10 aportes científicos que fueron ignorados o ridiculizados

La ciencia es una esfera del conocimiento conocida por su exactitud, y objetividad. Un dato científico es conocimiento cimentado en datos duros y pruebas irrefutables, que no dejan lugar a dudas acerca del postulado que defienden. Esta es la concepción común, o el estereotipo que se asocia con lo científico.
Sin embargo, no se puede dejar de lado que el ser humano representa todo lo contrario, y es conocido por tener prejuicios, pensamientos subjetivos, incluso si las ideas que sostienen son equivocadas. Prueba de ello son las falacias: mentiras disfrazadas de verdad, o razonamientos inválidos que parecen verosímiles.

Científicos de medio tiempo, humanos de tiempo completo

A lo largo de la historia, la humanidad ha demostrado su capacidad para llevar a cabo magnos despliegues de sinsentidos y disparates. La caza de brujas, invadir Rusia en invierno, usar cocaína como jarabe para la tos, y maquillarse con metales pesados son solo algunas de las grandes hazañas de las que nuestra especie puede presumir.
Carlo Cipolla, en su ensayo «Las leyes fundamentales de la estupidez humana» postula que la estupidez de las personas es una característica independiente de su formación académica. A pesar de que este trabajo haya sido escrito «medio broma, medio en serio», su segunda ley de estupidez calza perfecto con esta lista. Dicta que para ser estúpido, basta con «perjudicar a todos los demás sin obtener ningún beneficio a cambio dé su acción».
Así, según Cipolla, cuando se trata de seres humanos, la irracionalidad, el orgullo, y la incredulidad muchas veces derrotan hasta al más riguroso proceso científico. Eminencias de la comunidad científica se vieron envueltos en estas polémicas, como Albert Einstein, o el químico Linus Pauling, que se burlaron de las propuestas (que en ese momento nadie se creía) de sus colegas, y ni siquiera se dignaron a tomarlas en serio.
Es posible afirmar que donde hay personas, obligatoriamente, habrá errores. En esta línea del tiempo veremos la faceta más humana de la comunidad científica. Son solo 10 de las muchas ocasiones en las que alguien cometió el error de estar «adelantado a su época».
Los afortunados de esta lista simplemente fueron ignorados y «redescubiertos» años después. Otros no tuvieron tanta suerte, y no conforme con ser criticados, fueron también objeto de burlas y acoso. No todos vivieron lo suficiente para enterarse de que, efectivamente, y en contra de todo pronóstico, tenían razón. Algunos, incluso, no pudieron con la presión, y terminaron cayendo en depresión, o quitándose la vida.

Científicos en las sombras


«Una verdad cientifica nueva no triunfa porque convenza a sus detractores y les haga ver la luz, sino porque estos acaban por morir, y surge una nueva generación que está familiarizada con ella.»

Max Plank

A esta verdad se tuvieron que enfrentar quienes protagonizan este artículo, que propusieron avances científicos solo para ser ignorados, u objetos de burla. Sus ideas o teorías rupturistas pasaron inadvertidas, y no fue sino hasta muchos años después, cuando ya era bastante tarde como para disculparse o reparar los daños causados, que tuvieron el debido reconocimiento que siempre se merecieron.

Antonia Ferrada
Estudiante de periodismo periodístico en la Universidad de Concepción. Quinto año (con asignaturas de cuarto).
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