Dietas extremas: un riesgo para tu salud bucal

Luego de Septiembre, muchos Chilenos y Chilenas buscan terminar el año con un solo objetivo: bajar de peso. Esta carrera motivada por el verano, los kilos ganados en fiestas patrias y la llegada de otras celebraciones, son la principal razón para que personas comiencen las llamadas “dietas milagrosas”.

Alimentación hiperproteica, bajas en grasas, jugos Detox o píldoras de rápido efecto, estas son algunas de las ideas que circulan por Internet para bajar de peso en poco tiempo y sin mucho esfuerzo. Pese a ello, este tipo de dietas pueden perjudicar de forma preocupante la salud de las personas, afectando directamente a la vía oral.

Según expertos en nutrición y odontología, los efectos de seguir estas alimentaciones, no recomendadas médicamente, pueden llegar a ser irreversibles para la boca de las personas. No consumir los nutrientes necesarios evita el fortalecimiento de tejidos blancos y dientes, lo cual implica desde diagnósticos de mal aliento hasta pérdida de piezas dentales.

Fotografía cortesía de Verde & Gourmet, Facebook.

De acuerdo a investigaciones de la Asociación Dental Americana (ADA) el mayor problema de estas dietas, es que muchas veces no tienen un respaldo científico ni un control médico. Por lo tanto, resulta difícil entregar información y concientizar a que este tipo de dietas no significan una alimentación equilibrada para el cuerpo y la boca.

Si bien la falta de nutrientes afecta al fortalecimiento dental, consumir pastillas no certificadas o no realizar una correcta higiene luego de ciertos alimentos, también contribuye a debilitar el sistema inmunológico bucal, logrando que la boca sea más propensa a infecciones o bacterias que requieran tratamiento clínico.

Debido a estas preocupaciones, es que especialistas hacen un llamado a consultar a su Nutricionista y Odontólogo, en conjunto, antes de iniciar cualquier tipo de dieta.

Consecuencias complejas

«La Mayoría de las enfermedades bucales más complejas, no son relaciones directas con la malnutrición, son manifestaciones secundarias a un compromiso sistémico del organismo”
– Jaime Gallardo, 
Odontólogo

Fotografía cortesía de Tu Higiene Dental +.

 

Consumir o suprimir ciertos alimentos en un tiempo prolongado, implica un cambio general en el cuerpo humano. Con el pasar del tiempo estas decisiones se ven expresadas en la salud bucal a través de molestias como:

Es decir, comer desequilibradamente afecta funciones de la saliva, encías, dientes, raíces dentales, comisuras de los labios y mejillas interiores. A esto, hay que agregar la deshidratación y/o descalcificación que puede surgir.

Uno de los regímenes llevados a cabo con alto alcance este último tiempo son las dietas hiperproteicas, como la dieta Dukan. Éstas implican la eliminación de carbohidratos, nutrientes esenciales ya que al quemarlos conseguimos energía para el día a día. No incluirlos de alguna forma en nuestra dieta, implica la no absorción de vitaminas A, B2, B12 y C, generando llagas bucales, reducción de saliva y alteración de las papilas linguales, hasta casos más graves como enfermedades periodontales que pueden terminar en la pérdida de dientes.

Por otro lado, las dietas bajas en grasa suprimen vitaminas (A, D ,E y K) esenciales para el equilibrio químico de la boca y el cerebro, trayendo como consecuencias la descalcificación o el Bruxismo producto del estrés que provoca no liberar Dopamina.

De igual forma, existen casos en que los consecuencias son por el tipo de alimento consumido y la higiene que se realiza después. Un ejemplo de esto son las nuevas dietas Detox, reconocidas por estar basadas en verduras y frutas, estas últimas regularmente cítricas y basadas en azúcar, que si bien es natural, si el cepillado dental no es correcto (30 minutos después de comer y con pasta fluorada) los ácidos pueden afectar el esmalte dental provocando sensibilidad o su daño profundo.

Jaime Gallardo, Odontólogo.

Como se vislumbra, son muchos los escenarios en que puede llegar una prolongada y mala alimentación, algunos más graves que otros, pero todos con una solución: tratamientos clínicos dentales. Dependiendo del caso pueden superar hasta los $200.000 de tratamientos.

Jaime Gallardo, Odontólogo, nos cuenta más sobre lo clínicamente complejo que puede llegar a ser las repercusiones orales de dietas que, paradójicamente, son poco saludables.

 

Repercusiones generales

Nuestro sistemas digestivo, inmunológico, sanguíneo, etc; trabajan simultáneamente. Por esto, es que los primeros signos de los déficit nutricionales son más discretos, tales como la fatiga, la falta de energía e irritabilidad. Esto ya es un signo de que el régimen que se sigue está haciendo daños en el cuerpo.

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Carolina Monsalves, Nutricionista.

Posterior a los síntomas corporales, comienzan los problemas bucales. Sin embargo, es importante entender que los efectos orales son a largo plazo, mientras que los efectos de estas dietas son a corto y largo plazo, ya que existen altas probabilidades de vivir el efecto rebote (subir más peso que el que se perdió).

La nutricionista Carolina Monsalves, hace énfasis en que este tipo de alimentación puede ser distinto dependiendo del caso, pero de todas formas tiene consecuencias nutricionales importantes sobre como y cuanto tiempo se llevan a cabo.

 

 

 

Entender el cuerpo como una máquina que funciona de forma compleja y por partes es vital para alimentarlo correctamente, las decisiones sobre nuestro organismo pueden tener repercusiones clínicamente delicadas y no recomendadas, por eso los consejos de especialistas siempre serán llevar una dieta con ejes de ejercicio, nutrientes necesarios para cada caso y cuidados extras como el dental.

Para cuidar el cuerpo sin olvidar la salud bucal, revisa con mayor detalle la siguiente infografía en este link .

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