La cultura deportiva chilena juega en contra en los JJ.OO

cedida por chile.as.com

Las probabilidades de alcanzar una medalla se limitan a sorpresas individuales para los chilenos y chilenas en los Juegos Olímpicos. Esto marca una diferencia con las escuadras deportivas de las grandes potencias mundiales que poseen una fuerte «cultura deportiva».

En los Juegos Olímpicos Tokio 2020, el TeamChile logro clasificar a 58 jugadores y jugadoras para poder participar de la mayor cita polideportiva del planeta. Asimismo, este es el mayor número de deportistas -en la historia- que participan en representación de nuestro país.

Sin embargo, las probabilidades de alcanzar o ganar una presea son bajas o, bien, se limitan a sorpresas individuales. Esto marca una diferencia con las escuadras deportivas de las grandes potencias mundiales como Estados Unidos, China y Gran Bretaña con una fuerte «cultura deportiva».

Los resultados de los competidores son reflejo de los esfuerzos individuales y familiares en Chile. Como sociedad el acompañamiento es poco, contando con una infraestructura básica y acceso a esta solo por medio del horario escolar.

Cultura del deporte en Chile

Los niveles de inactividad física en el país son altos. Un estudio realizado por la Universidad de la Frontera en 2019, revela que en Chile apenas 1 de cada cinco niños y niñas entre 9 y 11 años es físicamente activo. Del total, solo entre el 14% y el 26% reporta que participa en alguna actividad deportiva.

El reporte precisa, además, que solo la mitad de los establecimientos educacionales en el país promueven el ejercicio entre los estudiantes. Según ellos es debido a la falta de infraestructura y programas destinados a “proveer un entorno escolar activo”.

Lorena Rodríguez, académica de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, en conversación con el portal de noticias de La Tercera, explica que desde muy temprano y desde la infancia, “los niños empiezan a entrar en un sistema que los obliga a ser sedentarios, tanto en las escuelas, donde pasan muchas horas sentados, como en casa, en la que pasan el tiempo viendo televisión o con juegos electrónicos”.

La “cultura deportiva” en Chile deja mucho que desear si se compara con los países que lideran el medallero olímpico. El conjunto de prácticas, conocimientos y comportamientos físicos en los diferentes grupos sociales para alcanzar metas deportivas es escaso.

En la historia del país los diferentes métodos y enfoques destinados a la ejercitación física son mínimos, así como el número total de participaciones nacionales e internacionales. Misma apreciación negativa se puede hacer sobre los triunfos acumulados por el país. Probablemente, esto denota fielmente los modos de pensar y trabajar a nivel local.

“No hay cultura deportiva en el país, nadie imagina por lo que pasamos”, señaló en 2019 la deportista chilena Francisca Rivas, voleibolista de playa.

En las escuelas, Educación Física es una de las áreas de la pedagogía con menor carga horaria. Esto contrasta con lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ente que señala que la actividad física en los estudiantes debería ser de 6 horas a la semana. Sin embargo, en el sistema educativo chileno solo obliga a los establecimientos a cumplir con dos horas semanales.

Cultura del deporte en las potencias deportivas

Haciendo una comparativa, el país que posee más medallas históricas en los Juegos Olímpicos es Estados Unidos. Este país consiguió tales preseas en la suma de 15 deportes que en algún momento formaron parte del programa paralímpico. Para aquella sociedad el deporte esta ligado con la educación y excelencia: esto se refleja en la gran cantidad de personas que ingresan a los programas deportivos que ofrecen las comunidades, escuelas y universidades.

En esta línea, un estudio elaborado en 2019 por la ONG Phywucak Activity Council, reveló que el 66% de la población total del país realiza algún tipo de actividad física, tanto como pasatiempo como oficio profesional. Por su parte, en los institutos las pruebas de pista y campo en exteriores son las que más llaman la atención de los alumnos. Contando así con una media de 1,093,61 participantes en los equipos deportivos de esta índole, según la NFSHSA (Federación Nacional de Asociaciones de Preparatorias Estatales).

Por un lado, otro país con un ambicioso plan deportivo es China, nación en la cual su Gobierno espera que para el 2050 un total de mil 400 millones de residentes hagan ejercicio. Esto, con una clara apuesta hacia las competencias internacionales, mediante una ardua y exigente práctica, desde que son muy pequeños.

Además, el país asiático ha tenido una constante en el aumento del número de participantes y su gran gasto económico deportivo de 195.305 millones de euros en 2020, según Palco23.com.

Por último, se hace necesario mencionar a Gran Bretaña, uno de los países con más participantes y medallas olímpicas, además de ser la cuna de la mayoría de los deportes que conocemos. Gran parte de este logro puede adjudicarse al programa de financiación deportiva de la nación británica. Claro está, uno que ha sido calificado como eficiente pero controversial. Aquí, se basan en la financiación de programas específicos, dependiendo de la probabilidad de obtener medallas. Esto sin duda genera una gran ambición y exigencia, por parte de los deportistas, quienes buscan poder sobrevivir a los recortes luego de su participación en competiciones internacionales.

Una nueva mirada al deporte en Chile

Sin embargo, en la más reciente edición de los Juegos Olímpicos, el país ha logrado aumentar la cantidad de participantes.  “Somos uno de los pocos países de América que logró incrementar su delegación deportiva, en relación a Río 2016”, señaló para La Tercera Leonardo Viana, Jefe de la Unidad Técnica Metodológica del Plan Olímpico.

Asimismo, según el portal T13.cl, el monto aproximado que alcanzó la inversión estatal para el deporte de Alto Rendimiento en el último ciclo olímpico -2017 al 2021- bordea los 250 millones de dólares. Este monto, en el papel, busca financiar la implementación deportiva, entrenadores, especialistas, seguros, recursos humanos e federaciones y el funcionamiento de recintos deportivos.

Sin embargo, no sería hasta el denominado “estallido social”, que las instituciones deportivas comenzaron a exigir –abiertamente- que el deporte se vea como un derecho y no un privilegio. Además que se garantice un desarrollo digno de este en la nueva carta fundamental, que actualmente redacta el país mediante una Convención Constituyente.

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