En un rincón de la extensa Universidad de Concepción, se ha conformado un espacio de conexión comunitaria y sostenibilidad 

En el año 2022 se da inicio a un proyecto que nace desde el deseo de distintas comunidades de volver a conectar con la tierra y fomentar un estilo de vida más sostenible, buscando transformar un terreno baldío en un espacio dedicado al cultivo de alimentos orgánicos y a la educación ambiental.  

El Huerto Comunitario Universidad de Concepción se formó luego del estallido social. Organizaciones junto a vecinos y vecinas de las comunidades cercanas al recinto universitario, a través de una asamblea, lograron un convenio con el recinto educativo para hacer efectivo este lugar.  

Claudia Monje, profesional de la Vicerrectoría de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio (VRIM) explica: “Desde sus inicios participan, además de la Dirección de Vinculación Social, la Facultad de Agronomía junto a su centro de estudiantes y se van sumando otras instancias de la universidad como docentes y estudiantes de distintas ingenierías”   

Actividades y aprendizaje para las distintas comunidades. “Yo participé en distintas instancias y fue hermoso. Es abierto a la comunidad así que había muchos niños y niñas, agrupaciones y distintas personas”, relata Aurora, estudiante de Sociología que fue parte de varias actividades de agroecología en el lugar.   

Actividades que forman comunidad

Cada semana, estudiantes de múltiples facultades se reúnen para participar en actividades de siembra, cosecha y mantenimiento de la huerta. Esto permite a los miembros compartir sus conocimientos y experiencias mientras trabajan por un objetivo en común: promover la agricultura urbana y la sostenibilidad ambiental. 

“Más allá de ser estudiantes de la misma universidad, se pueden generar otro tipo de redes. Coincides con personas que tienen intereses parecidos a los tuyos, y al mismo tiempo te informas y conoces sobre lo que significa tener un huerto”, comenta Estefanía Gallardo, estudiante de la UdeC.  

Dentro de las múltiples prácticas que se generan en este espacio, se reúnen las coordinadoras conformadas por personas de la junta de vecinos de la Plaza Perú, Agüita de la Perdiz y del sector Manzana Verde, para planificar las actividades.  

“Nosotros nos reunimos una vez al mes para planificar actividades, especialmente en el verano por el tiempo. Hacemos planes con niños, colegios tanto públicos como privados y el jardín infantil de la universidad. Tenemos incluso regaderas especiales para los más chicos que van aprendiendo sobre las plantas, tratando de amigarse con la naturaleza”, menciona Isabel Rojas, periodista de la VRIM, específicamente del Departamento de Vinculación Social.  

Conexión con el medioambiente

Además de las distintas actividades de cultivo, también se crean una amplia gama de acciones educativas y culturales. Talleres sobre compostaje, permacultura, cocina saludable y reciclaje son organizados regularmente por los mismos docentes de la universidad. Esto les brinda a los estudiantes la oportunidad de aprender habilidades prácticas para llevar a cabo un estilo de vida mucho más amigable con el medio ambiente, haciéndonos conscientes del entorno que nos rodea.  

“El hecho de generar y tener un huerto te permite conectar contigo mismo. A través de esa conexión puedes vincular con la tierra. Siento que es muy necesario y más en estos tiempos de crisis, donde habitar y construir un espacio así es esencial. Entendiendo que los alimentos también son una base importante de nuestra vida”, detalla Estefanía.  

Dentro de una comunidad estudiantil, estos espacios son cruciales. El Huerto Comunitario de la Universidad de Concepción sirve como un recordatorio tangible de la importancia de volver a nuestras raíces y reconectar con la naturaleza en un mundo cada vez más desconectado de la tierra y de los ciclos naturales. Además, brinda a los estudiantes una oportunidad invaluable para aprender sobre sostenibilidad y agricultura urbana, habilidades que serán fundamentales para construir un futuro más sostenible y justo. 

“Creo que se deberían impulsar más espacios así dentro de distintas poblaciones, se deben incentivar a nivel local y regional. Ojalá todos tuvieran conocimientos sobre huertas, ya que se han ido perdiendo con el tiempo, y más cuando uno migra a la ciudad. En primera instancia hablar de un huerto urbano se debería hacer en general, entre amigos, compañeros, académicos y académicas. Debería ser un tema de conversación en nuestro día a día por la crisis ecológica que se está viviendo”. Estefanía relata su opinión sobre impulsar más espacios verdes y sustentables en zonas urbanas. 

El Huerto Comunitario de la Universidad de Concepción no es solo un espacio físico. Sino que representa la capacidad de la comunidad estudiantil para tener un impacto positivo y construir un futuro más verde y próspero.  

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