»No todo lo que brilla es oro», escribe Arjun Madhavan en un artículo para la Universidad de Indiana, en referencia a las prácticas abusivas que abundan en Hollywood. La reciente audiencia de Britney Spears para solicitar el fin de su tutela y el movimiento #FreeBritney, echan luz sobre los patrones de explotación que sufren actores y cantantes a manos de los medios, los representantes y sus propias familias.

Mary-Kate y Ashley Olsen: Criadas en el espectáculo

Las hermanas Olsen entraron a la industria de la actuación como bebés de nueve meses, compartiendo el rol de Michelle Tanner en la serie Full House. Desde entonces la imagen de las gemelas fue explotada para crear un imperio millonario de películas y mercadotecnia. Si bien su crecimiento fue ampliamente reporteado por los medios, Mary-Kate y Ashley se mantuvieron reservadas con su vida privada, aún cuando Oprah presionó a MK a hablar sobre su desorden alimenticio. En entrevista con Marie Claire, Mary-Kate las describió como »pequeños monos danzantes» y que »no le desearía su crianza a nadie».

The Beach Boys: Un padre explotador

Una de las bandas más grandes de los años 60, The Beach Boys, tiene sus raíces en el abuso infantil. Los hermanos y miembros originales del grupo, Brian, Carl y Dennis, crecieron bajo el tiránico padre Murry Wilson, un compositor frustrado. La autobiografía de Brian relata una historia de golpes, humillación y explotación financiera, que le dejó cicatrices emocionales y gatilló su abuso de sustancias, y posiblemente le provocó sordera en un oído.

Shia Labeouf: El ciclo del abuso

Como parte de su programa de rehabilitación, Labeouf escribió el guion para la película »Honey Boy», basado en la relación con su padre. En esta, el protagonista Otis de 12 años es un actor que sufre explotación a manos de su papá, quien usa el dinero para financiar sus vicios. Más tarde, un Otis adulto sufre las consecuencias de una infancia abusiva. El 2020, Labeouf fue demandado por su ex-novia FKA Twigs, la cual denunció violencia física y sexual durante la relación. El pasado y el presente del actor forman parte de un ciclo de abuso que no ha logrado revertir.

Shelley Duvall: Explotación emocional en el set

La icónica interpretación de Shelley Duvall como Wendy Torrance en »El Resplandor» estuvo acompañada por muchas lágrimas en el set. Duvall recuerda que Kubrick tenía una reputación cruel y la actriz Anjelica Huston considera que descuidaron su sanidad mental. Tras el retiro de Duvall , el 2016 tuvo una aparición en el programa de Dr. Phil, donde se mostró paranoica y vulnerable. Esta acumuló teorías sobre el impacto negativo del filme en su vida, y críticas hacia la explotación de su estado el espacio televisivo.

Jennette McCurdy: »Estoy contenta de que mi mamá esté muerta»

La actriz, conocida por su papel principal en la serie iCarly de Nickelodeon, comenzó a actuar a los seis años, impulsada por su madre con cáncer. McCurdy mantenía una complicada relación con su progenitora, quien la hizo el principal sostén económico de la familia a los 11 años. A la misma edad, la alentó a desarrollar un desorden alimenticio para conseguir más roles, trastorno celebrado por los productores de TV. Luego de abandonar la industria en el 2018, creó la comedia »I’m Glad My Mom Died», donde busca reconciliarse con los traumas de su infancia y adolescencia.

JYJ: Víctimas de contratos explotadores

En 2008, los idols Junsu, Jae-joong y Yoo-chun demandaron a la empresa SM Entertainment, casa de su entonces grupo, DBSK. El trío alegó actividades extenuantes, retribución injusta de las ganancias y un contrato esclavizante de 13 años, firmado cuando eran adolescentes. La batalla legal provocó que la Comisión de Comercio Justo (FTC) de Corea del Sur reformará los contratos entre artistas y agencias, bajando su duración máxima a siete años. La empresa SM es una infractora habitual de explotación a sus cantantes y violación a los derechos humanos, como denunciaron los idols chinos Hangeng, Kris Wu, Luhan y Zitao.

The East Light: El abuso infantil disfrazado como disciplina

Al momento de su debut en el 2016, la banda coreana The East Light promediaba 15 años entre sus seis integrantes. En octubre del 2018, el medio Xportsnews reportó que los miembros sufrían abusos verbales y físicos por parte del director de Media Line Entertainment y un productor. Lee Seuk-cheol, líder del grupo, declaró que eran castigados por su comportamiento y entregó evidencia de la violencia ejercida contra él y su hermano durante cuatro años. Los padres de Seuk-cheol y Seung-hyun demandaron a los involucrados, quienes fueron sentenciados por la Suprema Corte de Corea del Sur.

Luis Miguel: El padre, el hijo y la serie

La producción de Netflix; Luis Miguel, la serie -que cuenta con el visto bueno del cantante– confirma, entre realidad y ficción, las prácticas explotadoras de Luisito Rey hacia su hijo. A los 10 años, Micky fue introducido por su padre a la industria del entretenimiento, y a lo largo de su carrera, también a las drogas. Durante años, Luisito Rey vivió de las ganancias del Sol de México, quien terminó su relación laboral apenas cumplió la mayoría de edad.

Michael Jackson: Despedir al explotador

Antes de ser el rey del pop, Michael era la voz principal del grupo de hermanos The Jackson 5. La agrupación fue creada por su padre Joseph Jackson, quien reconoció el talento de sus hijos con los instrumentos y el canto. El patriarca era estricto y abusivo, golpeándolos con cinturones y burlándose de sus inseguridades, apodando »Fat Nose» (nariz gorda) a Michael. La ambición y dedicación de Jackson le permitieron posicionarse como artista en solitario y luego del lanzamiento de Thriller en 1983, despidió a Joseph.

Britney Spears: #FreeBritney

Quizás el caso más extremo de la lista, Britney Spears ha vivido durante 13 años bajo un conservatorship o régimen de tutela. Este fue una petición de su padre -luego de una pública crisis mental de la artista- en la que obtuvo el control total sobre sus inmuebles y vida personal. El podcast Clase Básica entregó una interpretación de la última audiencia de la artista, donde Spears reveló que es víctima de manipulación, sobremedicación y violencia obstétrica. Además, declaró que toda su familia y equipo de trabajo explotan su labor e imagen desde que inició su carrera a los 17 años.

Se puede explicar la explotación en la industria del entretenimiento como un resultado de las disparejas relaciones de poder que favorecen al dinero en vez de los y las artistas. El movimiento #FreeBritney, que le entrega voz y defensa a una de las superestrellas del siglo, es clave para denunciar las prácticas abusivas enraizadas al espectáculo. Pero, si Britney Spears tiene un mar de seguidores y simpatizantes apoyándola, y aún no logra obtener su independencia ¿Qué ocurre con quienes no poseen ni el dinero ni la divulgación?

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