El cisne de cuello negro en Chile

El pasado 18 de abril, se divulgaron las imágenes de un cisne de cuello negro siendo perseguido por una lancha en su propio hábitat natural. Un hecho que, en esta época, invita a recordar su estado de conservación.

Probablemente resulte familiar la idea casi instintiva de que esta especie debe ser cuidada. Que está o estuvo en peligro, y que eventos como el de Vichuquén, sumados a los muchos problemas medioambientales que nuestro mundo enfrenta, suponen un acto de violencia e irresponsabilidad. «Probablemente», porque a la luz de los hechos actuales y pasados, la realidad no siempre es así.

Según los datos que se pueden consultar libremente en el sitio web de CONAF, el cisne de cuello negro es una especie vulnerable. ¿Qué significa esto? Que no está en peligro de extinguirse, pero sus condiciones actuales le hacen una especie protegida legalmente por el Estado. Usualmente el organismo que se asocia al cuidado del medio ambiente y sus habitantes, es, aparte de CONAF, el Servicio Nacional Agrícola y Ganadero. Por lo que para esta crónica se partió buscando información en el SAG, donde al conversar con su coordinadora de prensa, Marcela Cerda, esta afirmó que el cisne de cuello negro está protegido por la Ley de caza. Lo cual, como se podrá deducir, significa que su caza es ilegal y se considera furtiva.

Personal del SAG liberando un cisne de cuello negro en Vichuquén hace dos años. Créditos de imagen a vivimoslanoticia.cl.

Cualidades, vida y peligros

Patricio Ortiz, ornitólogo y presidente de la Fundación Bandada, cuenta que el cisne de cuello negro es un ave acuática que habita principalmente en humedales de agua dulce, pero también puede encontrarse en la zona costera. Por ejemplo, desembocaduras de ríos, marismas y playas. Por otra parte, menciona de forma especial tres amenazas a las que se ve sometido: la caza furtiva, el ataque de perros con y sin dueño, así como la pérdida del hábitat natural. Pero ¿cómo se puede perder un hábitat que consiste en espacios abiertos? Tristemente, por algo muy cercano: la intervención humana.

«La principal amenaza que tienen, como habitan estos sitios, es el relleno de humedales»

Patricio Ortiz. Fundación Bandada.

El relleno de humedales se produce, por ejemplo, debido a la infraestructura vial y portuaria. Pero con notoriedad por la industria inmobiliaria.

Río Cruces. Foto por davepope en www.flickr.com.

En cuanto a lugares de nidificación, menciona el santuario del Río Cruces en Valdivia, donde los ejemplares han alcanzado un número de 33.000. Esta cifra tiene un significado especial, ya que, en el año 2004, su población de cisnes de cuello negro cayó de un promedio anual de 6000 aves a tan solo 500. Según las palabras de Patricio Ortiz, esta caída no se debió tanto a la muerte directa de los cisnes como a la pérdida de su alimento. Es decir, el luchecillo. Una planta acuática que, además de volverse escasa, fue afectada por la descarga de material realizada por la Celulosa Arauco en las aguas del Cruces. Si se comparan las cifras de ese entonces con las actuales, el panorama luce mucho más alentador.

Por su parte, en la región del Bío Bío, destacó el Lago Lanalhue y el humedal Rocuant Andalién. Este último se considera un sitio prioritario de conservación, no sólo del cisne de cuello negro, sino también una rica variedad de otras especies. Por lo que, de sus 2000 hectáreas, este cisne se encuentra concretamente alojado en una zona particular: Playa Negra. Finalmente, también como centro de nidificación en la región, se encuentra la Laguna Grande de San Pedro de la Paz.

Sanar y devolver

Un ejemplo de organización que trabaja en esta línea es el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de la Universidad de Concepción, Campus Chillán. Este centro recibe animales silvestres que necesitan asistencia por diversas razones, ya sea debido a heridas o ausencia de los progenitores. La Dra. Paula Aravena, directora del centro, dice que en este último caso hay ocasiones en las que reciben pacientes de edad muy temprana, incluso neonatos. Coincidentemente, el mismo día en que hostigaron al cisne de Vichuquén, los voluntarios del centro liberaron tres cisnes de cuello negro. Estos llegaron siendo polluelos y, desde entonces, los prepararon para volver a la vida silvestre junto a otros ejemplares de especies protegidas.

Informar para cuidar

Cisnes de cuello negro en Laguna Los Patos, Universidad de Concepción. Autoría propia.

El cisne de cuello negro no se encuentra en el mismo nivel de peligro que en el pasado. Actualmente, al buscar en internet, se llegó a un punto en que las noticias sobre el incremento de su número son más frecuentes. Probablemente gracias a organizaciones como Fundación Bandada y el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre.

Sin embargo, es curioso cómo a pesar de existir la noción de que debe ser protegido, la información general que se ofrece del mismo no tiene el mismo rango de alcance que otras materias. Sus amenazas principales, su forma de vida, incluso su estado de conservación actual, son consultables, pero sólo una vez que se buscan específicamente. En este sentido, cabe recalcar la importancia de informarse por iniciativa propia, así como crear oportunidades para que dicho interés surja en la población. Mientras más lejos llegue el conocimiento sobre estas especies, más fuerte será su protección.

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