El camino del Liceo Experimental de Concepción a una educación inclusiva, diversa y libre de odio

El 7 de junio de 2021 el histórico colegio penquista se convirtió en el primer establecimiento en recibir el Sello Comunal de Diversidad y No Discriminación. La distinción, otorgada por la Municipalidad de Concepción, reconoce un trabajo de años de parte del liceo por ser un espacio seguro e inclusivo para estudiantes LGBTIQA+.

Aunque para algunos el 2015 puede parecer una época no muy lejana, lo cierto es que los seis años que han transcurrido desde entonces han significado una serie de transformaciones sociales profundas e históricas. Ese mismo año, en medio de un país que aún no conocía de “mujeres fantásticas” ni legislaciones en torno a la identidad de género, un estudiante penquista trans llegó a matricularse al Liceo Polivalente Experimental Lucila Godoy de Concepción. Su inédito arribo motivó a la directora del establecimiento a construir un proyecto educativo inclusivo y seguro con las diversidades sexuales. 

“Era una situación nueva y muy diferente, especialmente con la solicitud que aceptamos de vivir su sexualidad sin ningún tipo de restricción. Necesitábamos capacitación y contención para enfrentar una nueva realidad”, recuerda María Francisca Henríquez, directora del liceo. De esa forma, se dio inicio a un camino de intenso aprendizaje y adaptación tanto para la comunidad docente como para los mismos estudiantes. Un proceso histórico en los más de 60 años de trayectoria del establecimiento que a través de diferentes asesorías, capacitaciones, talleres e implementación de nuevas normas internas, ha logrado exitosamente su objetivo. 

M. Francisca Henríquez; directora del Liceo Polivalente Experimental Lucila Godoy, Álvaro Ortiz; alcalde de Concepción, Laura Jerez; encargada oficina de Diversidad y No Discriminación. Fotografía de Sabes.cl.

Un proceso necesario

“Comenzaron a matricularse varios estudiantes trans, principalmente expulsados o que habían tenido malas experiencias en otros establecimientos tanto de la comuna como de toda la provincia”, comenta Laura Jerez, encargada del Departamento de Diversidad y No Discriminación de la Municipalidad de Concepción. Laura ha sido un agente vital en la transición del Liceo Experimental a un proyecto educativo inclusivo y libre de odio; pues ella, junto al equipo de la oficina municipal -anteriormente Programa de Sexualidad- han brindado todas las herramientas a su disposición para contribuir con la directora del colegio desde el comienzo. 

Jerez afirma que con el paso del tiempo el Liceo Experimental ha ido ganando fama dentro de la comunidad LGBTIQA+ local como un espacio inclusivo para estudiantes de las diversidades sexuales y atribuye este proceso principalmente al interés y motivación de la propia directora del establecimiento, María Francisca. De esta forma, la distinción municipal entregada este año no es más que una confirmación pública de un trabajo colaborativo interno de años. 

No obstante, y pese a la buena acogida que ha tenido la transición educativa del Liceo Experimental en Concepción, desde la misma administración reconocen que no ha sido un trabajo perfecto ni exento de obstáculos. “Han surgido algunas intervenciones aisladas de un par de estudiantes, pero no ha existido ninguna mayor resistencia”, comenta María Francisca, al mismo tiempo que destaca la paciencia y tolerancia del alumnado con una adaptación del sistema muchas veces lenta. “Han tenido la disposición a esperar que nosotros nos vayamos acomodando a la nueva realidad y a comprender situaciones que puedan afectarles, como el uso de su nombre legal en vez del social en algunas clases”, explica. 

En Chile, la diputada Camila Rojas fue quien impulsó el proyecto de ley de educación sexual integral. Fotografía obtenida de La Tercera.
En Chile, la diputada Camila Rojas fue quien impulsó el proyecto de ley de educación sexual integral. Fotografía obtenida de La Tercera.

Presente y futuro

Si bien la implementación de proyectos educativos inclusivos con las diversidades sexuales se ha dado en más de un establecimiento a lo largo del país, aún existe inquietud y decepción con el propio sistema educacional. Sin ir más lejos en octubre de 2020 la Cámara de Diputados rechazó el proyecto de ley que establecía normas generales en materia de educación sobre afectividad, sexualidad y género para los establecimientos educacionales reconocidos por el Estado.

Vasily Bühring Silva, psicólogo de la Universidad de Concepción, es enfático en la relevancia de promover espacios seguros para adolescentes de la diversidad sexual tanto a nivel académico como social. “Los establecimientos educacionales funcionan como un segundo hogar para las y los estudiantes y la discriminación y estigma que puedan sufrir genera secuelas psicológicas; pues con el tiempo aprenden a anticipar el rechazo por parte del resto (estigma percibido), desarrollan sentimientos de rechazo a sí mismos (homofobia internalizada) y aprenden a ocultar su propia orientación sexual o identidad de género como forma de sobrevivir”, explica. 

La niñez y adolescencia LGBTIQA+ es un tema sumamente presente en la lucha de derechos para las diversidades sexuales, sobre todo en consideración con las tasas de suicidio en dicho segmento de la población, las cuales evidencian una alarmante crisis en salud mental. 

No obstante, y aun cuando existen importantes carencias del sistema educativo, casos como el del Liceo Experimental de Concepción dan esperanza y despiertan optimismo en quienes creen en una educación sexual integral. Así, desde el Departamento de Diversidad de la municipalidad aseguran que en el último tiempo han recibido una alta demanda de parte de otros establecimientos educacionales que buscan también transitar hacia proyectos inclusivos y respetuosos con la diversidad de sus estudiantes.

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