Activistas medioambientales han luchado por diversas causas durante esta década, sin embargo no todas han tenido un final feliz. Gran parte de los activistas medioambientales han recibido amenazas de todo tipo, incluso de muerte y extorsión. 

El acoso a activistas que luchan por causas medioambientales es una realidad que se conoce superficialmente. Los medios de comunicación tradicionales no dan una amplia cobertura a este tipo de noticias y aquellos que se dedican a estudiar casos que quedan a la sombra de todos. Los principales enemigos de los activistas son grandes empresas que protegen sus intereses frente al bien de la comunidad, un ejemplo de ellas es la Celulosa Arauco, cuya planta de Valdivia contaminó las aguas y acabando con la vida de cientos de cisnes de cuello negro.

Luchar como Macarena Valdés

La empresa de capitales austríacos RP-Globa pusieron cemento en los ríos que tenían su cause en  los cerros. Ante tal injusticia, la comunidad se organizó y la voz de la activista Macarena Valdés se hizo representante de todos. Debido a la lucha, la activista recibió una serie de amenazas de muerte y el 22 de agosto de 2016 fue encontrada muerta en su casa. En un principio se instauró la teoría de un posible suicidio, sin embargo la fiscalía especifico que “No se confirma la existencia de signos objetivos que permitan sustentar que la víctima se hubiese encontrado con vida al momento de ser suspendida por un cordel o lazo a nivel cervical”.

Por otro lado, la empresa siguió con su trabajo en la zona y la muerte de la activista quedó inconclusa. Según El desconcierto «El extravío de material clave para el caso ha tenido consecuencias para la investigación. En marzo, Labocar insistió en la tesis del suicidio porque no consideró el informe desaparecido».

El activista de las zonas de sacrificio: Alejandro Castro

La crisis ambiental que afecta a la zona de Quintero y Puchuncaví impulsó a Alejandro Castro para convertirse en activista ambiental por su comunidad. Sin embargo su final fue similar al de Macarena: La muerte. Según la primera versión de la PDI «El joven acabó con su vida intencionalmente sin intervención de terceros».

Según su familia en el diario La Tercera «luego del 23 de septiembre, mientras esperaba que liberaran a un grupo de vecinos detenidos por Carabineros, habría sido advertido directamente por carabineros». Lo cual los ha llevado a pensar que la muerte del activista tiene que ver con su lucha frente a la situación de su localidad.