Nuestro país se ha transformado en el vivo ejemplo del riesgo de depositar toda la esperanza en la rápida inoculación de la población y el relajo en las medidas de prevención.

Todos sabemos que Chile se transformado rápidamente en un ejemplo mundial por la eficiencia en el proceso de vacunación contra el coronavirus, sin embargo, atravesamos una difícil situación derivada del incremento de los casos de contagio.  Esta vez sufrimos con las nuevas cepas que han generado una gran preocupación entre las autoridades sanitarias.

El caso chileno muestra completamente el riesgo de poner toda la esperanza en una vacuna y todos los esfuerzos en la velocidad de la inoculación. La inexistencia de una sólida campaña que fortalezca la prevención o la apertura de casinos y centros comerciales, son algunas de las múltiples razones que tienen a Chile en uno de los peores momentos a un año del inicio de la pandemia.

Ante distintos cuestionamientos por falta de medidas, como la regulación del transporte público, ministros y autoridades del área política y económica se han hecho famosos por justificarse detrás de un «no hay un paper científico” que diga lo contrario, denotando estar mal informados.

Las restricciones del plan de confinamiento inicial según contagios se han ido relajando, permitiendo cada vez más movimientos y reuniones, fomentando el menor cumplimiento. Y aunque se mantuvo el toque de queda nocturno, como si el virus fuera más mortal de noche, las fiestas clandestinas continúan y la fiscalización ha sido menos efectiva. Ahora, ante el reciente crecimiento de casos, el Ministerio de Salud incrementó considerablemente las zonas en cuarentena.

El aumento de casos también puede explicarse por un relajo en las medidas de cuidado a la par de un exceso de confianza en la exitosa vacunación. Los expertos aclaran que toma tiempo, al menos unas dos semanas después de la segunda dosis, obtener la mayor inmunidad. Además, la vacunación en medio de un alto nivel de contagio podría ser menos efectiva o incluso alentar la aparición de mutaciones del virus.

La vacunación es un gran logro, pero igualmente es necesario mantener medidas de aislamiento, higiene y ventilación, además de apoyo social y económico para que las personas puedan cumplir las cuarentenas. Por sí sola, será incapaz de controlar la pandemia.

Con una mirada crítica al actual contexto de nuestro país, en esta edición de nuestra revista están presentes algunos temas de distinta índole para que nada quede en el tintero del escrutinio público. Desde casos que han surgido a raíz de la crisis sanitaria hasta el histórico ingreso de mujeres al Instituto Nacional.