Disidencias en la pantalla abierta: el pasado y el presente

La televisión chilena (y los medios en general) se deben adecuar a los cambios fugaces que se manifiestan en la sociedad. Un ejemplo de esto es que lo que hace unos años se consideraba como humor, ahora es considerado una falta grave merecedora de reproche colectivo.

Cuando se habla de programas humorísticos de los últimos años resulta sencillo pensar en Morandé con compañía. Sin embargo, no todo era agradable en él. En este espectáculo televisivo constantemente se denigraba a las disidencias y a las mujeres mediante la comedia “popular”. ¿Alguna vez los productores se habrán cuestionado cómo habrá sido crecer con estas influencias mediáticas?, exactamente en aquellos infantes violentados en los colegios por la repetición de chistes expresados en los canales de moda.

Anteriormente era frecuente escuchar opiniones cargadas de intolerancia y faltas de respeto en los medios. El show conducido por Kike Morandé no es el único caso en la historia de la televisión, El Club De La Comedia, Mentiras Verdaderas, e incluso festivales transmitidos en vivo son algunos de los ejemplos que se suman a la lista.

«Me costó aceptarme. Crecí escuchando comentarios homofóbicos generados por contenidos relacionados a las disidencias, toda esa cultura de odio era una presión inconsciente para mí».

Pablo Ortega, homosexual.

Poco a poco se ha avanzado en materia de derechos LGBTIQA+ en el país. El activismo disidente ha luchado por su visibilización desde el retorno a la democracia en 1990. También se han manifestado por la falta de protección por parte del Estado frente al odio irracional. 

Marcha del Orgullo en Santiago (2019). Fuente: EFE.

Análisis del cambio 

Tras el asesinato de Daniel Zamudio en 2012, comenzó a regir la norma que penaliza la discriminación arbitraria. La Ley N° 20.609 comenzó a planificarse en 2005, sin embargo, se aprobó siete años después gracias a la revuelta mediática, ya que se evidenció que se carecía de legislación para estos sucesos. El caso Zamudio remeció al país, se presentó ante los ojos de todo Chile a través de los medios, evidenciando violencias que se normalizaron durante muchos años. Para generar conciencia se realizó una miniserie de su historia, sin embargo, no detuvo las burlas en televisión. 

El 2015 llegó el Acuerdo de Unión Civil. El Registro Civil lo define como un “contrato solemne celebrado entre dos personas de igual o distinto sexo que comparten un hogar, con el propósito de regular los efectos jurídicos derivados de su vida afectiva en común”. Aunque a esa altura continuaba siendo un tema tabú hablar de diversidades sexuales, se produjo un avance en la igualdad.

Punto de prensa posterior a la promulgación del AUC. Fuente: Movilh.

“Fue súper significativo, porque hasta ese entonces toda la cobertura de disidencia sexuales era super mala. Era motivo de humor en programas como el Morandé con compañía, y también de burla en el Festival de Viña. En las instancias culturales mediáticas importantes del país ser homosexual era motivo de vergüenza” afirmó Sebastián Henríquez, periodista que cubrió el primer AUC. “Fue importante porque cambiaron cosas. Al instituirse este tipo de acuerdo se cambió el switch. En el fondo se asumió que era una celebración familiar normal, como todas las demás (…) Antes de este acuerdo la cobertura era notoriamente sesgada. Si una persona era abiertamente homosexual, su credibilidad se reducía y era razón de burla”, agregó.

En marzo de 2022 entró en vigencia el Matrimonio Igualitario. Ante este histórico acontecimiento, las cadenas mediáticas celebraron el hecho en sus pantallas.

Fenómeno social

La aparición de parejas disidentes en horarios familiares no hacen más que provocar un bien en la sociedad. Gerald Lara, psicólogo clínico, comenta que “desde la psicología social, se puede argumentar que la visibilización de problemáticas de un endogrupo (disidencias) permite que el exogrupo (el resto de la sociedad) pueda comenzar a conocer y poner en discusión temáticas que quizás antes no se tocaban, como lo es la orientación sexual y los derechos humanos básicos (…) A menudo llegan pacientes que manifiestan como su principal problemática sentirse confundidos, y gran parte de esto viene por la falta de modelos a seguir en la infancia”.

Pareja disidente en la telenovela nacional «Edificio Corona». Fuente: MEGA.

Actualmente la televisión abierta del país se ha convertido en un refugio para aquellas expresiones. La periodista Valentina Riveros asegura que «el incluir personajes trans en las novelas de mediodía, parejas homosexuales, hablar de lesbianas en las novelas de la tarde, acercan de forma directa esta realidad a las casas». Es así como diversos programas han integrado en sus repartos a personajes disidentes, también, se han mostrado relaciones reales de personas del mismo sexo (o con identidades anteriormente cuestionadas) en espectáculos televisados y producciones culturales. De igual forma, se ha intensificado la conversación de temáticas de género en programas con altas audiencias.

En la cultura chilena la visión que tiene la televisión es relevante, es por esto que cobra más sentido seguir potenciando el respeto de las diversas formas de amar, de vivir y de ser. La sociedad avanza y los medios no pueden quedarse atrás.

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