Hace más de un año y media la gastronomía y el turismo local que se da en las caletas de la provincia de Concepción pudieron abrir sus puertas completamente para recibir a sus clientes que, durante el confinamiento, les fue dificultoso aprovechar de las bondades que brindan cocinerías, restaurantes y empresas turísticas.

Propietarios de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) nuevamente deben enfrentarse a otra dificultad. El alza en el costo de la vida y la llegada de la temporada baja de invierno desembocaron en una aguda crisis económica y turística en los fuertes polos gastronómicos de Concepción. Tanto locatarios, trabajadores del turismo y pescadores se ven afectados de la misma manera. Sin embargo, existen quienes a pesar de las adversidades intentan subsistir ya que estos negocios significan la única entrada de recursos para sus familias.

Un artículo del Diario Concepción manifiesta que con la llegada del invierno las ventas bajaron un 40 % en caleta Tumbes, algo similar, acusan, se vive en Lenga y Lirquén. No obstante, existen diversas versiones e ideas respecto del porqué de esta crisis.

Gastronomía en Caleta Tumbes y Caleta Lenga

Un locatario de Tumbes, cuya identidad pidió no ser revelada, declaró que esta situación no es lo que viven todos, más bien la gente busca un servicio que esté al 100 % y no todos los empresarios gastronómicos están entendiendo este concepto. “Tenemos una clientela fiel, que aún en tiempos difíciles, sabe que aquí estamos para entregarles productos de calidad”. Del mismo modo, Jesús Ruiz, dueño del restaurante “8.8” de Caleta Tumbes admitió que el escenario se está volviendo complejo. “Todo está subiendo, incluso los mariscos. Esto es difícil para nosotros porque no todos comprenden esto”, comunicó Ruiz.

En Lenga se vive un ambiente semejante. Al igual que en Tumbes, al ser una caleta de pescadores y con fuerte presencia de locales gastronómicos, la crisis afecta a todos por igual. Bernarda Chaparro, dueña del restaurante “La Barca” reconoce que existe una disminución en la clientela, sobre todo porque después de la apertura tras el confinamiento, las ventas aumentaron en un 80 %. “Nos preparamos para esta temporada que, sabíamos, sería la más lenta tras la pandemia. No por eso pararemos, todo lo contrario, siempre es bueno que la gente encuentre un lugar donde disfrutar de las delicias del mar, y aquí estaremos, también porque esto es el sustento para mi familia y muchas otras”, agregó Bernarda, quien lleva más de 30 años en el rubro gastronómico.

Turismo en Caleta Lenga

Giovanna Chaparro, guía local de Caleta Lenga y embajadora turística de la región, que comenzó en 2013 a realizar paseos en botes desde la localidad a las playas aledañas (Ramuntcho, San Juan, Los Cuervos), siendo la única mujer que maneja embarcaciones, comenta que esta temporada es compleja ya que las condiciones del mar no permiten hacer ese tipo de actividad turística. Además, cuenta con un café a las orillas de la playa, el que trabaja todo el año para poder generar recursos. “Creo que Lenga es reconocido por su gastronomía y turismo local, además está ubicado súper cerca del centro urbano, lo que permite que el público llegue de manera fácil. Esto hace que la afluencia de público no disminuya tanto en invierno”, aclaró.

Desde Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) Biobío declararon que es evidente la crisis en el rubro gastronómico y turístico que se da en el borde costero de la provincia de Concepción. “Esto se debe, en gran parte, al contexto económico a nivel país”, comunicaron. Como respuesta a esta crisis y con el propósito de colaborar con el pasar de quienes encuentran en el rubro turístico y gastronómico de la provincia es que la directora de Sernatur Biobío, Carolina Godoy, anunció que prontamente se publicará una licitación por medio del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) para tener una campaña comunicacional para la promoción de la Región del Biobío.

Según los expertos en la materia, el turismo regional está poniendo sus ojos en la provincia del Biobío en esta época invernal, situación crítica para locatarios y empresarios de las caletas en la provincia de Concepción, ya que muchos de ellos encuentran ahí la única manera de generar recursos para sus familias y las de sus trabajadores. Pretenden que la promoción de sus servicios por parte de las autoridades sea una ayuda para este complejo escenario que se vive en las costas del Biobío.