Como seres humanos siempre buscamos nuestro lugar en el mundo. Muchas personas creen que esto se consigue con una profesión universitaria o teniendo una familia con hijos. Hay otros que creen que se logra con algo bastante más complicado, ¿qué puede ser más complicado que lo mencionado anteriormente? En las condiciones en que se encuentra Chile, tener una casa propia.

En el artículo 30 de nuestra actual Constitución, se establece el derecho a una vivienda adecuada y digna, sin importar la situación social y económica, pero ¿qué tan aplicable a la vida real es esto? Bueno, existen dos opciones para comprar una casa en nuestro país, la primera es un crédito hipotecario.

Manuel Rosales, Ingeniero Comercial y Agente del Banco Estado de Tirúa, explica que “los requisitos para conseguir este crédito han cambiado en el último tiempo. Ahora el banco sólo hace tratos con personas que cuentan con estabilidad laboral (un año si tienes contrato indefinido y si trabajas de forma independiente, dos años sin lagunas), una renta superior a un millón de pesos y aunque, legalmente se aceptan solicitudes desde los 18 años, la realidad es que recién a los 25 años el sistema comienza a aprobarlas”.

El estudio El Chile que viene, publicado por Cadem y realizado en febrero del 2022, señala que la mayoría de los entrevistados (98 %) cree que los precios de las casas están subiendo principalmente por el aumento de las tasas de interés de los créditos hipotecarios. Debido a esto, tan sólo un 36 % de los encuestados tiene planes a corto plazo para comprar una vivienda.

Rosales continúa diciendo que, “actualmente el banco tiene una menor cantidad de clientes aptos para poder solicitar un crédito hipotecario, ya que muchos quedaron fuera luego de la modificación de los requisitos mínimos. De a poco ha ido disminuyendo la afluencia de personas en las sucursales, todo por los cambios drásticos que están ocurriendo en el mercado”.

¿Qué se puede hacer si no puedo postular a un crédito hipotecario?

Aquí es donde aparece nuestra segunda opción, nuestro plan b: los subsidios del Estado. Comencemos por el Subsidio DS1, el que abrirá postulaciones este 19 de abril. Este proyecto va en apoyo de familias del sector socioeconómico medio que cuentan con capacidad de ahorro, llegando a entregarles cerca de 2 200 UF en regiones normales y en el caso de las regiones ubicadas en zonas extremas, 2 600 UF para la compra o construcción de una vivienda.

También existe el Subsidio DS19, que trabaja en conjunto con diversas inmobiliarias. Se puede solicitar este subsidio con o sin un crédito hipotecario o con un subsidio base. El beneficio del DS19 es que no se debe postular, se puede solicitar directamente a una inmobiliaria que tenga convenio con el Minvu en cualquier momento del año.

Y finalmente llegamos al Subsidio DS49, el que otorga a las familias un apoyo base de cerca de 10 millones de pesos, además de algunos subsidios complementarios dependiendo del grupo familiar y el tipo de casa que se busque comprar. Lamentablemente, el Minvu aún no informa las fechas para solicitar este beneficio.

Pero escuchemos la voz de la experiencia. Maribel Román tiene 46 años y actualmente es beneficiaria del Subsidio DS19, pero para eso tuvo que esperar más de 18 años. Según lo que ella experimentó en el proceso, cuenta que “esta clase de subsidios, son para personas casadas y con hijos, que se encuentren bajo el 40% de vulnerabilidad socioeconómica y que básicamente vivan hacinados”.

Maribel continúa señalando que, en su opinión, “si tú no tienes algún conocido que te pueda ayudar desde dentro de estas instituciones o dinero, no tienes casa. El Estado creó estas opciones para que los chilenos adquiriéramos casas, pero ¿qué pasa ahora? En vez de ayudarnos a nosotros, prefieren a los extranjeros. De hecho, ellos ahora último están siendo más beneficiados que las mismas personas que nacieron acá, en Chile”.

Por otro lado, Nicole Cartés Mondaca tiene 33 años, de los cuales, 15  ocupó para postular a subsidios del Estado. Ella cuenta que intentó dos veces con el DS49 y una vez con el DS1, en donde hace poco salió seleccionada. En su opinión, “las opciones para que los chilenos comunes y corrientes consigan una casa, son pésimas, irreales. Además de que son muy bajas las opciones para conseguir una vivienda propia, casi siempre los beneficiados son personas extranjeras o en extrema pobreza”.

Aceptar la realidad

Luego del análisis de las opciones para conseguir el sueño de la casa propia, quizás comencemos a pensar que posponerlo puede ser la mejor opción. El tema habitacional en sí se complicó para el país luego de que los efectos de la inflación se hicieran presentes en nuestra vida cotidiana. Para Manuel Rosales, definitivamente “no estamos atravesando un escenario propicio para solucionar el déficit habitacional en nuestro país”. Parece que como siempre, tendremos que recurrir a una vieja amiga, la paciencia.