La sociedad occidental pareciera tener un guión predeterminado para cada uno de los que habitan de este lado del mundo. Si bien es cierto que existen factores, tales como el nivel socioeconómico o el historial de profesiones u oficios presentes en un grupo familiar, el camino normal por el que se dice que todos debemos pasar es más o menos el mismo.

Perspectiva de Revista Entrelíneas

Actualmente, existe una gran presión hacia las y los jóvenes. La sociedad moderna, de manera implícita, ha creado un molde que, si no eres capaz de completar en cierto punto de tu vida, quedas fuera de la posibilidad de convertirte en una persona exitosa y realizada. Así, un elemento que ha potenciado el sentimiento de no ser lo suficientemente bueno, o llegar a pensar que no estás haciendo nada útil, es el uso de las redes sociales. 

En este sentido, la sobre exposición a gente super millonaria que, con tan solo 25 años, poseen empresas y son capaces de comprar autos exageradamente caros, va generando, lentamente, un sentimiento de envidia que no hace más es generar la necesidad del éxito inmediato, únicamente para poder ostentar una vida bajo los estándares de Instagram o Facebook.

A lo anterior, se suman cuestionamientos que poco aportan al sentir de los jóvenes. La presión por ser alguien importante se vuelve constante, y la inmediatez actúa como un terrible agente tóxico que hace más pesada la carga de las nuevas generaciones. El objetivo de construir un proyecto que otorgue tranquilidad a la vida, difícilmente se conseguirá en un corto plazo, por lo que la sensación negativa vuelve e inunda el inconsciente.

En mi opinión, y por lo aprendido leyendo a diversos autores, lo que pareciera ser la clave para romper este paradigma, que tan presionada y aprisionada tiene a la población joven, es entender que la paciencia y constancia son capacidades que deben cultivarse pues, el proceso de convertirnos en quien queremos ser, es lo que nos llevará a cumplir nuestros objetivos.

Reflexionando, he concluido que poner dedicación en lo quieres hacer con tu vida, te llevará a ser una persona exitosa y, para ello, es vital enfocarse en sí mismos. Al dejar de compararte con los demás podrás definir una meta y, diariamente, trabajar por cumplir tu objetivo. Recuerda, cada individuo es un mundo diferente, con tiempos y motivaciones distintas de las del resto.

Los logros pueden ser medidos de diferentes maneras, para algunos lo son el tener lujos y, para otros, simplemente es un mensaje de felicitaciones por un nuevo empleo. En Chile, como en muchos otros países, el panorama de las oportunidades se vislumbra desigual, las personas nacen en realidades distintas y eso es parte intrínseca del paisaje. Sin embargo, y contra todo pronóstico, depende de cada uno que la versión de nosotros mismos de mañana sea mejor que la del día anterior.