La violencia en las redes sociales

Actualmente muchos estamos conectados, compartiendo información diferente cada día. Y a pesar de tener una buena relación con esta, nos deja expuestos a sufrir críticas maliciosas desde cualquier parte.

La gran mayoría de personas posee una cuenta en las diversas aplicaciones de redes sociales existentes, las cuales han facilitado la comunicación en diversos ámbitos y han ayudado en la publicidad de diversos emprendimientos.

Pero como en todo ámbito, nada puede ser perfecto y el lado oscuro siempre termina llegando de imprevisto. “Me metieron a un grupo de niños, de a poco me empecé a sentir incómodo por las cosas que decía la gente, como que se burlaban entre ellos” relata el joven, cuya identidad se reserva para proteger su identidad.

Todo comenzó como diversión en un grupo de Instagram, pero en realidad era solo una fachada. Porque en el segundo en que generan o llegan a tus inseguridades, ya te encuentras totalmente perdido. “Se metían a comentar tus fotos, jurando que era divertido, pero para mí no. Al final sentía que no sabía que hacer como para detener eso”, comenta con un pequeño tono de vergüenza en la voz. Para nada es fácil contar aquello que nos recuerda los momentos más débiles de nuestra vida.

“La sensación de sentirte impotente, vulnerada y pasada a llevar es muy feo, daño mi autoestima y mi forma de ser”, explica Anaís Hidalgo son los sentimientos más comunes. Algunas personas comenzaron a enviarle mensajear y comentarios despectivos relacionado a sus gustos, personalidad, entre otras. Las cuales la orillaron sentirse poco segura consigo misma durante un largo periodo después de esto.

Estas son las situaciones de debilidad que provocan que los individuos afectados no puedan revelar su identidad al contar estos sucesos, ya sea por los recuerdos constantes del daño o el miedo a que dichas agresiones puedan volver a repetirse.

El 55% de encuestados entre los 20 y 24 años declaró haber sido acosado en los últimos tres meses. Fotografía de Getty Images.

Todo tipo de violencia

Cuando nos referimos a ciberacoso, es normal pensar en primera instancia sobre agresiones psicológicas y amenazas directas. Pero una de las situaciones más comunes son los comentarios o “halagos” normalizados que reciben muchas mujeres y que, en la mayoría de las ocasiones, son solo las acciones más leves.

Según el estudio realizado por la fundación Katy Summer el 52% de los encuestados acosados fueron mujeres, en diversas redes sociales como Facebook y WhatsApp. Mientras que del 18% de personas que realizó acoso en el último periodo, el 73% fueron hombres. Y si bien, esto lo realizaron en una o dos ocasiones, es suficiente para dejar a muchas personas pasando malos ratos por un largo periodo de tiempo.

Victoria Tapia es una dibujante que comparte muchas de sus ilustraciones en Instagram, y que, en la mayoría de los casos, cada vez que sube una historia, de ella casualmente, recibe respuestas totalmente incomodas. “Responden de manera inadecuada, me hace sentir enojada y triste, porque siento que solo me ven como un objeto sexual, no como una persona que siente algo”, relata con tristeza. Por el cual, esto le lleva a replantearse cada día sobre si publicar una fotografía o ahorrarse algunos malos ratos.

Pero estas no son las únicas situaciones. Pía Medina chateaba con un amigo cuando este le envió una foto insinuadora, pero en el minuto en que lo confronto este minimizo toda la situación. “Volví a revisar la conversación para ver si en algún momento yo había insinuado algo. Me sentí súper pasada a llevar porque más encima yo estaba pololeando y el chico lo sabía y aun así lo hizo”, explicó.

Y es que no hay una razón particular para atacar o acosar a una persona, no importa sea por conocidos o por cuentas totalmente anónimas. Siempre terminan dejando al individuo acosado con dudas sobre que podrían haber hecho mal, dirigiendo todos los problemas a sí mismo.

El 37% declaró sentirse preocupado sobre lo que los demás podrían pensar, después de ser acosados. Fotografía por Getty Images.

La culpabilidad

“De la vergüenza no le pude contar a nadie, pero después de eso me sentía muy vulnerable, sentía que todos pensaban lo mismo de mí y que yo sola me había puesto en esa situación cuando realmente no era así”, explica Daniela. Quien recibió un mensaje por WhatsApp de una persona insistente y desconocida, para luego enterarse que en realidad eran un grupo de personas que intentaban que ella les enviara fotos o videos de su cuerpo desnudo solo por hablarle.

Por otro lado, Francisca de 18 años decidió abrirse un perfil en la popular aplicación de citas Tinder, en la cual como cualquier otra persona decidió dejar su perfil de Instagram en la descripción. “No me molestó que me hablaran algunos, pero otros han sido desagradables, contestan mis historias con comentarios irrespetuosos y de carácter sexual. De cierta manera me llegue a preguntar si era mi culpa”

Se hace muy común que las personas acosadas deban sufrir culpabilidad por las acciones de otras personas. Sobre todo, en situaciones en las cuales todos deberían tener el derecho de sentirse seguros y libres de compartir las fotos que quieran, sin tener que ser atacadas por ser ellos mismos.

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