Palabras que burbujean como un refresco es una película de anime distribuida de forma internacional por Netflix. El filme nos cuenta sobre un joven llamado Yui Sakura, pero apodado usualmente como Cherry, quien reemplaza a su madre en un club de ancianos durante las vacaciones de verano previas a mudarse de la ciudad. Un día, debido a cierto incidente, se choca con una chica llamada Yuki, quien tiene un complejo con sus grandes incisivos.

La película sigue una fórmula bastante predecible, pero algo mal ejecutada, y la relación entre Yuki y Yui se siente bastante apresurada. La trama depende en parte de la próxima separación que van a vivir los dos jóvenes, mas considerando que mucho de su relación se nos salta, siendo mostrada como un simple montaje después de que se conocen, es difícil empatizar del todo. Respecto a los personajes, fuera de los protagonistas y de un tercero que tiene algo de relevancia, son aburridos y planos.

En cuanto al aspecto técnico, la animación es fluida, pero los colores me resultaron demasiado chillones. La banda sonorano está mal, pero no es nada destacable tampoco. Ni siquiera cierta canción que es importante para la trama, lo cual ya es malo de por sí.

No obstante, tiene algunos momentos disfrutables. Si bien el clímax no se construye lo suficiente como para tener el impacto necesario, puede dar algo de emoción. Los escasos momentos románticos que tiene también tienen su encanto. Sin embargo, se pudo haber hecho mucho más con la relación de estos personajes. También hay momentos en que la trama tiene unas conveniencias demasiado obvias, o demasiado estúpidas, lo que te saca un poco de la inmersión.

Conclusión

Palabras que burbujean como un refresco no es ni de cerca la peor película de romance que he visto, pero sí que deja bastante indiferente. Fuera de algunas cosas como el diseño de la protagonista, la película es muy olvidable, y una más del montón. Si bien no hace mal verla, no sería mi primera recomendación.