Pareciera que los extensos silencios de esta película dejan espacio al misterio y para el espectador un descanso de la aventura. Es allí, cuando solo podemos escuchar el viento en las cumbres de una montaña y disfrutar de un dibujo reconfortante, que se comienza a sentir el choque interno que causa la trama, obligándonos a tomar bandos entre la sensatez y la pasión.

Le Sommet des Dieux es una película de animación francesa dirigida por Patrick Imbert. Está basada en el manga japonés ilustrado por Jiro Taniguchi y escrito por Baku Yumemakura.

El director nos lleva a Japón por medio de los ojos del fotoperiodista Fukamachi Makot, quien sigue a Habu, un escalador de aventuras extremas que se esfuerza con la conquista de cimas peligrosas. Este misterioso hombre posee la cámara perteneciente a George Mallory y Andrew Irvine. Aparato que es considerado como la única prueba existente de lo sucedido con estos escaladores, quienes en el año 1924 intentaron el ascenso del monte Everest.

Debido a que dichos escaladores nunca regresaron, la interrogante de si fueron o no los conquistadores de la cumbre más alta del mundo sigue abierta. Saber que este es un hecho que realmente sucedió, es un factor que causa muchas ansias por el final y gran verosimilitud a la trama.

El periodista muestra tal hambre por revelar la verdad de esa cámara, mientras que el escalador al que persigue se esfuerza con el mismo ímpetu por llegar a cimas cada vez más desafiantes.

Esta obra cinematográfica hace un  llamado a la conquista, no solo hablando de montañas, sino que de metas, aun cuando estas podrían terminar consumiendo a su conquistador.

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