Con el inicio de la temporada de verano, la escasez de precipitaciones y la mega sequía, se incrementa el temor por siniestros forestales en Chile. La catástrofe que tuvo lugar en enero de 2017 aún se mantiene como un recuerdo trágico en la memoria de sus habitantes.

El desastre que conmovió al país

Los 120 incendios simultáneos fueron dramáticos, llegando a consumir casi 467.000 hectáreas de bosque nativo y plantaciones forestales a su paso. La localidad de Santa Olga, fue una de las más afectadas, el fuego lo quemó todo y 979 familias quedaron sin hogar.

Los incendios concentrados entre la V y la IX región se ven afectados por la sequía y las industrias dedicadas al monocultivo de eucalipto y pino. Especies pirrófitas que favorecen la combustión, siendo llamadas “amantes del fuego” por el profesor de ecología forestal, Adolfo Cordero.

Lo vivenciado prontamente levantó la alerta respecto al incremento de los incendios forestales producto del cambio climático. Rodrigo Munita, director de la Corporación Nacional Forestal, detalló que “ahora vienen las temperaturas más altas, vienen las condiciones que están dispuestas para generar fuego”.

Anteponerse a la catástrofe

Dándose por iniciada la temporada 2020-2021, las crecientes temperaturas, los fuertes vientos y la vegetación seca solo se complementan a los suelos y bosques dañados de Chile “consumidos como combustible que prende con una chispa” manifestó el ministro subrogante de agricultura, José Ignacio Pinochet.

Gracias al trabajo entre el gobierno, CONAF, CORMA y las fuerzas armadas se dio inicio al Plan Nacional de contingencia para prevenir y combatir los incendios forestales.

Mejor prevenir que lamentar

El programa anunciado el 09 de octubre de 2020 por el presidente Sebastián Piñera, cuenta con $60.738 millones para invertir en equipamiento especializado que permita el mejor desempeño y cuidado de los brigadistas.

Considera 52 aeronaves y pone a disposición a lo largo de todo el país a 2.957 brigadistas y 14 brigadas nocturnas.

Sin embargo, pese a todos los esfuerzos y según lo estudiado por el climatólogo Raúl Cordero “a partir del 1 de julio de 2020, ya llevamos 406 incendios y el doble del promedio de incendios en los últimos cinco años”.

Acción humana e intencionalidad

Según cifras presentadas por la CONAF, en el país el 99,7% de los incendios forestales son causados por las personas, ya sea por descuido, negligencia o intención.

Las regiones de Biobío (68%), La Araucanía (55%) y Ñuble (51%) son las zonas que más altos índices de intencionalidad presentaron según el registro del período desarrollado entre 2019 y 2020.

Desde la CONAF, su director hizo el llamado a la “prevención y cuidado, ser responsables y denunciar”. Ser conscientes de las recomendaciones generales y las líneas de denuncia puede contribuir a evitar siniestros este verano en Chile.