Desde el día del suceso, han existido una ola de versiones respecto al cómo ocurrieron los hechos previos a la muerte del comunero mapuche,  generando drásticas modificaciones en los relatos oficiales.

Fueron pasadas las 16:45 de la tarde del 14 de noviembre cuando el joven mapuche Camilo Catrillanca falleció en la comunidad de Temocuicui, en la Araucanía. El comunero, habría recibido un disparo por parte de los efectivos del Gope de Carabineros. Desde ese momento, no solo las comunidades comenzaron a levantarse para protestar en contra del asesinato, sino que también se vieron fuertemente criticadas las medidas tomadas por el contingente policial además de las acciones y declaraciones surgidas desde distintas autoridades de gobierno.

¿Hubo registro?

Tras la declaración del menor de iniciales M.P.C (15 años) al Instituto Nacional de Derechos Humanos, donde éste declara haber sido brutalmente golpeado por carabineros, se identificó que el menor en su testimonio daba a conocer la existencia de cámaras durante el operativo, suceso que llamó la atención del fiscal a cargo del caso.

Debido a esto, se llama a declarar el día sábado 17 de noviembre a los cuatro imputados por el caso, el suboficial Patricio Sepúlveda; el sargento 2° Raúl Ávila; el sargento 1° Carlos Alarcón y el cabo Braulio Valenzuela. Éstos estuvieron por más de siete horas prestando declaraciones ante fiscalía, donde manifiestan que no habrían llevado cámaras en sus pechos durante el transcurso de los hechos. Sin embargo, mediante preguntas incisivas, se les enrostra durante la declaración que los efectivos que llegaron tras ellos el 14 de noviembre, si portaban cámaras y que en las imágenes saldría uno de los imputados portando efectivamente una GoPro en su uniforme.

En estas primeras declaraciones, según constata la carpeta investigativa del caso, el sargento 1º Carlos Alarcón dijo a fiscalía que: “En la primera declaración dije que mis compañeros no llevaban cámara, pues en ese momento no lo consideré relevante. Me enteré después que declaré la primera vez, cuando hablé con el sargento Ávila, que él sí llevaba la cámara en su casco, pero no sé en qué condiciones”, este testimonio coincide con la de Sepúlveda y Ávila en primera instancia. Sin embargo, el sargento 2º en su segunda declaración ante fiscalía modifica su testimonio asegurando que no había grabado el operativo. “Una vez que me retiré a mi domicilio, y al ver la gravedad de la situación que se estaba investigando, la verdad es que me asusté y por eso, y por el temor de exponer a mi señora, tomé la decisión de destruirla».

De forma paralela, el ex General Director de Carabineros, en una entrevista con Diario La Tercera confirma que: “Los cuatro carabineros que ingresan primero al sector no portaban cámara”. Soto vuelve a argumentar que con la premura de los hechos, no hubo tiempo para preocuparse de las cámaras, manifestando que: «No tenemos la imagen de cómo se produce ni cómo se efectúan los disparos».

(Para leer el testimonio completo, revisa La Tercera: «Hermes Soto confirma que no hay imágenes de la muerte de Catrillanca»)

El día domingo 18 de noviembre, los medios de comunicación son convocados a una rueda de prensa en el Palacio de La Moneda, donde el Ministro del Interior, Andrés Chadwick escoltado del, en ese entonces, General Director de Carabineros y del subsecretario del interior, Rodrigo Ubilla, declara que las versión oficial del gobierno y del General Director había cambiado, manifestando que efectivamente existía una cámara de vigilancia pero que el Sargento que la llevaba habría destruido la tarjeta de memoria que se encontraba en el interior.

Este vuelco, generó que la fiscalía iniciase una investigación por obstrucción a la justicia en contra de coronel en retiro Jorge Contreras, ex jefe de Fuerzas Especiales en La Araucanía, mayor (r) Manuel Valdivieso, ex jefe del GOPE por obstrucción a la indagatoria además del el abogado Cristián Inostroza, sindicado como el responsable de configurar la declaración falsa de los cuatro funcionarios involucrados en el operativo en el que murió el joven comunero.

La torre se cae

Desde este punto en adelante, la torre de naipes se fue cayendo poco a poco, dejando al descubierto el entramado que fue tejiendo Hermes Soto en conjunto con Andrés Chadwick para escoger de una u otra forma la violencia ejercida por parte de los efectivos, todo esto gracias a distintas declaraciones que habrían entregado tanto carabineros como testigos presenciales del suceso.

Tras los dimes y diretes relacionados al tema de la destrucción de la tarjeta de video, quedó en evidencia de la existencia de algo mucho más profundo y es que existía toda una red de encubrimiento detrás de las declaraciones de efectivos del Gope y personal de gobierno, ya que no es casualidad, que la declaraciones del menor de 15 años que ese día acompañaba en el tractor a Catrillanca, sean las únicas declaraciones consistentes que posee el caso, independiente que se internaron deslegitimar durante el proceso.

Tampoco es casualidad que el ex sargento Patricio Sepúlveda tras variadas declaraciones y citaciones ante fiscalía y el ministerio público, se diera cuenta que ese día sí llevó una cámara y que ésta efectivamente habría grabado el procedimiento.

(Para saber más información acerca de los videos del procedimiento, revisa CIPER Chile: «Muerte de Catrillanca: CIPER revela en exclusiva tres de los videos que grabó Carabineros»)

Actualmente, Hermes Soto fue destituido de su cargo como Director General de Carabineros, asumiendo el cargo Mario Rozas, quien declaró que carabineros se encuentra sumergido en crisis interna. Por otra parte, los imputados por el caso de la muerte de Camilo Catrillanca, poseen prisión preventiva durante los dos meses fijados para la investigación.

En cuanto a los ex jefes del Gope y Fuerza Especiales junto con el ex abogado del caso, fueron formalizados en el  juzgado de Garantía de Collipulli, quedando establecida una audiencia para el 25 de enero de 2019.