Más que una necesidad fisiológica, es también un elemento de la cultura y la tradición de las regiones y países.

A nivel geográfico, la comida tiene distinciones que pasan a ser parte de la riqueza cultural de dichas zonas, esto es sin duda un elemento característico de la gastronomía, convertirse en tradición y ser parte de los almacenes de conocimiento colectivo.

“Tenemos la capacidad de asociar sabores a recuerdos”.

Daniel Parra.

Maule y las churrasca

Maule, al igual que muchas otras regiones del país, destaca por ciertas preparaciones. Fácilmente relacionamos a la región con sus clásicos completos de la comuna de Talca, que han causado mucho revuelo mediático, pero hay otras preparaciones que se esconden entre la cotidianidad de las calles maulinas, que transportan a la tradición y calidez de los alimentos: las churrascas.

Las churrascas son muy importantes en la vida de los talquinos y así como explica Jorge Moreno (Coke), un destacado cocinero de la séptima región “La churrasca se transforma, junto con la tortilla al rescoldo se transformó en un icono de la gastronomía y tradición maulina y talquina. Claro y la brasa, que nos acompañó y nos acompaña en el día de hoy y esto nos transporta a los tiempos en que las cosas eran más sencillas”.

Esta masa a base de trigo es crocante por fuera y suave en su interior. Dependiendo de la receta, puede ser muy distinta una de otra, como suele pasar con la comida de casa. Lo que hace diferentes a las churrascas de otros miembros de la panadería chilena, es su método de cocción. Lentamente doradas al calor de brasas cuidadosamente acomodadas para entregar calor uniforme.

A pesar de ser consumida en gran parte del país es tan habitual en Maule, específicamente en la provincia de Talca y sus alrededores, que pertenece a la memoria de los escolares. Estos, al transportarse de comuna a comuna para poder estudiar, desayunan en los locales de churrasca que se ponen en las veredas durante la mañana, creando pequeños y acogedores microclimas templados alrededor de las parrillas calientes.

De igual forma las churrascas son parte de la vida del trabajador de la zona, quienes frente a la misma necesidad de desayuno, se orillan en la carretera para encontrarse con carritos de comida que se dedican únicamente a la venta de churrascas, estos, a diferencia de los puestos que se ubican cerca de las instituciones de educación o las oficinas en la ciudad, cuentan con pequeños toldos que permiten un espacio techado para que las personas puedan sentarse a comer junto a un té o café.

Un vínculo emocional con la comida

Coke cree en la conexión de la comida y las emociones porque él la vive, vive en esa conexión y habló de ello con mucha pasión y propiedad.

Recordó su infancia, cuando solo tenía nueve años. Su familia pasaba por una difícil situación económica, su mamá y su papá, quienes habían decidido comenzar a estudiar no daban abasto entre el trabajo y los quehaceres del hogar, por lo que deseoso de contribuir, decidió sorprender a la familia con una cazuela, la que abriría paso a una vida ligada a la comida.

“Cada vez que estoy cocinando recuerdo a ese cabro chico de nueve años metido en la cocina haciendo una cazuela que no sabía hacerla, pero que podía ser una ayuda para mi mamá, un descanso para mi madre”. Jorge Moreno.

“Cuando como esas cosas que comía antes, me lleva a 15 o 17 años atrás y digo guau… ¿Porqué lo dejé?”.

Jorge Moreno.

Separar la comida de las emociones es algo realmente inconcebible para quienes saben sobre este mundo. Desde la nutrición, la comida es vista como una fuente de nutrientes y vitaminas necesarios para el funcionamiento humano, pero eso no significa que no consideren la relación con los alimentos como un elemento significativo del bienestar de las personas. 

Yannik Rojas, nutricionista de la Universidad de Talca, explicó cómo es que  la relación con los alimentos empieza desde la infancia, con los primeros acercamientos que el bebe tiene con ellos. Dando a entender que un adulto que no disfruta de un amplio abanico de sabores, fue un niño que no fue expuesto de forma planificada a una diversidad de alimentos.

¡Celebremos!

Daniel Parra, otro nutricionista de dicha institución, se remonta mucho más atrás para ligar la comida con la celebración, las conquistas y los triunfos. Comer no solo cubre una necesidad biológica, también es una manifestación y fortificación de lazos sociales.

Esta opinión la comparte la administradora de un prestigioso restaurante de la región, La Buena Carne. “Cuando la gente viene a celebrar aniversarios, cumpleaños y matrimonios civiles, que han sido muchos, hay una conexión muy linda. Es algo tan emotivo cuando las personas mayores vienen con sus familias.

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