Aulas hospitalarias: la importancia de garantizar el derecho a la educación

Salas que brindan una atención escolar a estudiantes que por motivos médicos no pueden asistir a colegios de forma regular, estas instalaciones tuvieron algunos problemas principalmente por el financiamiento y la pandemia.

Las aulas hospitalarias son salas de clases en centros de salud, donde atienden desde el ciclo preescolar hasta la enseñanza media, incluso pueden llegar a los 26 años de edad en casos necesarios de algún tipo de discapacidad. Con el objetivo de continuar la formación para personas que padecen de enfermedades crónicas y que se deben mantener largos periodos internados.

La modalidad de atención busca ser dentro de aulas ubicadas al interior de algunos hospitales, pero en caso de que los estudiantes no puedan asistir debido a su estado de salud, los docentes se trasladan a la sala donde se encuentran hospitalizadas. Ahora, en caso de que los alumnos estén de alta, también pueden optar por impartir las clases en sus domicilios, aunque esto depende de cada establecimiento.

En Concepción se creó la primera Escuela Básica Chilena en 1960 al interior de un centro hospitalario, siendo la primera a nivel nacional, ya que no fue hasta 1990 que se iniciaron actividades escolares en Santiago para niños y jóvenes que padecen de enfermedades crónicas, estas eran financiadas por algunas ONG.

A lo largo del territorio nacional se encuentran más de 50 aulas hospitalarias.
Créditos imagen: Diario El Pulso.

En la región del Biobío actualmente existen cuatro aulas hospitalarias, ubicadas en las comunas de Talcahuano, Concepción, Los Ángeles y Tucapel.

Paulina Ramírez enfermera en jefe del área pediátrica del Hospital Regional comenta sobre el funcionamiento del aula en Concepción: “Todas esas personas que participan en este proceso generan una instancia muy buena, nosotras como enfermeras en realidad estamos bastante preocupadas de lo que es el cuidado humanizado, en ese contexto tiene tres aristas, que los niños no sientan dolor, estén con sus papás y que puedan jugar.”

Respecto a la pandemia Ramírez añadió que: “Obviamente se están utilizando muchos más resguardos que antes siguiendo los protocolos de COVID-19, pero sí se ha estado tratado de retomar rápidamente el regreso de estas aulas, de hecho, en el 2021 ya estábamos con las docentes en las salas de los pacientes de nuevo; pero lamentablemente no hemos podido llevan a nuestros niños al aula porque la verdad es que son niños de alto cuidado.”

Paula Figueroa profesora y máster en pedagogía hospitalaria es parte del equipo docente en la Escuela del Hospital Higueras e indica respecto a su establecimiento que: “Nosotros funcionamos con las tres modalidades, porque contamos con el aula de clases, asistimos a la sala de los pacientes cuando no se pueden trasladar y aparte disponemos de atención domiciliaria.”

Además, comenta que: “Esto se encuentra directamente relacionado con el tema emocional, se realizan actividades flexibles para apoyar todas las necesidades tanto educativas como sociales o psicológicas qué tiene el estudiante; con esto tratamos de mitigar un poco las consecuencias negativas que puede tener el proceso de hospitalización. Es un trabajo bastante completo, por lo que a veces logramos más cercanía con los niños, y manejamos información que podemos derivar a médicos, psicólogos o trabajadores sociales.”

Financiamiento de aulas hospitalarias

Claudia Latorre asesora de la subdirección de apoyo técnico pedagógico del SLEP Andalién Sur explica cómo funciona el pago de las instalaciones indicando que: “Se financia con la Ley de Subvención General, a través de pro-retención de algunos estudiantes que califican, junto con una colaboración del Ministerio de Educación con programas de fortalecimiento que han otorgado recursos, además de forma independiente la directora y los docentes gestionan colaboraciones de las redes externas.”

Según el Ministerio de Educación en su último informe Escuelas y aulas hospitalarias en Chile 2020, esta subvención equivalente a unos 6732 pesos diarios, que corresponden a 193 501 mensuales y se calcula por el promedio de asistencia de los escolares matriculados, sin jornada escolar completa, pues dada las condiciones de salud no es algo viable. Estos recursos son destinados principalmente para los honorarios de la dotación docente.

Las escuelas que cuentan con menos de ocho alumnos matriculados recibirán un monto fijo de 1 600 000 como financiamiento que aseguraría su continuidad, más el porcentaje de la zona en que se encuentren, si es que corresponde.

Se atienden a todos los niños en edad escolar, previo a una conversación con ellos y el equipo médico, adicionalmente los papás tienen que firmar una autorización para participar.
Créditos imagen: EMOL.

Sin embargo, en 2021 con la pandemia por COVID-19 se produjo una crisis en el financiamiento de algunas aulas hospitalarias a lo largo del país, situación que provocó el descontento de algunos sostenedores que manifestaron su preocupación tras una baja presupuestaria que terminó con el cierre de algunas aulas y dejó otras al borde de la quiebra.

El subsecretario de educación Jorge Poblete quien estaba en el cargo durante ese periodo negó las acusaciones de una baja, justificando que debido a la pandemia hubo una disminución en la cantidad de alumnos matriculados y la subvención depende de esto.

Una forma de garantizar los derechos de los niños

El Estado de Chile ratificó en 1990 la Convención sobre los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, que establece las normas básicas para menores de 18 años en cuanto a la protección y atención especial, donde en el artículo 28 se hace referencia al derecho a la educación.

Nadia Castro trabajadora social y educadora en párvulos explica la importancia y el papel que cumplen estas escuelas asegurando que: “Para los que estudiamos temáticas como la protección de derechos de los niños, es muy relevante el papel de las aulas hospitalarias, pues esta modalidad garantiza la continuidad y disminuye las posibilidades de deserción escolar, a través de un trabajo multidisciplinario donde el objetivo es el bienestar integral de los alumnos.”

De igual modo Castro añade que: “Esto también tiene un gran impacto en las familias, ya que el peso que se llevan madres y padres de menores enfermos es muy desgastante tanto física como psicológicamente y que continúen con sus procesos educativos les da esperanzas de que hacen una vida con cierta normalidad, por ejemplo, para las fiestas patrias debieron vestir a sus hijos con trajes típicos al igual que todos los infantes en edad escolar del país. Garantizando que tengan una infancia digna y plena independiente de sus condiciones, como lo plantea la Convención de los Derechos del Niño.”

La Ley de Integración Social de las Personas con Discapacidad busca asegurar la igualdad de oportunidades y atención educativa de quienes por alguna condición de salud o tratamiento médico están impedidos de continuar en la educación tradicional.
Créditos imagen: Hospital Clínico Félix Bulnes.

La importancia psicológica de las aulas hospitalarias

La creación e implementación de estas escuelas hospitalarias ayuda en la formación de habilidades físicas y cognitivas. Asimismo, el aprendizaje es una actividad esencialmente social y compartida en la que surgen relaciones, jugando un papel bastante importante en los afectos.

Camila Vásquez psicóloga comenta el beneficio que tienen estas aulas en los menores, afirmando que: “Esto permite que adquieran herramientas emocionales para estar con otros, algo muy valioso para que aprendan a obtener, o no, logros que los preparan para las dificultades que pudieran enfrentar debido a su condición. Considero que es fundamental seguir los procesos normativos de la infancia para mantener un bienestar emocional que les impida sumirse en la discapacidad que se pueda considerar un estado crítico de salud, lo que eventualmente pudiera llevar al desarrollo de un trastorno emocional que agrave la condición.”

Las aulas hospitalarias son una clara forma de garantizar la educación y además cumplen una tarea fundamental asegurando el hecho de que el aprendizaje sea continuo, no solo por su desarrollo cognitivo, sino también porque esto incide directamente en el bienestar emocional de ellos. Cabe recalcar que tienen actividades educativas diseñadas con estrategias lúdicas y dinámicas, algo crucial que ayuda en parte a disuadir el contexto en el que habitualmente están, asociado al dolor, procedimientos y la enfermedad.

Top