto sea una chacra”, asegura Horacio Concha, dueño de la comercializadora de ropa Maryciel, quien está preocupado por un posible cierre del local.

Ahora los esfuerzos del comercio minorista estarán enfocados en sobreponerse a las posibles bajas ventas durante este año debido a la débil proyección de crecimiento económico, a pesar del reciente aumento de utilidades durante el mes de octubre.