Acoso callejero: el monstruo que persigue a las mujeres

Mujer dice basta Foto: Nadine Shaabana

Según la Encuesta Nacional de Salud, Sexualidad y Género (ENSSEX) realizada durante los años 2022 y 2023, “seis de cada 10 mujeres chilenas mayores de 18 años han sido víctimas de uno o más episodios de acoso callejero”.

“¡Muac!”, “¡mi niña linda!”, “¡hermosa!”. Salir a la calle y ser mujer, lamentablemente, es un reto al cual muchas nos debemos enfrentar diariamente. Me pregunto, ¿pensarán que es agradable? ¿Creerán que nos sentimos halagadas? ¿De verdad piensan que necesito saber su opinión de cómo me veo? ¿No se pondrán en el lugar de que puedo ser su prima o su hermana?

En Chile, existe una legislación que tipifica el delito de acoso sexual en espacios públicos. Fotografía por La República

Es curioso, pero la mayoría de las veces, estos desafortunados comentarios provienen de hombres de edad, adultos e incluso personas mayores. Por lo tanto, se convierte en un fiel reflejo de lo presente que sigue estando el machismo en el país.

Es horrible la sensación cuando tardas en alistarte, maquillarte, buscar una prenda de ropa con la que te sientes cómoda. Te miras al espejo, te gusta. Sales a la calle y empiezas a escuchar bocinazos, silbidos, ojos que te ven de pies a cabeza. ¿Por qué debemos seguir sintiéndonos inseguras?

Ese terrible presentimiento de que alguien te puede estar siguiendo, tener que cruzar la calle para evitar verlos de frente. ¿Qué les pasa? Los malos de esta historia no somos nosotras. Ellos deben ser los que se anden escondiendo, quienes con su cobarde sentimiento de superioridad se avergüencen de sus gestos, palabras o acciones indebidas.

Por lo tanto, es momento de que las nuevas generaciones hagan lo suyo, que críen niños conscientes de sus formas de actuar. De esta manera, las niñas no sepan lo que es ser víctima del acoso callejero, que no conozcan el sentimiento de incertidumbre de no saber qué ponerte para que no te digan algo en la calle, que no tengan que andar con su gas pimienta cada vez que caminen solas, que sean libres.

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